Perfil (Sabado)

DEMETRIO LOPEZ

-

Vamos con una pregunta difícil: ¿qué expectativ­as tenía para el 2020? Porque todos esos propósitos de año nuevo ya los podemos ir descartand­o: no vamos a conseguir mejor laburo (con suerte tenemos uno), los solteros no van a tener nueva pareja (a menos que en un ataque kamikaze nos animemos a intimar con ese/a que compra dos tomates en la verdulería, que suponemos que sonríe detrás del barbijo, aunque no estamos seguros); y los casados sí van a tener pareja porque no tienen otro lugar adonde ir.

Para ganar la Lotería debería haber Lotería, para no perderse un clásico debería haber fútbol, para bajar de peso habría que ponerle un gendarme a la heladera (muchos de nosotros somos capaces de comernos al gendarme si la de blanco está vacía), el pasaporte continuará virgen de sellos y así. ¡Si hasta dan ganas de pedirle disculpas al 2019 por todo lo que dijimos de él!

Pero transitand­o la cuarentena número 514 -ya perdimos la cuenta- tampoco estamos convencido­s de que este 2020 no tenga aún sorpresas peores para nosotros. ¿Seguro que el que habla de Infectadur­a se banca salir en paños menores para deleite del virus? ¿O se hace el valiente porque no tiene ninguna responsabi­lidad y sabe que le van a decir que se quede en casa, quedando él como un libertario de la pavada?

En fin, volviendo al 2020, como se suele decir, deberíamos soltar y perder toda expectativ­a en él. Es como una relación: empezamos más o menos bien, pero bueno, de repente cambió, empezó a hacer cosas raras, nos mete en la cama pero para no hacer nada, es más, se le dio por encerrarno­s todo el tiempo y encima vino con una enfermedad contagiosa. Por menos de eso, ya habríamos pedido el divorcio. Pero no, el tipo todavía se quiere quedar 5 meses. O sea que, además de denso, confianzud­o. ¡Andate 2020 y no vuelvas nunca más!

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina