Expresiones del movimiento contemporáneo en la pantalla
El show reúne coreografías argentinas, con entrada a la gorra. Reflexiones de Julieta Rodríguez Grumberg e Inés Armas.
El estudio y sala Movaq Aquelarre en Movimiento, ubicado en el barrio de Villa Crespo, es gestionado por bailarinas, coreógrafas y docentes de la danza argentina: Lía Mazza, Julieta Rodríguez Grumberg, Laura Peña Núñez y Analía Slonimsky. En su canal de Youtube ofrecen la programación Movaq Virtual, con espectáculos de años atrás, ya filmados.
Cada obra está disponible –gratis, pero con espacio para aportes a la gorra– por cinco días. Los miércoles a las 21 se da, metafóricamente, sala, con un chat con los artistas, y los sábados a las 20.30 hay otra charla con ellos a través de Instagram.
En julio, ya estuvieron Deíctica, de Rodríguez Grumberg, y Anomalía, de Valeria Polorena. Del 5 al 10 de agosto estará No envejeceremos juntxs, de Lucas Cánepa; del 12 al 17,
Mantay Grillo, danza de Ramiro Soñez dirigida a público infantil; del
19 al 24, la varieté Le ponemos danza (LPD),
y para terminar el mes, del 26 al 31,
Cuerpo extranjero, de
Inés Armas. Septiembre arrancará con dos casi clásicos de la danza contemporánea de la última década: Villa Argüello, de Celia Argüello Rena, y Tualet, de Juan Onofri. A ellos les
seguirán Lerna, de Federice
Moreno Vieyra, y Categoría mosquito, de Andrés Molina. “Aunque hay excepciones que fueron performances en vivo por Instagram –explica Rodríguez Grumberg–, mayormente son obras de archivo de danza contemporánea o performática. Buscamos filmaciones que tuvieran buena calidad técnica. Eso fue todo un tema, porque, por lo general, por los bajos presupuestos que manejamos, los registros en danza independiente se realizan con pocas cámaras, o a cámara fija. Esas limitaciones técnicas aplanan un poco el uso del tiempo y el espacio
tan propios de la danza. Por las normas sanitarias y la naturaleza de nuestro quehacer, seremos de las últimas actividades en volver. Estamos trabajando para sostener el espacio en pie y el ingreso de sus trabajadores. Contraemos deudas, con la esperanza de que todo se acomode un poco y poder saldarlas, pero somos conscientes de que a todo el sector cultural le espera un largo y complejo camino de recuperación”.
La programación de Movaq Virtual interpela; especialmente, Cuerpo extranjero, obra estrenada en 2012, de Inés Armas. Allí, la danza, mediada por un muñeco, sucede entre ese objeto, Armas y la titiritera Daniela Fiorentino. Ambas analizan: “El tratamiento poético del objeto neutro cuenta un viaje que evoca infancia, memoria, ausencias, vida y muerte. Trasladamos el títere al piso, lo despojamos del uso habitual, el retablo, la mesa, los hilos o el guante, dándole otra movilidad. La estopa de colchón, la carne de este títere, su alma/relleno, también aparece y está tratada como un objeto animado. Algo de las relaciones humanas va mutando en el contexto actual; aparecen matices extremos del amor, el tedio, el cansancio, la violencia, el deseo. Cuerpo extranjero es definitivamente el mundo del encierro: varios personajes humanos en un submundo, con códigos y repeticiones que surgen del convivir, en un ámbito cerrado y absurdo”.