Apuesta por una ayuda del FMI para pasar el verano
Guzmán negó una devaluación pero para los economistas es inevitable y sólo resta ver si el ajuste será ordenado con un plan.
Al término de otra semana caliente en materia cambiaria, el ministro de Economía Martín Guzmán, reforzó ayer el discurso de que el gobierno no va a devaluar. A pesar de que hay una brecha que genera ansiedades importantes, tenemos las condiciones y los instrumentos para continuar con la política cambiaria que venimos llevando adelante y no hacer una devaluación”, garantizó.
Guzmán sostuvo en declaraciones a radio Con Vos que “vamos a continuar con el ritmo de depreciación del peso contra el dólar que venimos manteniendo, yendo de la mano con la inflación”.
Sin embargo, algunos analistas son escépticos y advierten que ante el deterioro de la confianza tras el endurecimiento del cepo “no se podrá zafar” de la devaluación. Y plantean que ahora la clave radica en si esa devaluación se hará en forma ordenada con un plan que ataque los desequilibrios fiscal y monetario en el marco de un acuerdo con el FMI que contemple fondos frescos para reforzar
El ajuste fiscal “tiene que tener apoyo de Cristina Fernández”, según los analistas
las reservas.
Eduardo Herrera, CEO de Invertir en Bolsa Fondos, afirmó a PERFIL que los dólares paralelos aumentan “porque el mercado ve que
Argentina carece de fuentes de financiamiento para el déficit y va a seguir emitiendo pesos, con lo cual sin un cambio de expectativas podría seguir subiendo”.
Que podria cambiar la expectativa? Herrera consideró que “un acuerdo con el FMI que contemple algún desembolso adicional que permita llegar a la época de liquidación de cosecha gruesa en marzo/abril con algo más de tranquilidad, en ese escenario podría haber una baja de las cotizaciones alternativas, y creo que ese sería el mejor momento NA para devaluar”.
Fernando Marull opinó que “es inevitable una devaluación, y el gobierno tiene que decidir si lo va a hacer ordenado o desordenado”.
A su juicio, una manera ordenada sería “una devaluación con programa, cambio de gabinete, mayores tasas de interés, un ajuste fiscal creíble, y la clave del éxito son dos: el apoyo del FMI, y el aval de Cristina Fernández, sin esas dos condiciones, no hay chances de que la devaluación sea ordenada”.
En sintonía, Federico Furiase, director de Eco Go, en un charla virtual consideró que “el gobierno llegó a un punto de no retorno, más tarde, más temprano, va a tener que devaluar”.
“Lo único que queda es acelerar el acuerdo con el FMI en un marco de un ajuste fiscal más serio, y que a cambio el FMI inyecte algo más de plata para tener más reservas, y devaluar ahí, que la devaluación permita licuar parte del gasto público, y que le de aire al sector exportador, y que el BCRA empiece a recuperar reservas genuinas”, reflexionó. “Devaluar sin un programa de estabilización es ir a un escenario de inflación muy complicado”.
Fernando Baer, de Quantum Finanzas, acordó que “en esta etapa no podes zafar de una devaluación; eso no quiere decir que hay que ir a cerrar la brecha con un tipo de cambio a $190, pero sí se podría ir allanando el camino haciendo una corrección diaria del tipo de cambio oficial más acelerada, algo discutido con el FMI y tratar de pasar diciembre de la manera más tranquila posible”, señaló.