Fin de un ciclo

Estos últimos días hemos escuchado el término revinculación relacionado a aquellos alumnos que están regresando a las escuelas ya sea porque no han podido tener contacto o conectividad con las mismas o relacionado a los alumnos que se encuentran en la etapa de cierre de ciclos.

El Covid-19 llegó como un cisne negro y se transformó en un tsunami que arrasó con todo lo conocido hasta ahora. Este tsunami se llevó sueños, proyectos, viajes, fiestas, cursar el último año juntos y… todos perdimos algo. Como todo pérdida o duelo que se transita desde la negación, el enojo, la aceptación y el compromiso los cierres deben estar presentes. Y ese cierre implica volver a C.A.S.A , volver a la escuela. Una escuela que sea sinónimo de lo vivido y experimentado en este tiempo. Un lugar de C: Contención – A: Amor – S: seguridad– A: alegría.

Como educadores nuestra tarea deberá ser en este tiempo construir esa CASA para poder cerrar esa puerta y tomar nuevos caminos.

Te invitamos a abrir espacios de diálogo donde todos puedan expresar las emociones vividas en este tiempo, escuchar con el corazón y contagiar entusiasmo y alegría por lo nuevo que vendrá. Focalizarnos en las fortalezas que cada uno desarrolló para transitar este último año, valorando lo vivido como un espacio de crecimiento. Y por sobre todo no dejar de ¡celebrar! De manera diferente, seguramente, pero celebrar lo aprendido sabiéndose una generación flexible y abierta para un futuro incierto habiendo desarrollado una gran resiliencia en cada uno de estos egresados.

Para que cuando pasen los años y recuerden aquel ansiado 5to año, recuerden el camino a la escuela, el camino a C.A.S.A.

El Covid-19 es un tsunami que se llevó sueños, proyectos, viajes, fiestas