La literatura en color y el negocio editorial
Random House Mondadori del Reino Unido lanza un plan estratégico para la difusión literaria inclusiva en habla inglesa para escuelas primarias y secundarias del país.
Hace cuatro meses, que parecen cuatro años, manifestantes derribaban estatuas en las plazas de EE.UU., Reino Unido, Canadá, Holanda y Francia. La indignación por el asesinato de George Floyd tomó al simbolismo estático como objeto de furia; mientras tanto la pandemia obró, también acentuando las diferencias sociales en todo el planeta. El premier británico Boris Johnson, conservador, es cuestionado por su política sanitaria y la crisis económica acentuada por el abandono de la economía común europea, el Brexit.
En ese marco de incertidumbre, uno de los conglomerados editoriales más grandes del planeta, Penguin Random House (PRH), acaba de anunciar un plan estratégico para la difusión literaria inclusiva en habla inglesa para escuelas primarias y secundarias del Reino Unido. Este movimiento de marketing es un claro ejemplo de que toda crisis produce oportunidades, disponibles, eso sí, para aquellos que poseen la estructura apropiada.
El proyecto se titula “Lit in Color” y tiene como objeto incrementar el acceso de los estudiantes a libros de escritores de color así como de personas con orígenes étnicos minoritarios. Esto supone que mejorará el “reflejo” de la cultura y la sociedad británica contemporánea. La primera etapa se concreta en la unión de fuerzas entre PRH y The Runnymede Trust (TRT), una entidad conformada por expertos sobre igualdad racial, detrás de una “importante investigación” que revisa el estado actual de la educación en literatura inglesa. El campo de estudio implica aulas, bibliotecas escolares y los hogares.
Según Tom Weldon, director ejecutivo de PRH UK, “nuestros jóvenes disponen de un plan de estudios de literatura inglesa basado en una mayoría de autores blancos, casi todos hombres, esto no refleja la sociedad contemporánea ni inspira a una generación a leer fuera de sus clases”. La comunicación de PRH destaca que docentes y alumnos eligen entre 65 novelas y obras de teatro, 56 de ellas de autores blancos; y de los nueve libros escritos por autores de color, cuatro se presentaron el año pasado y es probable que no hayan sido adoptados.
La investigación la realizará el Departamento de Educación de la Universidad de Oxford, recopilando opiniones de maestros, padres y jóvenes; y hará recomendaciones prácticas para el cambio a mediados de 2021. Pero serán PRH y TRT quienes desarrollarán un programa de apoyo práctico para maestros, con capacitación, donación de libros, material digital y eventos con autores. Y aquí encontramos una llamativa disonancia: si bien TRT es experta en igualdad racial ningún miembro de su staff –todos descendientes de extranjeros, universitarios, alguno ex asesor de legislador laborista, muchos ex empleados del gobierno–, está especializado en educación ni tiene experiencia en el tema. La corrección política obra misteriosa.
Pero esto también es producto de otras herramientas. Entre 2018 y 2019, dentro del acercamiento empresarial hacia el sistema educativo inglés, PRH realizó visitas escolares con autoras como Michelle Obama y Margaret Atwood. Vale decir, demostró poder mediático. Otra forma de acercarse a las aulas es Penguin Talks, que “en asociación con Speakers for School, es un programa de charlas creativas gratuitas para jóvenes en el Reino Unido e Irlanda, que les brinda la oportunidad de escuchar y cuestionar directamente a un pensador, escritor o figura influyente de renombre mundial”. En sí, comités para debatir la entidad política de intelectuales. ¿Detrás de Lit in Color se esconde la Revolución Cultural de Mao?
Obviamente, PRH también promociona el catálogo de ventas con cosmética inclusiva, entonces encontramos frases como: “Explore nuestra fantástica colección de listas de libros que destacan personajes negros, personajes de doble herencia y personajes del sur de Asia”; o valoraciones como: “entretenidos,
El proyecto tiene como objeto incrementar el acceso a libros de escritores de color
empoderadores y llenos de personajes diversos, los libros de estas listas dan vida a una gran cantidad de increíbles modelos a seguir”. Tal entusiasmo hace evidente que ningún libro modificará la condición de miseria existente entre los niños del Reino Unido, salvo que los mismos se quemen en la estufa durante el crudo invierno boreal.
Si bien Lit in Color recuerda a United Colors of Benetton y sus campañas “socialmente incorrectas” a cargo de Oliviero Toscani para vender prendas, hace poco más de un año el Ministerio de Trabajo británico admitió que 4,1 millones de niños viven en pobreza absoluta (30% de la población infantil), el 70% de ellos de familias trabajadoras o desempleadas. Entonces, ¿la falta de lectura escolar ocurre por racismo o porque el entorno social ofrece una perspectiva de vida desoladora? ¿Cuestionando a Shakespeare mejorarán la percepción cultural de los niños? A propósito, se recomienda la lectura de Una modesta proposición (1729), del irlandés Jonathan Swift.