Francia en alerta ante la amenaza del yihadismo
Tras otro ataque yihadista, en el que un joven mató a puñaladas a tres personas en un iglesia, París reforzó la seguridad en todo el país. Protestas en países islámicos por la defensa de Macron de las caricaturas de Mahoma.
Francia reforzó ayer la vigilancia de todo su territorio tras el ataque terrorista con cuchillo en una iglesia de Niza, en el que murieron tres personas, incluyendo una brasileña, mientras miles de musulmanes salieron a las calles en varios países para protestar contra la defensa hecha por el presidente Emmanuel Macron del derecho a caricaturizar al profeta Mahoma.
El atacante del jueves es un joven tunecino, Brahim Issaoui, de 21 años, que había llegado ilegalmente a Italia en septiembre, desde donde pasó a Francia. Según su familia, se había convertido en un fanático religioso en los últimos dos años.
El jueves, a las ocho y media de la mañana, Issaoui entró a la basílica Notre-dame de Niza, donde, armado con un cuchillo, arremetió contra varias personas que se encontraban en el templo. La policía logró neutralizarlo una media hora después, cuando ya había matado a tres personas. Gravemente herido por disparos de los agentes, está hospitalizado.
Entre las víctimas figura Simone Barreto Silva, una brasileña afincada en Francia, de 44 años y madre de tres niños. Esta ex bailarina de samba había seguido cursos de cocina y soñaba con abrir un restaurante.
Las otras dos víctimas son el sacristán de la iglesia, Vincent Loquès, de 55 años, y una mujer de 60 años que fue hallada cerca de la puerta de entrada del templo, degollada.
Por el momento, se desconoce si el atacante tuvo cómplices. La policía francesa detuvo a un hombre, de 47 años, que habría estado en contacto con el yihadista en la víspera de su crimen. Pero según una fuente próxima a la investigación, no estaría vinculado con el atentado.
Los investigadores se centran actualmente en el análisis de los dos teléfonos móviles que llevaba consigo
Issaoui. El hombre, que gritó varias veces “Alá Akbar”, también llevaba consigo un Corán.
“No estaba en ninguna de nuestras listas de vigilancia de seguridad, ni francesa ni europea”, dijo el ministro del
Interior, Gérald Darmanin, sobre el atacante. Túnez, que condenó el ataque, anunció la apertura de una investigación.
Amenaza. El ataque en Niza se produjo menos de dos semanas después de que un profesor de Historia fuera decapitado en un suburbio de París por haber mostrado en una clase sobre libertad de expresión caricaturas del profeta Mahoma.
La postura de Macron contra la violencia extremista y su defensa de las caricaturas de Mahoma ha indignado a muchos musulmanes de todo el mundo, y ayer hubo manifestaciones en varios países.
El canciller francés, Jeanyves Le Drian, también pidió prudencia a los franceses que viven en el extranjero. “La amenaza está en todos lados”, dijo, y reveló que París instruyó a todas las embajadas francesas que refuercen los dispositivos de seguridad. “Se pasa rápido del odio en línea a la violencia real”, consideró.
Después de que un guardia resultara herido el jueves en un ataque con cuchillo en el consulado francés en Jeddah, Arabia Saudita, ayer hubo enfrentamientos en Beirut, Líbano, cerca de la residencia de la embajada francesa.