Un compromiso con el cine y los desposeídos
El film permanecía inédito y se recuperó ahora. El fótografo Marcos López registró con su cámara inquieta y curiosa el detrás de escena del rodaje de la película El viaje, que Solanas filmó en 1992 y le demandó una larga travesía por América Latina, desde Tierra del Fuego, hasta La Amazonia y otras zonas geográficas. En El viaje, el director de La hora
de los hornos, entre tantas otras producciones, detalla la historia de “Martín Nunca, un adolescente que emprende la gran aventura de buscarse a sí mismo. En ese viaje iniciático, es testigo de la destrucción de las culturas indígenas, hasta los padecimientos que imponen los actuales planes económicos”. Así lo definen los textos de Horacio González, que a lo largo de esta reveladora travesía, van definiendo el cine de un Solanas, que supo unir su militancia política con una constante búsqueda estética a través del cine.
que se define como de riesgo, de largarse al abismo y ver qué sucede. Pero Solanas no improvisa. Tiene muy claro lo que va a decir, contar y cómo. Esta producción redescubre costados inéditos del realizador que le puso imágenes a múltiples conflictos político-sociales. Lo que le ocasionó, que durante el montaje de El viaje, al salir del laboratorio, fuera baleado en ambas piernas, por denunciar la corrupción –así lo aclara el filmdurante el gobierno de Carlos Menem.
Las imágenes capturadas por López son una perlita que permiten conocer a un director en la intimidad. Así se descubre que Solanas, antes que cineasta, fue guionista de historietas y mientras dibuja y le pone letras, a un
storyboard de algunas secuencias de El viaje, dice a cámara: ”A veces una idea me conduce a la imagen y otras es la imagen la que me sugiere una secuencia”. O cuando intenta capturar las imágenes de una inundación y las lanchas y cámaras sufren todo tipo de inconvenientes debido a las condiciones climáticas, afirma que “la naturaleza tiene sus propias leyes y a veces se defiende. Se rehúsa a que la cámara reestética gistre esos momentos de intimidad”. El documental redescubre a un director que no escatima ponerse a bailar para marcar una escena, tirarse al suelo para marcarle el movimiento a una actriz, o reírse él mismo de lo que ha escrito cuando un actor le da vida a sus textos.
Para los fans de querer observar el detrás de escena, de grandes directores, en Flow y Direct TV se puede ver la docuserie
The Vice Guide To Film; o en la plataforma www.filmin.es, Corazones en tinieblas (1991), que dirigió Eleanor Coppola, sobre
el rodaje de Apocalypse Now.