LA DANZA Y LA REALIDAD MATERIAL
Dos factores de realidad material atraviesan el festival Danzafuera. Por un lado, el financiamiento para las creaciones, la producción, los espacios y la difusión, entre otras necesidades. Por otro lado, la particularidad del mundo de la danza, atravesado por una pandemia que, para detenerla, implica distancia y aislamiento, condiciones intrínsecamente contrarias a la danza. Sobre lo primero, Copello explica: “Dado que el festival tiene una programación totalmente gratuita para el público, que también cuenta con instancias de formación gratuitas, y que todas las personas que trabajan en el festival, cualquiera sea el área, cobran por su trabajo, es para nosotras un desafío la sustentabilidad. No es una cuestión que tenemos resuelta, sino que en cada edición tenemos que volver a pensar de dónde sale el dinero. Nuestro sustento se basa en apoyos de distintos tipos: nos presentamos a convocatorias; cada año evaluamos las posibilidades que tenemos y en relación a eso pensamos el festival, su programación y características”. Sobre lo segundo, Morgan reflexiona: “Creemos que la comunidad de la danza ha quedado coartada debido al Covid 19, ya que nuestras prácticas requieren, en la mayoría de los casos, de la presencialidad. Por eso, en esta edición tan particular, hemos decidido apostar a que nuestra plataforma contenga producciones locales, sean piezas o investigaciones que quedaron suspendidas debido a la pandemia, sean proyectos que se pensaron específicamente para ser producidos en el marco del festival”.