Duro informe de EE.UU. contra el príncipe heredero saudita
Estados Unidos desclasificó ayer un explosivo informe de inteligencia que revela que el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, autorizó “capturar o matar” al periodista Jamal Khashoggi.
El príncipe, que es heredero del rey Salmán y gobernante de facto del reino, “aprobó una operación en Estambul, Turquía, para capturar o matar al periodista saudita Jamal Khashoggi”, sostiene el informe. Khashoggi era un periodista crítico con el reino que se afincó en Estados Unidos tras caer en desgracia con el príncipe heredero. En octubre de 2018 entró al consulado de Arabia Saudita en Estambul para pedir un certificado para casarse con su prometida.
Según las autoridades turcas fue asesinado en la sede diplomática el 2 de octubre por un escuadrón de 15 sauditas que primero lo estrangularon y luego desmembraron su cuerpo. Sus restos nunca fueron encontrados.
Según el informe estadounidense, siete guardias reales del príncipe, que “solo responden ante él”, participaron en el asesinato. También participó uno de los asesores más cercanos de Bin Salmán, Saud al Qathani, que a mediados de 2018 aseguró que él no realizaba acciones sin la aprobación del príncipe heredero. El informe, elaborado hace dos años, fue divulgado ayer de forma parcial por el gobierno del presidente Joe Biden. El reporte señala que, dada la influencia del príncipe heredero, es “altamente improbable” que el asesinato del periodista ocurriera sin una luz verde de su parte, ya que Bin Salmán controla las organizaciones de seguridad e inteligencia de su país.
“El príncipe heredero ve a Khashoggi como una amenaza para el reino y en términos generales apoyó el uso de medidas violentas para silenciarlo”, indicó el reporte.
Tras la desclasificación, Estados Unidos anunció sanciones contra 76 sauditas relacionados con la muerte de Khashoggi, que era colaborador del diario The Washington Post, y anunció que prohibirá el ingreso de personas que amenacen a disidentes en sus países.
“Hemos dejado claro que las amenazas extraterritoriales y los ataques de Arabia Saudita contra activistas, disidentes y periodistas tienen que terminar. No van a ser tolerados por Estados Unidos”, afirmó el secretario de Estado Antony Blinken en un comunicado.