La Ciudad retoma las clases con los cursos completos en cada aula desde el 4 de agosto
El protocolo presentado ayer por Educación porteña contempla distancia obligatoria de 1,5 metros en espacios comunes. Los comedores funcionarán con 50% de aforo.
Bajo un nuevo protocolo y un esquema gradual, los estudiantes de todos los niveles de las escuelas de gestión estatal y privada de la Ciudad volverán a la presencialidad plena obligatoria a partir del 4 de agosto. Ese día volverán alumnos de 4° y 5° año de secundaria y 5º y 6º de técnicas. El 9, el resto de los años de nivel superior. El 17 volverá primaria, educación especial y otros. Y el 23, el nivel inicial.
El documento, que distribuyó ayer la cartera a cargo de Soledad Acuña, detalla que las burbujas volverán a estar conformadas –como antes de la pandemia– por todos los alumnos de cada sala, grado, año o curso “según la conformación de las mismas en cada establecimiento educativo”, dice el detalle del protocolo.
Para el desarrollo de las clases presenciales, a cada estudiante se le asignará en el aula un lugar fijo que deberá respetar y que no podrá ser modificado. “Esto permitirá que haya más horas de clase y que todos los chicos se vuelvan a encontrar con sus compañeros”, agrega.
La medida, a la que el ministro de Educación Nacional, Nicolás Trotta, calificó de “incomprensible” y de “riesgo”, recibió también cuestionamientos por parte de los gremios docentes, algunos de los cuales anunciaron la convocatoria a un paro de 24 horas para el lunes, cuando se prevé la toma de exámenes previos en el nivel secundario.
“Es importante regresar a la presencialidad, pero sostener los cuidados para que tengamos un proceso de mantenimiento de la distancia social”, dijo ayer Trotta.
Desde el Ministerio de Educación porteño aclararon a PERFIL que esa supuesta falta “es falsa: entre los diferentes ‘grupos-burbuja’ se deberá mantener un distanciamiento de al menos 1,5 metros en los espacios comunes de circulación de la escuela, además de que en los comedores habrá espacios fijos e inamovibles asignados con distancia de dos metros entre un grado y otro, y se usarán por turnos”.
Otro de los cambios que se introducen a partir de la próxima semana es que se volverá a tomar asistencia dado que la presencialidad será obligatoria. Es decir que aquellos alumnos que mantengan la virtualidad tendrán computadas las faltas, con excepción de los estudiantes con factores de riesgo y los que convivan con personas de dicho grupo.
El protocolo que presentó el gobierno porteño reincorpora también el uso de los comedores, que quedarán habilitados con un aforo del 50% “En mesas para seis personas, se podrán sentar tres estudiantes intercalados, dejando espacios entre ellos”, dicen. El servicio se organizará por turnos y, al igual que en el aula, cada estudiante será asignado a un lugar fijo en la mesa. Los estudiantes y docentes solo se podrán retirar el tapaboca al momento de la comida y deberán colocárselo inmediatamente al terminar. El personal de servicio que lleve adelante la atención del comedor tendrá la obligación de usar tapabocas y una máscara facial. Ante casos positivos de estudiantes, corren los mismos protocolos que antes de las vacaciones de invierno, pero con la totalidad de su curso-burbuja.
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