“No es justa la precarización laboral que hay”
La voz de María Ezquiaga ha bordado algunas de las canciones más bellas de los últimos años. Ahora se encuentra presentando su primer disco como solista, Interacción, con el cual dará un recital el jueves 26 en Thelonius. La misma cantante cuenta: “Hace un tiempo que mi vínculo con la música pasa por distintos lugares, antes estaba muy centrada solo en hacer canciones y en mi banda Rosal, ahora hay más espacio para tocar la guitarra, estudiar, dar clases, cantar y también armar proyectos con otrxs músicxs”. Agrega: “En cuanto al momento creativo, el vínculo es el mismo, pero con más recorrido y un poco menos de ingenuidad, es un lugar de vitalidad. A veces estoy más conectada, a veces menos, depende del ánimo, pero es algo que está, me acompaña y también es mi trabajo”.
—¿Cómo es vivir de la música en un país como Argentina? ¿Cómo se podría cuidar más al artista?
—Es muy difícil, especialmente en este momento, que creo que es difícil vivir de cualquier cosa. Yo vivo de dar clases de música y muchxs de lxs músicxs que conozco también viven de las clases, o de producir o mezclar música o de hacer eventos en relación a la música, que en este momento están parados.
En Argentina la industria de la música no está muy desarrollada, por eso, lo que se hace son acciones aisladas. A mí no me gusta pensar que me “cuidan”, sino que no es justa la precarización laboral que tenemos. A nivel político falta tener un proyecto de país a largo plazo en todas las áreas. La política cultural no puede estar basada solamente en hacer homenajes o producir shows. Estaría bueno tener un plan para desarrollar las industrias culturales. Yo creo que deberíamos actualizar la mirada, entender cómo está la situación mundial hoy y pensar políticas a largo plazo que se mantengan más allá de quién gobierne.
—¿Cuán difícil o fácil ha sido crear en este nuevo escenario?
—Cuando me fui dando cuenta que esta situación llegaba para quedarse, el estrés se hizo presente, justamente por eso, sentí la necesidad de grabar cuando fue posible (porque se abrieron los estudios). En ese momento tan difícil, fue muy bueno conectar con la música, a pesar del miedo que me daba salir. Con Interacción pretendo contagiar esa vitalidad que me produce hacer música y que me parece necesaria para enfrentar la realidad en la que estamos.
—¿Cómo vivís el regreso a los escenarios?
—Con alegría porque me gusta mucho tocar en vivo y encontrarme con la audiencia y disfrutar juntxs de ese momento.