Perfil (Sabado)

Los talibanes y el desafío de garantizar la seguridad en un país tras décadas de guerra

-

El ataque suicida del jueves en los alrededore­s del aeropuerto de Kabul, reivindica­do por Estado Islámico, pone a prueba al régimen de los talibanes, que siempre alegaron que volverían a traer seguridad a Afganistán tras décadas de guerra.

El atentado, que provocó al menos 170 muertos, supone una primera prueba para los talibanes, que se hicieron con el poder tras tomar Kabul el 15 de agosto.

“Los ataques han vuelto a mostrar que ningún grupo puede pretender monopoliza­r la violencia en Afganistán, ni tampoco tener el monopolio de garantizar la seguridad” en el país, afirma Abdul Basit, investigad­or en la S. Rajaratnam School of Internatio­nal Studies de Singapur.

No obstante, un portavoz de los talibanes, Bilal Karimi, dijo, tras el atentado, que el grupo Estado

Islámico “será derrotado”.

Los talibanes adoptaron durante su campaña militar una política de liberación de presos, a medida que se hacían con las capitales provincial­es y controlaba­n las prisiones. No solamente fueron liberados los talibanes encarcelad­os, que engrosaron las filas de los insurgente­s en su camino a Kabul, sino también muchos otros yihadistas, que pudieron sumarse a las filas del grupo Estado Islámico del Khorasan (EI-K), rama del grupo yihadista que opera en Afganistán desde hace años y que reivindicó el atentado en el aeropuerto de Kabul.

Enemigos. Procedente­s de diferentes ramas del yihadismo más radical, los dos grupos, talibanes y EI-K, son enemigos y han protagoniz­ado sangriento­s enfrentami­entos durante años en Afganistán. Antes del atentado contra el aeropuerto de Kabul, los talibanes no reconocier­on su error al abrir indiscrimi­nadamente las prisiones, y culparon en cambio al ex presidente Ashraf Ghani, que huyó del país el mismo día de la toma de Kabul.

“Tenemos que tener cuidado porque presos de EI huyeron de las cárceles y se esconden, después de que responsabl­es del gobierno de Kabul abandonara­n sus puestos”, dijo el portavoz talibán, Suhail Shaheen, esta semana al medio paquistaní Geo News.

Shaheen afirmó además que los talibanes estaban al tanto de las informacio­nes sobre una inminente amenaza terrorista, que según gobiernos occidental­es podía proceder de EI y tener como objetivo –como ocurrió– el aeropuerto de Kabul, donde miles de afganos tratan desesperad­amente de huir del país. “Nuestro departamen­to de inteligenc­ia y nuestras fuerzas de seguridad siguen activos para evitar incidentes que puedan causar pérdidas humanas”, agregó Shaheen.

Responsabi­lizar a Estados Unidos. Los talibanes también han responsabi­lizado a Estados Unidos, alegando que la seguridad en el área donde se produjeron las explosione­s era controlada por las fuerzas norteameri­canas. Los combatient­es talibanes siguen manteniend­o estrictos controles en los accesos que conducen al aeropuerto de Kabul, pero hay un espacio poco controlado que los separa de las tropas estadounid­enses, que están a cargo de las puertas del aeródromo.

“Los puestos de control de los talibanes en la ciudad fallaron en detener a quienes perpetraro­n el ataque cerca del aeropuerto de Kabul”, afirma, sin embargo, Nishank Motwani, un analista afgano instalado en Australia. “Pero eso supone dar por hecho que los talibanes intentan ante todo garantizar la seguridad para proteger vidas”, agrega.

 ?? FOTOS: AFP ?? GUARDIA. Un miliciano talibán en las afueras del aeropuerto.
FOTOS: AFP GUARDIA. Un miliciano talibán en las afueras del aeropuerto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina