El Gobierno recibió a piqueteros combativos para frenar protestas
El ministro Zabaleta estuvo con los líderes que encabezaron las principales marchas. Los planes Potenciar Trabajo en la mira.
El ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, recibió ayer a representantes de la Unidad Piquetera, que nuclea a las organizaciones sociales más combativas, referenciadas en los partidos de izquierda. Fue la primera reunión formal que mantuvo Zabaleta, luego de la movilización que realizaron las agrupaciones el 18 de agosto y que repitieron ayer en el Puente Pueyrredón.
En rigor, no era la primera vez que se veían porque Zabaleta los cruzó la semana pasada en las inmediaciones del ministerio, cuando le fueron a llevar el pedido de reunión y los puntos centrales de su propuesta para dar respaldo a los sectores vulnerables en la salida de la pandemia.
“Hola ministro”, le dijeron los dirigentes al funcionario, que les retrucó: “No, yo soy Juanchi, la semana que viene nos vemos”, les dijo después de “chocar puñitos”.
Es que el flamante ministro, que asumió tras la renuncia del precandidato a diputado nacional Daniel Arroyo, necesita establecer puentes con este espacio que le reclama en público y en privado por la reapertura de los planes sociales. El foco del conflicto es el programa Potenciar Trabajo, que nuclea a alrededor de un millón de personas y que, según admiten desde el propio ministerio, “no tendrá nuevas altas” porque pretenden empalmar con propuestas para dar “trabajo genuino”.
Como trasfondo está la siempre vigente intención del Gobierno de controlar la protesta social y de tener lo más conformes posible a los grupos disidentes, que insisten con reclamos de puestos de trabajo, de urbanización de barrios populares y de actualización del salario mínimo, entre otros puntos.
Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero y uno de los participantes del encuentro que se extendió por más de una hora, sostuvo al término que “en emergencia los planes sociales tienen que estar abiertos y tienen que tener un monto que le permita a un trabajador vivir”. En la actualidad esa cifra es de $ 13 mil y, de acuerdo a lo que cuestionan, “están cerrados para el ingreso de nuevos compañeros”.
Es por eso que lanzaron la advertencia sobre la continuidad del plan de lucha que “se va a profundizar en los próximos meses porque hay una clara intención de continuar con el ajuste”, indicó Belliboni, con lo que dio a entender la negativa a abandonar las movilizaciones en la calle más allá de las promesas del Gobierno.
Zabaleta estuvo acompañado por el secretario de Economía Social, Emilio Pérsico, quien a su vez es secretario general del Movimiento Evita, y del viceministro Gustavo Aguilera, mientras que del otro sector estuvieron, además de Belliboni, Oscar Kuperman, Cristina Mena, Leonardo Bianchi, Melina Kuschnir, Federico Alonso, todos del Movimiento Teresa Rodríguez, y Mónica Sulle y Nahuel Orellana, por el MST, entre otros.
Si bien ambos sectores coinciden en la importancia de convertir los planes sociales en trabajo, los movimientos temen que se creen puestos de trabajo precarizado, ligado a la obra pública y a las tareas comunitarias en municipios con una remuneración por debajo del salario mínimo, se anticipan.
Para compensar ciertas preocupaciones, desde Desarrollo les recuerdan el acuerdo que propició Zabaleta para permitir que los trabajadores golondrina que sean contratados en blanco puedan seguir percibiendo los planes sociales, aunque todavía no fue puesto en marcha en forma completa.