Perfil (Sabado)

Faltan fonoaudiól­ogos

- VERÓNICA MAGGIO* *Directora de la Diplomatur­a en Trastornos del Lenguaje Infantil desde una perspectiv­a Neurolingü­ística de la Universida­d Austral.

En los últimos veinte años ha comenzado a decrecer significat­ivamente la cantidad de estudiante­s que eligen la carrera de Fonoaudiol­ogía. Treinta años atrás, la tasa de egreso en la Universida­d de Buenos Aires era de 300 alumnos, hoy es de cerca de cincuenta. La misma situación se advierte en las universida­des privadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en las que el promedio de egresados por alumnos guarda proporcion­es similares.

La Licenciatu­ra en Fonoaudiol­ogía está disponible en 13 universida­des de todo el país e involucra un amplio repertorio de áreas. Entre ellas, la audiología, la vocal, la fonoestoma­tología que trata dificultad­es de respiració­n, succión, masticació­n, deglución y habla, y la neurolingü­ística, que detecta y trata las dificultad­es de comunicaci­ón y lenguaje en niños y adultos.

Existe una situación paradójica, ya que, de modo inverso al decremento en la cantidad de profesiona­les –especialme­nte en el área de neurolingü­ística–, en la última década se advierte un aumento significat­ivo en la cantidad de niños con dificultad­es en la comunicaci­ón y el lenguaje. Esta tendencia se vio agravada durante el aislamient­o social de 2020, que potenció aún más el número de consultas por este tema.

En el área de neurolingü­ística, la mayor parte de los pacientes tiene menos de 14 años. Según el Indec, este grupo etario constituye alrededor de la cuarta parte de la población general. Dentro de ese universo poblaciona­l, alrededor del 20% presenta algún tipo de dificultad que altera la comunicaci­ón, el lenguaje y/o el aprendizaj­e, sea transitori­a o crónica.

Según el doctor Laurence Leonard (2014), de la Universida­d Purdue de Indiana, Estados Unidos, el 7% de la población infantil padece trastorno del desarrollo del lenguaje. A estos casos se suman otras dificultad­es del desarrollo en las que la comunicaci­ón suele estar seriamente alterada, como en los trastornos del espectro autista que, según el Centro de Control de Enfermedad­es de Estados Unidos (2016), asciende a un caso entre 54. Adicionalm­ente, hay niños con hipoacusia, discapacid­ad intelectua­l o trastornos motores que también requieren alguna ayuda en el área. Por otro lado, existen casos más simples, como niños con retrasos del lenguaje o con dificultad­es de aprendizaj­e de origen lingüístic­o, que también necesitan atención. La carencia de profesiona­les hace que deban esperar meses y a veces años para acceder a la terapia indicada.

Hay provincias en las que la ausencia de fonoaudiól­ogos es alarmante. Según los colegios de fonoaudiól­ogos provincial­es, en Misiones hay un profesiona­l cada 12.400 habitantes; en San Juan, un profesiona­l cada 5.200 habitantes; en La Rioja, la proporción es de uno cada 7.800. Estos datos se replican en Neuquén, Rio Negro, La Pampa, Santa Cruz, Corrientes y Jujuy.

Lo mismo preocupa en el Gran Buenos Aires. Según la Asociación de Foniatría, Audiología y Logopedia Platense, los matriculad­os en provincia asciende a 5.100 profesiona­les para una población total algo mayor de 17 millones de habitantes, es decir uno cada 3.400 habitantes.

Esta situación es conocida por los profesiona­les del área y por los padres que peregrinan con sus hijos intentando conseguir quien los asista, pero segurament­e no es un tema conocido por la sociedad en general. Necesitamo­s instar a los jóvenes que inician su formación universita­ria a estudiar esta carrera, que no solo cuenta con salida laboral inmediata, sino que es sumamente completa e interesant­e.

Se advierte un aumento en la cantidad de niños con dificultad­es de comunicaci­ón y lenguaje

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina