Dioses de ayer y de hoy

La crisis es ocasión de nuevas oportunidades, como bien nos enseñó el macrismo. Los que no volvimos a poner un parripollo o montamos una canchita de paddle en algún terrenito desocupado, fuimos corriendo a fabricar cerveza artesanal o a importar drones. En mi papel de fiel cronista, yo me limité a inspeccionar las cuadras aledañas a mi domicilio y me encontré un kiosco de diarios y revistas de avenida Cabildo reconvertido en una librería de usados al aire libre, donde compré a solo doscientos pesos Los misterios de Jesús. El origen oculto de la religión cristiana, de Timothy Freke y Peter Gandy, un mamotreto en tapa dura publicado hace una punta de años por Grijalbo.

El libro es monumental, documental. En las cien páginas que hasta ahora leí, se atiene de manera tan estricta al propósito que lo titula que en su recorrido no encuentro una sola idea, una sola interpretación, sino una serie de citas y remisiones que explican una y otra vez que, más allá de su existencia real o no, la figura de Cristo es una construcción político-cultural que resume los cultos, las anécdotas, milagros y peripecias vitales y narrativas de los dioses hoy perdidos, egipcios, asirios y babilónicos, en un fenómeno que reúne a la vez la sublimación de esas prácticas y la demonización de sus representantes originales(mitra, Zoroastro, Osiris-dionisios). Citando a la que muchos llaman su Jefa, que dice que todo tiene que ver con todo, uno tiende a preguntarse qué forma de representación asumirá el kirchnerismo ahora.