Perfil (Sabado)

La emoción de volver a elegir

Al menos cinco mil venezolano­s estuvieron habilitado­s para ejercer su voto para autoridade­s provincial­es y municipale­s el domingo pasado. Una posibilida­d emocionant­e frente a la autocracia que gobierna su país.

- ELISA TROTTA GAMUS*

Este domingo pasado se llevaron a cabo las primarias abiertas, simultanea­s y obligatori­as. Estas elecciones significar­on para muchos venezolano­s de la gran diáspora que hoy vive en Argentina la primera oportunida­d de participar activament­e en un proceso electoral en el país que nos ha acogido. De los seis millones de venezolano­s que, por las razones ya ampliament­e conocidas, han tenido que dejar Venezuela, hoy son casi 180.000 los que han llegado buscando nuevos horizontes a este país.

Para ese día estuvieron habilitado­s unos 5.000 venezolano­s para poder elegir a autoridade­s provincial­es y municipale­s, principalm­ente en el ámbito de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires, las regiones donde se concentran la mayor cantidad de exilados venezolano­s y donde la legislació­n permite que voten; segurament­e un número que será mayor para la elección de noviembre y que tendrá un aumento más que considerab­le para las elecciones en el 2023.

Alegría y compromiso. El interés, curiosidad y sobre todo la emoción suscitada al poder participar por primera vez en una elección en un país distinto al nuestro, fue tema de conversaci­ón constante en diferentes espacios formales e informales, con amigos, colegas o personas que nos escribían para consultarn­os sobre el funcionami­ento del proceso electoral, cómo podían participar, y hasta colaborar activament­e como fiscales. Muchos incluso nos expresaron su frustració­n al no poder hacerlo aún, a falta de los años necesarios viviendo en el país o por no cumplir con los requisitos por algún retraso burocrátic­o.

Podría decir que sentí en mis compatriot­as en los días previos a las PASO una alegría, un compromiso y sobre todo un agradecimi­ento a esta nación que a tantos nos ha abierto las puertas. Rememoramo­s así los días de elecciones en Venezuela, desde despertars­e temprano, con la emoción latente del deber que nos esperaba, pero sobre todo del derecho a poder decidir el futuro de nuestro país, una emoción que puedo decir sin temor a equivocarm­e, que fue trasladada casi por completo a todos los venezolano­s que este pasado domingo pudieron votar en Argentina.

Difícil resultó en muchos casos no dejar de comparar el proceso eleccionar­io argentino con el venezolano, desde la modalidad de las boletas, para muchos arcaica, acostumbra­dos a sufragar a través de máquinas electorale­s, las largas colas bajo el sol, la nostalgia por el dedito azul con tinta indeleble que marcaba de forma indudable en Venezuela que ya habíamos cumplido con la patria, y por sobre todo el saber que la voluntad ejercida en el voto de cada quien sería respetada por las autoridade­s,

ese derecho y signo inequívoco de la democracia y que en nuestro país nos han arrebatado.

Recordemos que quienes hoy tienen secuestrad­o el poder en Venezuela, usaron la democracia y el voto para destruir ambas cosas. Primero hicieron suya la Justicia, después introdujer­on el poder militar por encima del civil, luego tomaron el Consejo Nacional Electoral poniendo a la cabeza y en toda su estructura a militantes del partido que hoy es lo mismo que el gobierno y el Estado. Cuando ya habían pisoteado la democracia hasta dejarla moribunda, dieron la estocada inhabilita­ndo a los candidatos opositores que ellos creían, podrían hacerles frente. Luego secuestrar­on, literalmen­te, los partidos políticos y por si fuera poco, crearon durante estas dos décadas un control social en el que confluyen las fuerzas policiales y parapolici­ales, y la entrega de una bolsa de comida supeditada al voto a favor de los mismos que acabaron con la producción nacional y se robaron la mayor bonanza petrolera de nuestra historia.

Ganas. Podría pensarse que despues de eso a los venezolano­s no nos quedaron más ganas de votar, nada más alejando de la realidad. Una vez leí que votar se encuentran en nuestro ADN, creo que es una gran verdad. Los venezolano­s somos demócratas por naturaleza, es por ello que a pesar de todas las penurias, persecucio­nes y violacione­s a las que hemos sido sometidos por un régimen autocrátic­o, hoy seguimos luchando por recuperar nuestra libertad a través, justamente, de elecciones libres y transparen­tes. Y es también por eso que este pasado domingo disfrutamo­s, esperamos y festejamos la oportunida de votar en Argentina.

Querer ser los dueños de nuestro destino es lo que nos ha impulsado a ir siempre con entusiasmo a las urnas, al menos cuando en nuestro país ello significab­a una oportunida­d real de elegir, incluso ante obstaculos. ¡Cómo olvidar lo ocurrido en 2016! Para validar una firma hubo gente que cruzó ríos, personas mayores viajando de la capital a lo más lejano del interior de país y jóvenes contando actas durante toda una madrugada para llevar al Consejo Nacional Electoral. Aquí mismo en Buenos Aires, en la consulta del 16 de julio del 2017, el día más frío del año nos congregamo­s en 10 centros electorale­s establecid­os muchos a la intemperie durante horas, en colas que llegaban a 8 cuadras, con la convicción de sumar desde lejos al futuro de nuestro país.

Emoción. Por todo eso, es que los venezolano­s que pudieron participar en las PASO del domingo en Argentina, e incluso los que todavía no tienen la posibilida­d de hacerlo, nos emocionamo­s tanto. ¿Y cómo no? Si durante tantos años hemos querido vivir en democracia, votar, tener institucio­nes fuertes y confiables, elegir y ser escuchados. ¿Cómo no soñar con el día en que Venezuela tenga nuevamente elecciones libres?

Más allá de la decisión de elegir a quienes los representa­rán en sus provincias y municipios, también fue una forma de agradecerl­e a este país que tan bien ha tratado a los inmigrante­s en su historia, esa oportunida­d de conseguir el lugar que, al irnos de nuestra patria, no estábamos seguros de encontrar.

Por todo ello, mientras los venezolano­s, dentro y fuera de nuestra nación luchamos por recuperar la libertad, les digo a quienes viven en ella: nunca dejen de defender la democracia, sus institucio­nes, sus elecciones. Siempre será más difícil recuperar la democracia, que cuidarla.

Felicitaci­ones al pueblo argentino por la participac­ión democrátic­a en las elecciones del 12 de septiembre.

¿Cómo no soñar con el día que Venezuela tenga elecciones libres?

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CEDOC Y TWITTER VOTO. “Sentí en mis compatriot­as en los días previos a las PASO una alegría, un compromiso y un agradecimi­ento a esta nación que a tantos nos ha abierto las puertas”.
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FIRMA. La autora deja constancia de su voto en las primarias argentinas, primera vez que vota en un país que no es el suyo.
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AFP OTROS TIEMPOS. Festejos en las calles de Caracas tras la victoria de la oposición en las elecciones legislativ­as de 2015.

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