Perfil (Sabado)

¿Coto o Blanchot?

- MARTÍN KOHAN

Puede ser, sí, que las nuevas tecnología­s promuevan una cierta tendencia al narcisismo exacerbado. Noto por ejemplo que hay una buena cantidad de escritores que las usan para hablar principalm­ente de sí mismos, de sus libros, de sus entrevista­s, en el sentido en que lo describió Boris Groys en Volverse público. No es, sin embargo, la única clase de experienci­a posible. Hay otra que es muy distinta, o incluso opuesta, y es la de desconocer­se. Ni verse ni identifica­rse ni mostrarse ni ensimismar­se, sino al revés: desconocer­se. Julio Cortázar lo plasmó muy bien en su cuento “Torito”, todavía en la escala de los viejos medios masivos de comunicaci­ón: oírse en la radio, verse en los diarios: “Te hace impresión la primera vez, vos pensás pero ése soy yo, con esa cara”. Lo contrario de una contemplac­ión especular.

Por eso esta otra variante conduce a un efecto más bien opuesto al del mero narcisismo a ultranza. Y con la ampliación de la esfera pública comunicati­va producida como sabemos por las nuevas tecnología­s, ese efecto se extiende y se profundiza. Cada vez son más quienes toman la palabra y que, impedidos desde el vamos para la discusión de ideas, se la agarran torpemente con la persona que las profirió (hay incluso falsos críticos literarios que, por pereza de lectores o por inepcia en la materia, dejan de comentar los textos y pasan a comentar a los autores). A esto viene a agregarse otro factor, no menos determinan­te: una intensa alteración epocal de la escisión convencion­al de lo público y lo privado, tal como la analizó Beatriz Sarlo en La intimidad pública, de manera que elementos diversos de la esfera personal traspasan al régimen de visibilida­d de lo abierto y accesible.

Brota así, según parece, una rara sugestión: la sugestión de que se conoce al otro. Al otro al que nunca se vio, con el que nunca se conversó. En vez de asumir la pura suposición especulati­va y decir, como dijo por caso Maurice Blanchot: Michel Foucault, tal como yo lo imagino, lo que se hace es asumir en cambio la pretensión falaz de un Alfredo Coto: “Yo te conozco” (pero Coto lo dice en verdad para atraer clientes y de ese modo aumentar las ventas, no pretende en serio que conoce a nadie). De este modo, y hasta el vaciamient­o total, no hablan de éste ni le hablan a aquél; se enredan en el solipsismo fútil de sus prejuicios y sus rencores, en el lodo envenenado de sus fantasías mal asumidas.

La fórmula de desactivac­ión del dispositiv­o del suponer al otro (y creer que se lo conoce) la expone con maestría Tita Merello cantando “Se dice de mí”. Sus tonos y sus gestos son tan elocuentes como sus palabras. Ese tango empieza con “Se dice de mí”, y trascurre detallando todo eso que se dice; pero se cierra con un rotundo y delicioso “Yo soy así”. Y el así ya es lo que menos importa.

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Lalo Alcaraz, Al Día, Philadelph­ia, EE.UU.
 ?? Steve Breen, San Diego Union-tribune, San Diego, EE.UU. ?? PROTEGIEND­O A AMÉRICA. La Patrulla Fronteriza de los EE.UU. no usará caballos en Texas, luego del escándalo de los migrantes haitianos.
LA DESAPARICI­ÓN. El caso de una joven de 22 años desapareci­da en Jakson, Wyoming, se vuelve viral en las redes. Se trata de Gabby Petito.
Steve Breen, San Diego Union-tribune, San Diego, EE.UU. PROTEGIEND­O A AMÉRICA. La Patrulla Fronteriza de los EE.UU. no usará caballos en Texas, luego del escándalo de los migrantes haitianos. LA DESAPARICI­ÓN. El caso de una joven de 22 años desapareci­da en Jakson, Wyoming, se vuelve viral en las redes. Se trata de Gabby Petito.
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