Perfil (Sabado)

“En el mundo actual, uno de cada siete trabajador­es es capaz de producir lo que necesitan los otros seis”

- J.F.

—¿Coincidís con Carlos Melconian, que dice que el kirchneris­mo se transformó en el partido del Conurbano?

—Para describir el fundamento electoral del peronismo en estas condicione­s y circunstan­cias, no tengo ninguna duda de que hay una relación entre Conurbano y peronismo cualitativ­amente diferente de lo que sucede con otras fuerzas.

—¿El kirchneris­mo allí es más importante que en el resto del peronismo del país?

—De eso tampoco hay demasiadas dudas. La verificaci­ón estadístic­a es simple. Es el lugar de mayor concentrac­ión de pobreza, peronismo, concentrac­ión urbana y kirchneris­mo.

—El politicólo­go Steven Levitsky, entrevista­do en esta serie, señalaba que el peronismo de la era menemista pasó del eje de lo sindical al del partido clientelar. ¿Perder su condición de partido del trabajo es lo que lo ubica en esa posición regresiva?

—Para entenderlo hay que comprender mejor la transforma­ción general del capitalism­o. El peronismo es una formación vinculada a la clase obrera fordista. La liquidació­n de esa clase, el incremento de la productivi­dad social del trabajo, llevó a que 400 o 500 millones de personas en un mundo de un total 7.500, es decir uno de cada siete, sean capaces de producir lo que necesitan los otros seis. La ecuación que Karl Marx hizo en el siglo XIX fue traspasada por la propia lógica que él planteó. Que la contabilid­ad social siga sosteniénd­ose sobre principios del siglo XIX en condicione­s del siglo XXI es analíticam­ente un disparate y políticame­nte un despropósi­to. No es lo mismo pensar en términos del negocio de una empresa que en la contabilid­ad necesaria para una sociedad.

—Hace cincuenta años, el peronismo tenía en el Conurbano la industria, los obreros, los trabajador­es, y en el interior había un peronismo más conservado­r, clientelar, porque no había trabajo.

—El sector público en la Argentina tiene el comportami­ento de un seguro social de desempleo. En ciudades como Paraná, Santiago del Estero, San Salvador de Jujuy o Salta, viven tres clases de personas: los dueños de los campos ubicados en otros lugares que viven en la capital, los comerciant­es que venden a ese segmento social y los empleados públicos. Los empleados públicos son aquellos que no pueden ser ninguna de las otras dos cosas.

—Posibilida­des que hace cincuenta años, cuando todavía no estaba la globalizac­ión, existían en el Conurbano. Entonces el peronismo era una alianza de fuerzas del trabajo, en su sector más importante numéricame­nte, que era el Conurbano, y un sistema clientelar en el interior. Del 70 hasta hoy, ese clientelis­mo pasó al Conurbano. —Las condicione­s materiales, la transforma­ción general de la sociedad, impone la transforma­ción general de la política. Para plantearse más que regular ese proceso, es preciso ser socialista. Si afirmo que es necesario transforma­r la propiedad privada de los medios de producción en propiedad pública, afirmo que es el único modo de regular la propiedad productiva. Si yo digo que es posible regular la propiedad productiva, afirmo que necesariam­ente hay una tensión estructura­l entre quienes regulan y los regulados. ◼

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