“Siempre hay amor en la creación”
Hice este álbum porque estaba en un sitio de paz y alegría”, dice muy relajado Jason Mraz, y habla de Look For The Good, una producción enamorada del reggae de la cual donó todas sus ganancias a diferentes ONG. Suma en diálogo con PERFIL: “Fue muy bueno que me ayudaran a hacer el disco, que lo escuchen. El disco me ha dado alegría, y siento que genera alegría: mi éxito con canciones como I’m Yours me ha permitido ser libre, un libertad excepcional pero libertad al fin, y mi idea es compartir esa sensación y sumarle alegría”.
—¿Dónde sentís que nace tu amor con la música?
—Si, por supuesto. Hay tantos momentos pequeños que hacen a esa gran sensación. Por ejemplo, practicar, sin saberlo, mis armonías con lo que sonaba en la radio, mientras estaba sentado en el asiento de atrás. Una canción sonaba y quería entender porqué sonaba así, tan poderosa y tan completa de sonidos. Teníamos un piano en casa, al que solía golpear buscando sentido a la música. Cada vez que escuchaba una armonía, algo me intoxicaba de la mejor manera. Hasta las buscaba en la aspiradora mientras funcionaba. Y nunca deje de buscar esas armonías. La música es básicamente eso: el caos de las armonías convertido en un perfecto orden. Realmente amo eso.
—¿Qué aprendiste del mundo que solo podrías haber aprendido a través de la música?
—Todos somos lo mismo. Es fácil creer que no: mucha de la información que leemos, que define la historia, se basa en las diferencias, las culturales, las sociales. Y desde ahí, siempre tenemos un enemigo. Alguien que piensa distinto que nosotros. Una vez que nos reunimos, sea por un concierto o por una fiesta, no se puede distinguir las ideologías. Hay algo de eso, de ser humanos e intentar cuidarnos, esquivar los conceptos horribles, que creo nos une. Siempre hay amor en el centro de todo, de la creación, de la familia, de muchas otras cosas buenas.
—¿Qué crees puede hacer la música por nosotros en este momento donde todo parece recién volver a lo que era antes?
—La música es la mejor arma del mundo contra la tristeza. Desde ponerte auriculares y formatear como te sientes, o incluso levantar un instrumento, y conectar con el legado, con el superpoder, que es combinar ritmo, melodía, armonía y letras. Somos la única especie que puede crear. Hay muchas formas en la que podemos permitirle a la música que nos eduque y que nos ayude. Para permitirle a nuestra consciencia dejar de preocuparse por el futuro o estar enojado con el pasado: la música es ahora y ya.