Francia dará un bono de 100 euros por la inflación
El gobierno francés anunció un pago único de 100 euros para aquellos hogares con ingresos mensuales menores a los dos mil euros netos, como forma de paliar el alza del precio de las tarifas de energía, que están teniendo un gran impacto sobre la inflación, y prometió congelar el valor del gas durante todo el año próximo.
“Obviamente queremos proteger a los franceses, sobre todo a los que trabajan duro y están soportando con toda su fuerza estos aumentos de precios”, dijo el portavoz del gobierno, Gabriel Attal.
El primer ministro, Jean Castex, dijo que el “pago por inflación” único se otorgará a todos aquellos que ganen menos de 2.000 euros netos al mes, incluidos los trabajadores del sector público y privado, los autónomos, desempleados y los jubilados. La distribución del dinero comenzaría a finales de diciembre.
Castex dijo que beneficiaría a unos 38 millones de personas, que deberán realizar ningún trámite ya que el pagó será automático.
El ejecutivo francés buscaba desde hacía días una “medida simple, justa y eficaz” para proteger el poder adquisitivo, ante una situación que podía representar una bomba de relojería a seis meses de la elección presidencial.
Un aumento global en los precios del petróleo y el gas, causado por un aumento en la demanda y la escasez de oferta, elevó los precios en estaciones de servicio y hogares. El fenómeno se da en varios países de Europa y se está sintiendo de forma aguda en Francia, especialmente en las zonas rurales y en las afueras de las ciudades, donde la gente depende de sus coches.
Reelección. El presidente Emmanuel Macron aún no confirmó que buscará la reelección en los comicios de abril, aunque se da por descontado que lo hará. Con medidas con evitar la ira de los sectores de bajos ingresos, que ya en el pasado, como durante las protestas de los llamados “chalecos amarillos”, le valió el calificativo de “presidente de los ricos”.
El anuncio del pago de los 100 euros llega a días del tercer aniversario de la aparición de los “chalecos amarillos”, cuya revuelta comenzó precisamente por el precio del gasoil.
El manejo de la pandemia, en especial los subsidios que el gobierno dio a las empresas para que no se perdieran puestos de trabajo, le había permitido a Macron recuperar en parte su imagen, pero el impacto sobre el costo de vida de la crisis energética mundial puede volver a afectarlo.