Las palabras que definen al genio y su azar
No me hice a semejanza del mundo, sino que logré que un cacho del mundo fuera semejante a mí.
Maradona es el 10, yo soy el 9.
Mercedes Sosa fue mi amiga, mi madre y mi novia. El lugar de ella no lo ocupa nadie.
Soy un freak, un monstruo. Y a mucha honra.
Yo estoy tratando de hacer una música que suene internacional pero que sea argentina por sus letras y su modo de armonizar. No tengo miedo de la despersonalización porque cada vez soy más un actor, incorporo la plástica, el cine, la iluminación y el vestuario.
Ahora el rock es una bola de luces, humo, culos… Como Tinelli. No es rock.
Los Beatles son música clásica de Marte.
Ahora los discos se hacen como si fueran… es una oficina. Tic tic tic tic tic tic. ¿Y la batería? La saco de este disco. Pi pump um pum. ¿Qué sé yo? A la música no le hace bien –por ahí soy un poco tradicionalista– pero para mí la música es melodía, armonía y ritmo, y lo que hay ahora es ritmo, pero le falta la melodía y la armonía.
El problema del retiro es para los futbolistas, para las modelos. Pero yo hasta que me muera voy a tocar y cada vez mejor.
¿Yo más grande que Lennon? Sí, porque lamentablemente Lennon se murió.
Yo había terminado de grabar Vida. Luis Alberto Spinetta se acercó y me dijo: ‘Vos tenés mucho talento, cuidate de los vampiros’.