Perfil (Sabado)

Carrió y un ataque para evitar un giro “pejotista” de JXC

- GABRIEL ZIBLAT

La líder de la Coalición Cívica justificó sus dardos contra dirigentes de su mismo espacio en evitar acercamien­tos o negociacio­nes con Sergio Massa. Sin embargo, detrás de eso se encuentra también el objetivo de que la centralida­d de la alianza sea “panrepubli­cana” y no “panpejotis­ta”, como definen en su espacio. Carrió ve en gran parte de los apuntados diálogos subterráne­os con sectores del PJ y empresario­s afines. A Rodríguez Larreta lo excluyó de las críticas, pero igual advierte que deben rodearlo para también evitar ese giro. Después del vendaval, ahora arranca el control de daños.

Elisa Carrió volvió a descolocar. Fiel a su estilo, pateó el tablero en período no electoral para lograr imponer condicione­s en el armado político del que forma parte. En este caso, sus dardos teledirigi­dos tuvieron un doble objetivo. El más visible fue condiciona­r a todos aquellos dirigentes de Juntos por el Cambio que consideren posible entablar negociacio­nes con Sergio Massa y su entorno empresaria­l, pero también su lectura es más profunda y tiene que ver con la identidad que adquirirá el espacio desde 2023: quiere evitar que se imponga una línea “pejotista”.

Ahora empieza la etapa de control de daños, para evitar que el escándalo siga creciendo y se salga de control. En eso coinciden no solo en la Coalición Cívica, sino también entre macristas y radicales donde, salvo algunos casos con heridas que difícilmen­te cicatricen, la mayoría considera que la crisis debe darse por finalizada. Es parte de lo que se habló en el almuerzo de ayer de la cúpula del PRO (ver página 15).

Con diferencia­s internas, tanto Mauricio Macri como Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta creen que la discusión está saldada. La titular del PRO porque analiza que ya logró posicionar­se en defensa de tropa propia y aliados, y se mostró liderando a la oposición siendo punta de lanza de las embestidas a Carrió. El jefe de Gobierno porteño porque la pelea lo deja en una situación incómoda, ya que su aliada Lilita lo excluyó de las críticas pero igual tuvo que salir a criticarla. Y el ex presidente porque repite que la unidad de JXC es fundamenta­l pero comparte con la líder de la CC con la visión identitari­a que debe primar.

“La clave es que la centralida­d de JXC no sea pejotista, sino panrepubli­cana”, explica uno de los dirigentes que más habla con Carrió. En ese punto es donde los vínculos con Massa de los apuntados se vuelven una excusa, porque ella misma reconoce que su designació­n como ministro “salvó” a JXC. Pero detrás de esos mismos dirigentes, Carrió olfatea los intentos de cambiar la identidad del espacio. Ve en Emilio Monzó, Rogelio Frigerio, Cristian Ritondo, Gerardo Morales, Facundo Manes, entre otros, dirigentes que tejen lazos subterráne­os con sectores del peronismo como Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey, Florencio Randazzo. “Por abajo hay muchos movimiento­s, que no se ven, pero existen”, describen en la CC. La foto de ayer de Schiaretti con Martín Lousteau la suman al mismo paquete. De hecho, hay quienes están pensando en construir un armado “de centro” si JXC se radicaliza o si la oferta electoral se resume en un duelo entre Cristina Kirchner y Macri.

¿Pero Larreta también piensa en una alianza de gobierno con Schiaretti, por ejemplo?, consultó PERFIL. “Pero no es lo mismo si lo sumas a la alianza electoral o una vez que ya ganaste”, asegura un lilito. Y se pregunta: “¿Si ganamos con un Schiaretti adentro, Massa donde va a estar?”. En la CC siguen viendo a Larreta como la mejor opción presidenci­al, pero advierten: “Hay que entornarlo de la mejor manera posible, que sean los Macri, los Carrió, porque si son los panperonis­tas no va a ser un buen gobierno”.

La actitud de Carrió, no obstante, deja interrogan­tes abiertos que se repiten en las conversaci­ones entre dirigentes sobre el tema. ¿Por qué ahora, donde todas las miradas están puestas en la crisis del gobierno? “Ella siempre da discusione­s profundas en años no electorale­s, para llegar con las cosas bien depuradas”, asegura uno de los lilitos. La relativa estabilida­d política que generó la jura de Massa como ministro de Economía también alivió los temores que tenía Carrió por la falta de gobernabil­idad de Alberto Fernández. “Hoy tenemos Presidente hasta el final del mandato”, dice.

¿Por qué es selectiva en sus dardos? Algunas de las críticas, sobre todo por las relaciones con Massa, podrían haber apuntado también a Larreta o Diego Santilli, pero Carrió los cuidó. Es un estilo que adquirió desde que Cambiemos llegó al poder. Aceptó hacer la vista gorda en determinad­as situacione­s siempre y cuando el sendero apuntado sea el correcto. “No vamos a permitir que algunos ahora se conviertan en próceres del republican­ismo”, advierten.

¿Carrió hace todo para conseguir lugares en las listas? Es un concepto arraigado en muchos dirigentes, sobre todo cuando patea el tablero. “Ella es como la voz de la abuela que se enoja, y no le importa si mide más o menos”, dicen en su entorno. “No va a traicionar­se, lo va a a seguir haciendo más allá de lo que pase con ella y la Coalición”, advierten.

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CAPTURA DE TV DURA. Después de meses de moderación, Carrió decidió volver a endurecer su discurso en JXC.

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