Maltrato infantil en el deporte, el drama que desnuda el documental de Pérez Roldán y se repite cada vez más
El extenista tandilense, que llegó a estar entre los mejores jugadores del mundo entre los años 1986 y 1996, reveló detalles desconocidos de cómo su padre lo castigó física y mentalmente a lo largo de su carrera. Su caso -que salió a la luz en la docuserie Confidencial- expone una metodología de maltrato deportivo que lamentablemente sigue vigente en la relación entre padres e hijos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres de cada cuatro chicos de 2 a 4 años sufren castigos físicos por parte de sus progenitores. Qué dicen los especialistas.
El estreno del documental Guillermo Pérez Roldán confidencial puso en el tapete el debate sobre las presiones que ejercen los padres sobre sus hijos a la hora de alcanzar el máximo potencial en lo deportivo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 casi tres de cuatro chicos de 2 a 4 años sufren castigos físicos o violencia psicológica de manera regular por parte de sus progenitores y cuidadores. Las consecuencias del maltrato infantil incluyen el deterioro de la salud física y mental de por vida.
Cada año –estima la OMS– hay 40.150 muertes por homicidio en niños menores de 18 años, algunas de las cuales probablemente se deban al maltrato infantil.
En la serie, el extenista hace referencia a la violencia física, abuso psicológico y engaños económicos que sufrió a lo largo de su carrera de parte de su padre, Raúl, quien además era su entrenador y representante.
En el documental, el propio Pérez Roldán, que llegó al puesto 13º en el ranking de la ATP, cuenta lo que significó para él y su familia (en este caso su madre y Mariana, su hermana) ser el depositario de la violencia y la crueldad extrema que sufrió dentro y fuera de las canchas de tenis, con la enfermiza obsesión de que se convirtiera en uno de los mejores jugadores del mundo.
Si bien el destrato y la violencia por parte de los padres hacia sus hijos, entrenadores o árbitros son más habituales de lo que se cree, sobre todo en categorías infantiles, nunca fueron expuestas de la manera en la que lo hizo el extenista. A través de su duro relato mostró, como pocos, su sufrimiento al punto de intentar quitarse la vida.
En este sentido, el extenista Andre Agassi fue uno de los pocos que también expusieron la obsesión de su padre en convertirlo en un astro del deporte. Lo hizo en su libro de memorias, Open.
Tras ganar nueve títulos oficiales, Pérez Roldán tuvo que dejar el tenis antes de los 30 años debido a una lesión crónica en su muñeca derecha. Como una trágica ironía de la vida, se lesionó la mano por defender a su padre en una pelea callejera.
El deporte es una de las manifestaciones en las que los hijos canalizan las ambiciones y frustraciones de sus padres. En este caso, los chicos son utilizados en función de lo que pretenden los padres hasta que ponen distancia, como por ejemplo dejando de practicar el deporte. Este tipo de acciones violentas también lo padecen quienes realizan otros tipos de actividades (en especial las artes). Además, aunque en menor medida, quienes dan sus primeros pasos en el aprendizaje escolar. El propio Pérez Roldán contó cómo su padre lo castigaba con un cinturón por no saber las vocales.
Ricardo Rubinstein, médico psicoanalista y autor del libro
Deportes al diván, explicó que “este tipo de personalidades toman al hijo como si fuera parte de sí mismo, y no como un ser independiente. No entienden que el hijo también tiene ambiciones, deseos, expectativas que son diferentes a las suyas”.
“Los padres vuelcan sus necesidades, anhelos y frustraciones sobre los chicos, y en lo que el hijo, se presupone, va a conseguir”, afirmó quien también es titular en Función Didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
Consultado sobre el método de enseñanza basado en el rigor y el castigo, Rubinstein señaló que “varios creen, en especial los padres, que si el resultado obtenido no es el deseado, aplicando el sadismo, en el que están implícitos el castigo y el rigor, el chico va a mejorar su
performance. Es un modelo que actualmente está perimido, pero que durante muchos años fue lo que imperó como patrón de enseñanza. Es decir, el aprendizaje a través del sistema punitivo”, completó.
Respecto a la violencia económica, tal como se asegura en el documental, el psicoanalista aseguró que, “al entender que el hijo es su prolongación, lo que genera lo toma como si le perteneciera. Se sienten con el derecho de disponer de la vida, carrera, decisiones y del dinero del hijo”.
Por su parte, Sergio Grosman, médico psiquiatra, presidente del Capítulo de Psicoterapias de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), entendió que “un padre, y más aún si es el entrenador, tiene más herramientas de poder coercitivo sobre su hijo. Si un chico es maltratado por un entrenador, puede cambiar de club, pero si quien lo maltrata es el padre no puede cambiar de familia. En la mente del niño esa persona que ejerce violencia sobre él es la persona que lo quiere, que lo cuida y de quien depende”.
“Ese padre, como todos los padres, tiene un poder muy grande sobre su hijo. Esta dependencia natural de los hijos hacia sus padres, tanto material como afectiva, hace que tengan más poder para el uso de la coerción. Esta situación genera que el hijo trate de complacerlo, pero al mismo tiempo genera una destrucción de su autoestima y confianza en sí mismo”, completó Grosman. Por último, el médico psiquiatra aseguró que “para el chico que sufre violencia de su padre, ese papá es el papá que conoció. Y que ese padre es el papá que lo quiere y es, además, el papá que le dice que no se está esforzando lo suficiente y, a la vez, el que quiere lo mejor para él. En este caso, el hijo piensa que el padre recién lo aceptará cuando sea el mejor en lo que hace. Caso contrario, sentirá que es su culpa”.