El Senado dio una rápida señal de unidad frente a la agresión
La agresión a Cristina Kirchner encendió de inmediato las alarmas en el oficialismo, sobre todo en el Senado, donde antes de la medianoche del jueves ya se había realizado una convocatoria tanto a propios como opositores para dar un mensaje de unidad y concordia.
La sesión especial en la que se habían dedicado varias horas a cuestiones de privilegio contra la Vicepresidenta, en el marco de su proceso judicial y los incidentes en su domicilio una semana atrás, había terminado hacía apenas un rato.
Fue el jefe del interbloque del Frente de Todos José Mayans junto a la vicepresidenta del espacio Anabel Fernández Sagasti, más sus pares de Juntos por el Cambio Alfredo Cornejo y Luis Naidenoff, quienes encabezaron la reunión junto a los miembros de sus bloques. Para sellar el momento, hubo una foto conjunta que reflejó la espontaneidad de la convocatoria pero también la preocupación por la situación. Si bien se había anticipado una posible convocatoria para el fin de semana, serán solo los diputados los que se reunirán hoy. Es que la mayoría de los senadores ya se volvieron a sus provincias después de la sesión y consideraron suficiente la manifestación de apoyo del jueves por la noche.
Allí también estuvo la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, y diputados de distintos bloques.
Mayans reconoció que valoran el apoyo de la oposición y que se espera el “pronto esclarecimiento” del hecho. También reveló que tuvo una comunicación con la Vicepresidenta, que se encontraba bien ya que es “una persona de un gran espíritu”.
“Nos hemos reunido para expresar nuestro repudio y expresarle nuestro apoyo a la vicepresidenta por este hecho lamentable a ella y a su familia. Esperamos el pronto esclarecimiento de este hecho y lamentamos profundamente lo que ha pasado”, dijo.
Mayans instó además “a trabajar por la paz social” y aseguró que “no la mataron” a la vicepresidenta porque “Dios es grande”.
El diputado y titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, del Frente de Todos, afirmó que el ataque a Fernández de Kirchner forma parte de “agresiones sistemáticas y simbólicas de violencia de género” que viene sufriendo y convocó a repudiar la agresión.
Por su parte, el senador Oscar Parrilli explicó por qué la expresidenta no reaccionó y siguió firmando autógrafos con normalidad tras el intento de magnicidio, e indicó que no descarta que “haya alguien detrás” del ataque.
Pese a que la vicepresidenta tuvo un acto reflejo luego de que el atacante gatillara en la cabeza, Cristina Kirchner continuó firmando libros, Parrilli explicó que “ella en ese momento no percibió la gravedad, ni mucho menos, ni vio porque fue un hecho muy relámpago”.