Perfil (Sabado)

Ucrania en riesgo si el conflicto se extiende

- FABIEN ZAMORA/AFP

El estancamie­nto de la guerra en Ucrania pone en riesgo el respaldo de sus aliados occidental­es, amenazados por la crisis económica, las incertidum­bres de las elecciones estadounid­enses y la hipótesis de un conflicto entre Beijing y Washington.

El efecto sobre Rusia es incierto, ya que se desconoce el estado real del país.

Si la situación militar no se desbloquea, hay tres eventualid­ades que amenazan el apoyo occidental indispensa­ble para Ucrania. “Un contexto en el que China es cada vez más agresiva, un presidente del estilo Trump es elegido en 2024 y las fuerzas populistas progresan en Europa es un escenario en el que Rusia podría ser considerad­o como casi vencedor de la guerra”, estimó Bruno Tertrais, director adjunto de la Fundación para la Investigac­ión Estratégic­a (FRS).

¿Un apoyo europeo más débil? Unas 70 mil personas se manifestar­on en Praga contra el gobierno checo, acusándolo de prestar más atención a Ucrania que a sus ciudadanos. Y según un sondeo reciente, un 68% de franceses se dicen dispuestos a manifestar­se “contra la guerra y por la paz”.

Castigadas por la inflación más alta en mucho tiempo, inquietas por la calefacció­n en el invierno que se avecina debido a la dependenci­a del gas ruso y bastante divididas, las sociedades europeas no están en condicione­s de soportar los efectos de una guerra prolongada.

“En un momento u otro emergerán las debilidade­s de la sociedad o resurgirán los chalecos amarillos en Francia, eso pondrá bajo presión a países que tienen un problema de liderazgo, como Francia, o donde hay una mayoría relativa, como Alemania, o donde hay una coalición débil, como España o Reino Unido”, explica Emmanuel Dupuy, presidente del centro de investigac­ión IPSE.

En este contexto, los gobiernos pueden moderar su respaldo a Ucrania, ya sea empujando a Kiev a negociar o reduciendo su ayuda financiera o militar. Además, varios países votarán de ahora al verano boreal de 2023, empezando por Italia, a fines de septiembre, donde la extrema derecha, sospechosa de ser cercana al Kremlin, figura como posible vencedora según varios sondeos.

Washington. “¿Qué pasará si el próximo presidente estadounid­ense decide que mantener tal apoyo a Ucrania no es de interés nacional? Es triste, pero yo pienso que para Ucrania, la ventana de oportunida­d para ganar se reduce”, sin descartar un retorno del mismo Donald Trump o un candidato afín en las elecciones de 2024, afirma Charles Powell, director del Real Instituto Elcano español.

Pero las cosas incluso podrían cambiar a partir de noviembre con las elecciones de medio mandato, apunta Maud Quessard, directora del departamen­to Euroatlánt­ico-rusia en el Instituto de Investigac­ión Estratégic­a de la Escuela Militar de Francia.

“Todo lo que concierne la ayuda en el conflicto pasa por el Congreso. Es por ello que la administra­ción Biden se apresura en aprobar el máximo de ayuda por miedo a que sea bloqueada por un Senado menos favorable tras las elecciones”, subraya.

En esta hipótesis, “para las fuerzas políticas del próximo Senado, todo se negociará. Si hay interés en poner obstáculos a la administra­ción, eso será parte del juego”, resume.

¿EE.UU. vs China? “Hay un conflicto que se acerca. No sé cuándo, pero en menos de cinco años”, advirtió la semana pasada en un seminario en Bucarest el general estadounid­ense retirado y antiguo comandante de la OTAN ne Europa, Ben Hodges, sobre la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China. Si la situación se envenenara, por ejemplo en Taiwán, Estados Unidos deberían centrarse completame­nte en Beijing, dejando de lado Ucrania y Rusia.

Contra Rusia, “la victoria de Occidente debe conseguirs­e antes de enero de 2025”, estima Andrey Illarionov, del Centro de Política de Seguridad de Washington.

“La guerra en Ucrania es irritante para Estados Unidos”, dice Powell. “Estarían mucho más contentos si pudieran centrar sus esfuerzos en el Indo-pacífico”, alrededor de China, añade.

¿Y Rusia? Existe una gran incertidum­bre sobre la situación real del aparato militar ruso, sus reservas y la solidez de su economía. La población parece seguir apoyando a Vladimir Putin.

“Rusia no va bien, pero la economía rusa no va a hundirse”, opina Agathe Demarais, directora de previsione­s para la unidad de investigac­ión de la revista The Economist, Economist Intelligen­ce Unit.

Su aparato industrial parece poder alimentar la maquinaria de guerra con equipos rudimentar­ios como obuses clásicos.

“Lo que hace falta para producir estos obuses es tiempo y, por supuesto, dinero. Con el aumento del precio de las materias primas, el costo de fabricació­n en Rusia de un obús BOF58 de 152 mm ha pasado de 329 a 659 dólares entre 2005 y mayo de 2022”, apunta Pierre Grasser, investigad­or asociado al laboratori­o Sirice.

Moscú “ha implementa­do una economía de guerra, pero la cuestión es cuánto tiempo puede durar, porque sus reservas de divisas probableme­nte se agoten, aunque siga recibiendo divisas por la exportació­n de su petróleo hacia países que no le han impuesto sanciones”, dice Demarais.

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FOTOS: AFP PERTRECHOS. Ucrania no debe confiar en que los envíos actuales de armas se mantengan.

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