El ‘corralito’ libanés provocó un estallido de furia
Desde que estalló la crisis, en 2019, un tercio de la población cayó en la pobreza
Hace tres años que los ahorros de los libaneses están atrapados en los bancos tras la decisión del gobierno de declarar el default y congelar los depósitos. En los últimos meses se multiplicaron los ataques a sucursales de personas desesperadas por obtener su dinero, en varios casos, para enfrentar tratamientos médicos. Solo ayer hubo once tomas de instituciones bancarias de parte de ciudadanos armados, mientras una multitud se agolpaba frente al ingreso en apoyo a sus reclamos. El gobierno, que atraviesa una crisis política que lo tiene casi paralizado, reunió al Consejo de Emergencia en busca de una solución.
La rabia acumulada por millones de libaneses cuyos ahorros quedaron atrapados por un “corralito” que ya lleva tres años ha ido expresándose a lo largo de los últimos meses, pero pareció estallar ayer, cuando ciudadanos indignados tomaron por asalto al menos once sucursales bancarias para recuperar su dinero, lo que obligó a la Asociación de Bancos a cerrar las puertas de todas las instituciones por tres días a partir del próximo lunes.
Según la prensa libanesa, ayer hubo al menos once tomas de sucursales de bancos por ahorristas armados que exigen la devolución de sus ahorros, que están bloqueados por la creciente crisis de liquidez que azota al país desde hace años.
Los enfrentamientos se han vuelto frecuentes entre empleados de banca y clientes en Líbano, donde la moneda local perdió más del 90% de su valor y un 80% de la población cayó en la pobreza desde el inicio de la crisis económica en 2019.
El país se encuentra sumido en una grave crisis desde hace años, ahondada por las explosiones de agosto de 2020 en el puerto de Beirut, la pandemia y la crisis política, que paralizó al país durante meses. El derrumbe de la libra libanesa llevó al Banco Mundial a afirmar en junio de 2021 que la crisis es una de las peores registradas a nivel mundial.
Casos. En uno de los asaltos de ayer un hombre de 50 años, acompañado de su hijo, de unos 20, irrumpió en una sucursal del Byblos Bank en Ghaziyeh, al sur de Sidón, la principal ciudad del sur de Líbano.
El hombre amenazó a los empleados con un arma, que según un canal de televisión local sería falsa, y reclamó poder retirar sus ahorros, congelados a causa del derrumbe del sector bancario y las consiguientes restricciones aplicadas por las entidades a los retiros de dinero.
“Vació un bidón de gasolina en el piso y sembró el pánico en el banco”, dijo un guardia de seguridad , que no quiso revelar su nombre.
El asaltante y su hijo fueron detenidos por las fuerzas del orden después de entregar a un familiar la suma recuperada, 19 mil dólares.
Aparte de este atraco hubo este viernes otros en Beirut y uno más en el sur del país. Afuera de los bancos y en distintas calles de la ciudad, se congregaron multitudes pidiendo la liberación inmediata de las personas involucradas en estos incidentes.
El miércoles se produjeron otros dos atracos, uno en Aley, al noreste de Beirut, y otro en la capital libanesa, donde una joven de 28 años consiguió retirar 13 mil dólares para pagar el tratamiento de su hermana, enferma de cáncer. La joven se identificó como Sali Hafiz y emitió en redes sociales un video en directo del atraco.
El mes pasado, un cliente de otro banco fue aclamado por la muchedumbre después de irrumpir en una oficina en Beirut y reclamar, fusil en mano, sus más de 200 mil dólares ahorrados, para pagar los gastos de hospitalización de su padre. El banco accedió a dar cerca de 30 mil dólares al hombre, que luego se entregó a las autoridades, que no actuaron contra él judicialmente.
La Asociación de Bancos de Líbano divulgó ayer un comunicado en el que sostiene que “tras los repetidos ataques contra bancos y las agresiones físicas contra empleados bancarios, y teniendo en consideración los riesgos, la junta de directores ha decidido cerrar los bancos entre el 19 y el 21 de septiembre”.
Por su parte, el ministro del Interior en funciones, Basam Maulaui, convocó a una reunión de emergencia del Consejo Central de Seguridad para abordar las medidas de seguridad necesarias para abordar la situación.
Este tipo de sucesos, que se suceden desde hace varios días, forman parte de unas acciones “coordinadas” por asociaciones de defensa de los derechos de los clientes, explicó el abogado y activista Rami Ollaik en declaraciones al diario libanés L’orient le Jour.