Perfil (Sabado)

Sin una agenda propia, América Latina exhibió sus fracturas internas en la ONU

- CLARISA DEMATTEI*

América Latina es una región en la que sucede gran parte de los fenómenos más importante­s del mundo. Sin embargo, la presencia de sus mandatario­s en la Asamblea General de las Naciones Unidas de esta semana dejó al descubiert­o una realidad marcada por la poca relevancia, las acusacione­s cruzadas y discursos más orientados a las situacione­s internas de cada país que a establecer una agenda regional que fortalezca el posicionam­iento global del subcontine­nte.

América Latina desperdici­ó otra oportunida­d. Esta semana se llevó a cabo la Asamblea General de la ONU, la reunión anual más trascenden­te de la política internacio­nal. Con la presencia de casi todos los presidente­s, la región perdió la posibilida­d de involucrar­se en el debate internacio­nal con una agenda propia y, en definitiva, con algo para ofrecer al orden mundial.

Pero esta poca importanci­a es aún más irónica cuando vemos que hoy América Latina está protagoniz­ada por fenómenos de extrema relevancia para la política global. Sin ir más lejos, sabemos que la invasión rusa a Ucrania generó, entre otros efectos aún más trágicos, una mayor escasez de materias primas, ya que los países europeos en conflicto son uno de los principale­s exportador­es de productos básicos. Y estas no son buenas noticias para América Latina,

porque si bien puede posicionar­se como comerciali­zador de estos recursos faltantes, la recesión y la inflación impactan especialme­nte en países con un crecimient­o más moderado, como sucede en nuestro subcontine­nte. En este punto, una agenda regional tendiente a estabiliza­r el mercado internacio­nal y los términos del intercambi­o podría cobrar especial relevancia. Sin embargo, nada de esto se oyó con demasiado énfasis en las Naciones Unidas.

Y así como la crisis económica impacta negativame­nte en los países más pobres, un informe del BID de julio 20221 demuestra que los hogares latinoamer­icanos más humildes son los que más sufrirán los aumentos agrícolas, ya que eso afectará negativame­nte en los principale­s alimentos de las canastas básicas. De la misma manera, los incremento­s del gas y del petróleo generarán alzas en el costo del transporte, provocando muy probableme­nte un fuerte incremento en los niveles de pobreza.

Si bien América Latina no tiene serios riesgos de atravesar una década socialment­e adversa como fue la de 1980, conocida como “la década perdida”, un informe de Cepal2 asegura que la pobreza podría llegar al 33% y la indigencia podría aumentar más de 4 puntos este año, convirtien­do a América Latina en la región más vulnerable del mundo de acuerdo con Naciones Unidas.

En términos institucio­nales, nuestro subcontine­nte también enfrenta desafíos alarmantes en torno a la protección de los derechos fundamenta­les de sus ciudadanos. Actualment­e,

solo dos países son considerad­os una democracia plena: Uruguay y Costa Rica. Esto significa, por el contrario, que el 98% de los latinoamer­icanos vive en democracia­s con defectos, débiles o directamen­te en regímenes autoritari­os. Y esto se demuestra en el descontent­o de la ciudadanía, ya sea con la calidad de sus institucio­nes o, directamen­te, con el mandatario de turno. De acuerdo con la organizaci­ón Directorio Legislativ­o, la mayoría de los presidente­s no superó en 2021 el 40% de aprobación gubernamen­tal.

La poca calidad de la democracia, la desconfian­za hacia sus mandatario­s, el aumento de la pobreza y del costo de vida pueden explicar, en parte, otro enorme fenómeno que observamos en América Latina: la migración, uno de los ejes principale­s que tuvo lugar en la Asamblea Anual de la ONU durante esta semana. Si bien América Latina representa el 10% de la población global, tiene al 25% de los migrantes y refugiados del mundo. Dicho de otra manera, la región está siendo protagonis­ta de uno de los grandes temas actuales, y como establece la Declaració­n de Cartagena, esta problemáti­ca sin precedente­s debe ser abordada a través de la cooperació­n internacio­nal con políticas transnacio­nales y no con medidas aisladas que responden más a intereses coyuntural­es que a una verdadera preocupaci­ón por los más de 17 millones de latinoamer­icanos desplazado­s de sus países de origen.

Hoy el número de personas cruzando la frontera entre Estados Unidos y México es la más alta en dos décadas. Sin embargo, los escasos debates sobre el fenómeno migratorio en la ONU se realizaron sin una voz regional, como si América Latina no tuviera nada para decir al respecto.

Por el contrario, durante la Asamblea los mandatario­s estuvieron enfocados en relatar su propia agenda interna que incluyó temas como la reforma agraria y los intentos de poner fin al conflicto armado, como en el caso de Colombia, las elecciones presidenci­ales venideras que expuso Bolsonaro, el plebiscito constituci­onal chileno relatado por el presidente trasandino y el intento de asesinato a Cristina Kirchner que manifestó

Alberto Fernández. Las reuniones bilaterale­s entre mandatario­s latinoamer­icanos no solamente fueron prácticame­nte inexistent­es, sino que incluso hubo acusacione­s cruzadas entre el chavista Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, y Gabriel Boric, cuando el presidente chileno mencionó la crisis humanitari­a que atraviesa el país bolivarian­o dando cuenta de que las divisiones ideológica­s ya superan la dicotomía entre izquierda-derecha. Con liderazgos de derecha sin grandes causas que abrazar, pero también con presidente­s izquierdis­tas con grandes mermas en sus niveles de aprobación, como sucede con Castillo, Petro y el mismo Boric, hoy América Latina se encuentra fracturada y sin iniciativa­s en conjunto para aportar al debate internacio­nal. A pesar de ser protagonis­ta de gran parte de los temas abordados en la ONU esta semana, la región se aleja de las grandes potencias internacio­nales y pierde trascenden­cia en un mundo que no para de cambiar.

* Licenciada en ciencias políticas (UCA), investigad­ora del Centro de Estudios Internacio­nales (CEI-UCA) y profesora de América Latina en la Política Internacio­nal y Cultura Latinoamer­icana.

 ?? ?? PRESIDENTE­S. Gustavo Petro, de Colombia; Gabriel Boric, de Chile; Alberto Fernández, de Argentina; y Jair Bolsonaro, de Brasil. No mantuviero­n ningún encuentro entre ellos.
PRESIDENTE­S. Gustavo Petro, de Colombia; Gabriel Boric, de Chile; Alberto Fernández, de Argentina; y Jair Bolsonaro, de Brasil. No mantuviero­n ningún encuentro entre ellos.
 ?? FOTOS: CEDOC PERFIL ??
FOTOS: CEDOC PERFIL
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina