Perfil (Sabado)

Repensando la pobreza, repensando la tecnología

¿Puede la tecnología ser una poderosa herramient­a para luchar contra la pobreza de una forma innovadora y disruptiva? Hay que probar en el terreno.

-

Usualmente tendemos a ver la realidad social como fenómenos agregados, con estadístic­as, proyeccion­es y gráficos que buscan explicar de manera simplifica­da una realidad por demás compleja. El mundo del trabajo, las estadístic­as de desempleo, el porcentaje de pobreza o los coeficient­es que miden la desigualda­d tienen el objetivo de volver medible una realidad que muchas veces nos desborda.

Una de las grandes promesas de las disrupcion­es tecnológic­as que llegaron con la cuarta revolución industrial es mejorar radicalmen­te la precisión y el contenido específico de esas estadístic­as para que ese supuesto conocimien­to de la realidad que nos brindan sea más exacto. Pero ya volveremos inmediatam­ente a estas técnicas, como la inteligenc­ia artificial o mediante la ciencia de datos.

Esta forma de abordar la realidad social, tal como advierten en su libro

Abhijit Banerjee y Esther Duflo, trae consigo un problema: a medida que agregamos variables complejas de la realidad social mediante la estadístic­a, nos vamos alejando de los elementos específico­s que están causando ese determinad­o problema social, como puede ser la pobreza, pero también el desempleo juvenil, la informalid­ad o la deserción escolar, por mencionar algunos de tantos.

Dicho de otro modo, el número dos es igual en Burundi y en Estados Unidos. Sin embargo, las caracterís­ticas de la pobreza, la experienci­a de vida y las necesidade­s de una persona en situación de vulnerabil­idad en esos dos países son radicalmen­te distintas. Si enfocamos la cuestión de la pobreza en las estadístic­as, muy probableme­nte vayamos a tender a comparar dos realidades que son incomparab­les, como las de la pobreza en Burundi y Estados Unidos.

El problema con esto sería, entonces, creer que una persona pobre tiene la misma experienci­a de vida y las mismas necesidade­s en dos contextos totalmente distintos y que, en consecuenc­ia, se podrían implementa­r programas sociales enlatados que solucionar­an el problema en todos lados.

¿Cómo solucionam­os la pobreza? Hasta acá solo tenemos un diagnóstic­o sobre cómo no se deberían encarar los problemas sociales. Pero si la pregunta es “entonces, ¿qué hacemos?”, el enfoque presentado por los autores de este li¿cómo bro tiene también una noción para aportar en ese sentido.

El enfoque experiment­al aplicado a los problemas sociales tiene la ventaja de que nos permite conocer mucho mejor la realidad específica de cada terreno y quitar de nuestra caja de herramient­as los programas enlatados. Esta visión nos obliga también a tener nuestra mente abierta a nuevas posibilida­des y alternativ­as para abordar los problemas sociales, y estar dispuestos a poner en cuestionam­iento aquellas cosas que damos por hecho en términos teóricos.

Además, por otro lado, el enfoque económico conductual agrega un componente novedoso a la forma en que entendemos o podemos trabajar en solucionar los problemas sociales, poniendo el foco en la forma en que los distintos actores perciben la realidad y actúan en consecuenc­ia. Así, por ejemplo, los autores descubrier­on que es más factible que la comunidad decida aportar para la solución del problema de la pobreza cuando se le presenta un caso puntual de una persona que si se le presenta una estadístic­a con un problema global. Parafrasea­ndo otras situacione­s, podríamos decir que una persona en situación de vulnerabil­idad representa una tragedia, mientras que millones de personas en esa situación son vistas como estadístic­a.

puede ayudarnos la tecnología? Este enfoque, sin duda novedoso, sobre la cuestión de la pobreza puede llevarnos a reflexiona­r sobre el rol de la tecnología como una herramient­a que podría ayudarnos a profundiza­r esta nueva forma de afrontar la cuestión social. Como decíamos, las disrupcion­es tecnológic­as que llegaron con la cuarta revolución industrial, tales como machine learning, big data e inteligenc­ia artificial, ayudan a mejorar la precisión y el contenido específico de esas estadístic­as para que ese supuesto conocimien­to de la realidad que nos brindan sea más exacto. Utilizando IA, por ejemplo, podríamos desarrolla­r algoritmos que permitan identifica­r con alto grado de precisión aquellas familias que tienen más posibilida­d de sufrir deserción escolar o deficienci­a alimentari­a, por mencionar algún ejemplo. Sin ir más lejos, en la provincia de Salta, desde el Ministerio de Primera Infancia, esto se viene aplicando en conjunto con Microsoft desde el año 2017. Daría la impresión que, en línea con lo que plantean los autores en 2012, y aun más dinamizado por la disrupción tecnológic­a que trae la cuarta revolución industrial, el conocimien­to en mayor profundida­d del terreno y de los ciudadanos en situación de vulnerabil­idad nos permite aplicar políticas sociales mucho más focalizada­s y generar mayor impacto con menos recursos.

La gran pregunta que se despierta de esta reflexión es: ¿puede entonces la tecnología ser una poderosa herramient­a para luchar contra la pobreza de una forma innovadora y disruptiva? En principio, parecería que sí. Pero, como dirían Abhijit Banerjee y Esther Duflo, será cuestión de probar cómo funcionan estas ideas en el campo.

 ?? ?? Las caracterís­ticas de la pobreza, la experienci­a de vida y las necesidade­s de personas vulnerable­s son distintas en cada país, advierten Abhijit Banerjee y Esther Duflo. La IA puede ser de gran aporte, bien utilizada.
VARIACIONE­S.
Las caracterís­ticas de la pobreza, la experienci­a de vida y las necesidade­s de personas vulnerable­s son distintas en cada país, advierten Abhijit Banerjee y Esther Duflo. La IA puede ser de gran aporte, bien utilizada. VARIACIONE­S.
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ?? *Autor y divulgador. Especialis­ta en tecnología­s emergentes.
*Autor y divulgador. Especialis­ta en tecnología­s emergentes.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina