Ley de humedales: entre postergaciones y presiones
Esta vez sí. Esa era la sensación entre los sectores interesados en que finalmente el Congreso, después de una década, logre aprobar una ley de humedales.
Sin embargo, su tratamiento entró nuevamente en una fase de dudas con la postergación por segunda vez de la instancia de firma del dictamen por las presiones que comenzaron a surgir no solo desde los sectores productivos sino también de los gobernadores del denominado Norte Grande.
Según detallaron fuentes parlamentarias a PERFIL, el plenario de comisiones que discute las iniciativas en danza decidió convocar a los mandatarios provinciales que tienen inquietudes sobre la temática pero todavía no hay ni día ni fecha para que al menos asista una delegación, lo que sumado al tratamiento del Presupuesto patea hacia adelante cualquier intención de llevar el asunto al recinto.
Desde Estados Unidos, adonde viajó una representación de distintos gobiernos provinciales para mantener reuniones ligadas a las áreas energéticas, alimentaria, minera y de reconversión eléctrica, se dio a conocer un texto que complicó el avance de la iniciativa.
“Es nuestra responsabilidad conservar y encontrar un equilibrio que garantice el desarrollo sostenible, sosteniendo las actividades productivas, que son estratégicas en nuestra región”, señalaron los gobernadores. Otro de los factores que también dejaron en claro es que “el dominio originario de los recursos naturales les corresponde a las provincias”, con lo que buscaron evitar cualquier injerencia de leyes nacionales sobre el dominio provincial.
A nivel parlamentario, hay una sensación de desazón de los sectores más vinculados al ambientalismo ante la posibilidad de que nuevamente se frustre el avance, pero eso también se combina con la convicción de que ciertamente sería un fracaso político que no se logren los consensos, sobre todo ante las urgencias que plantea el avance del humo en la zona del Delta.
“Con la diputada Graciela Camaño presentamos una nota para dejar constancia de la irregularidad que existe en la solicitud de algunos bloques para que se suspenda la reunión agendada. El plenario de comisiones fue votado en el recinto y luego suspendido arbitrariamente”, se quejó el diputado socialista Enrique Estévez, uno de los encargados de volver a motorizar la iniciativa.
Al respecto, Camaño ironizó: “Qué rápido se pusieron de acuerdo el Frente de Todos y Cambiemos para suspender el tratamiento de la ley de humedales. Es una vergüenza que la Cámara que representa al pueblo sea la de la frustración en materia ambiental, en 2013 y 2016 la misma dejó caer dos medias sanciones”.
El propio Leonardo Grosso, titular de la Comisión de Recursos Naturales, es quien se mostró entre los más sorprendidos por la situación. “Se impuso el lobby: se pospuso la reunión. Después de semanas de trabajar para tener un dictamen, recibí un comunicado en el que los distintos presidentes de bloque informan la postergación una semana más”. ■