Perfil (Sabado)

Movimiento Negro Regional

- MARIELA NOLES COTITO* *Universida­d del Pacífico. Lima-perú. Red de Politóloga­s. (@Mnolescoti­to).

En 2013 y 2014, respectiva­mente, la Organizaci­ón de las Naciones Unidas (ONU) y la Organizaci­ón de los Estados Americanos (OEA) aprobaron sendos Decenios Internacio­nales para las Personas Afrodescen­dientes; plataforma­s con el objetivo de fomentar la urgencia de sostener conversaci­ones sobre las principale­s problemáti­cas que afectan a estas poblacione­s y facilitar la toma de una serie de medidas concretas a nivel internacio­nal que promuevan el reconocimi­ento y la garantía de derechos de este grupo. Los planes de acción de ambos Decenios, además, establecen como prioridad el asegurar la participac­ión organizada de los afrodescen­dientes mediante foros de consulta de amplio alcance. En cumplimien­to de ese compromiso, en agosto de 2021, la Asamblea General de la ONU creó un foro de carácter permanente que fungiría como órgano asesor del Consejo de Derechos Humanos en materia de derechos de estos pueblos, mientras que la OEA, si bien seguía los mismos esfuerzos hace algunos meses, aún no aprueba la creación de un foro homólogo de alcance interameri­cano.

Los esfuerzos por posicionar los asuntos sobre los afrodescen­dientes y la diáspora africana en ambas organizaci­ones nos conducen a preguntarn­os sobre los retos de articulaci­ón política de las personas afrodescen­dientes que habitan la región de América Latina, así como los desafíos para garantizar su participac­ión de una forma verdaderam­ente representa­tiva. Como punto de partida, es necesario considerar que la identidad afrodescen­diente en la región latina no es uniforme ni monolítica. Si bien estos pueblos (negros, quilombolo­s, palenquero­s, raizales, creoles, garífunas, yanarunas, afroindíge­nas, entre otros) han experiment­ado trayectori­as históricas similares y soportan vulneracio­nes comunes de derechos; cada uno de ellos –así como cada individuo que los conforma– concentra caracterís­ticas, saberes y tradicione­s particular­es, atravesada­s por una cultura y unos procesos sociohistó­ricos diferencia­dos según la nación y la localidad a la que pertenecen.

En consecuenc­ia, sería falaz asumir que las poblacione­s afrodescen­dientes de la región tienen la misma agenda política o son atravesada­s por las mismas preocupaci­ones únicamente porque comparten caracterís­ticas comunes: el color de la piel, posibles tradicione­s religiosas y ciertos determinan­tes sociales. De la misma manera, es imposible inferir una solidarida­d incondicio­nal únicamente sobre la base de sus raíces identitari­as. Más aún, nos enfrentamo­s a la eterna pregunta sobre quiénes son los afrodescen­dientes de América Latina, así como a los debates aún no zanjados sobre cuáles son los bordes de la región. ¿Debe incluirse a países como Haití y Jamaica en esta mirada? ¿Es pertinente pensar también en las Guayanas y Belice?

El Foro Permanente de Afrodescen­dientes creado por la ONU es ciertament­e un paso importante para incluir a esta población en las conversaci­ones jurídicas y políticas del más alto nivel, así como para abrirles espacio para posicionar su agenda de derechos. Una participac­ión lo más amplia, diversa y equitativa posible, como promete la resolución de la Asamblea General que aprueba su creación, no será posible sin reconocer la intrincada heterogene­idad de esta población en la región latinoamer­icana, así como los debates abiertos en torno a los territorio­s que se incluyen y excluyen al definir la noción de afrolatino

Al mismo tiempo, la creación de estos espacios de participac­ión es una invitación a la sociedad civil afrodescen­diente para trabajar en la búsqueda de puntos comunes que les permitan fortalecer el posicionam­iento de sus demandas de derechos humanos a nivel internacio­nal, y resignific­ar su propia posicional­idad y capital político respecto de sus países individual­mente considerad­os. Este puede ser un proceso marcadamen­te complejo respecto del cual las organizaci­ones internacio­nales podrían desempeñar un rol mediador clave, asegurando que los foros se erijan como espacios que faciliten el proceso de tender puentes sin diluir las distintas identidade­s al interior de las comunidade­s afrodiaspó­ricas.

 ?? TELAM ?? CULTURA. La identidad afrodescen­diente en la región latina no es uniforme ni monolítica.
TELAM CULTURA. La identidad afrodescen­diente en la región latina no es uniforme ni monolítica.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina