Perfil (Sabado)

La dura historia de Nico, el nene calcinado que ‘siempre escapaba’ para buscar a su mamá

- NADIA GALÁN

Nicolás Alexander Cernadas tenía 13 años. Fue encontrado muerto el lunes pasado con el cuerpo prendido fuego. Sus tíos lo reconocier­on por una remera que tenía puesta (y se la habían regalado para su cumpleaños) y una marca de nacimiento que tenía en la espalda. Los acusados son dos “amigos” a los que había conocido meses antes. Tienen 14 y 17 años. Uno es inimputabl­e por su edad y el otro se negó a declarar ante la fiscal. Según la familia de la víctima los acusados le hacían bullying y le decían “huérfano de mierda”, para herirlo. Nicolás vivió en la calle con su mamá hasta sus cuatro años, vendía en los trenes, tenía 11 hermanos y hace siete años vivía con sus tíos.

Una remera gris con letras negras, con marcas de haber sido quemada. Las noticias anunciaban que habían encontrado a un chico muerto y que había sido incinerado en la localidad bonaerense de Merlo. La tía de Nicolás Alexander Cernadas (13) reconoció la prenda y temió lo peor. Más tarde, una marca de nacimiento en la espalda confirmarí­a la sospecha a primera vista. A Nico lo habían matado. Se cree que lo llevaron engañado a ese descampado donde terminaron con su vida. Los acusados son dos menores que lo conocían, que tiene 14 y 17 años, y le hacían bullying. Ayer, su familia, despidió al nene en el cementerio local.

Nicolás vivía con sus tíos, Héctor y Sandra, hace siete años. Ellos se habían hecho cargo de él porque su madre lo abandonó y tampoco estaba en condicione­s psíquicas para cuidarlo. Nico nunca conoció a su papá.

Hasta los 4 años vivió en la calle con su mamá (al igual que sus once hermanos), vendía en los trenes y “comían lo que podían”, recordó “Chiche”, como llaman al tío de la víctima. Pero también destacó que Nico “siempre se iba” de su casa para buscar a su mamá. Para esta familia era una constante que el chico desapareci­era y tuvieran que salir a buscarlo.

Ayer familiares y allegados a Nicolás, lo despidiero­n en el cementerio Santa Mónica, en el partido de Merlo. El dolor y el pedido de justicia reinaron en ese último adiós.

“Nico estaba a mi cargo, me lo entregó un juez del Tribunal de Menores de San Isidro con una guardia provisoria. Pero él nunca se quiso quedar con nosotros, él se escapaba en busca de su mamá y ese fue un problema que nos llevó a recorrer todas las comisarías y todos los barrios de Merlo. Recorrimos cuanto psicólogo y psicopedag­ogo se puedan imaginar y a pesar de eso se seguía escapando una y otra vez, pero siempre lo traíamos de nuevo”, escribió en sus redes sociales Héctor.

El cuerpo de Nicolás fue encontrado por un vecino en un descampado ubicado entre las calles Ancaste y Gavilán de la localidad de Mariano Acosta, en el partido de Merlo, en la tarde del lunes último. Estaba boca abajo y parcialmen­te quemado en el rostro, el pelo, la espalda y ambos brazos. También presentaba cortes de arma blanca. Según el resultado preliminar de autopsia, el asesinato se habría producido unas 24 horas antes del hallazgo del cuerpo. Es decir, el domingo por la tarde.

“Crónica TV anunciaba que se había encontrado un cuerpo sin vida de un menor de edad en Merlo, a medida que pasaba la informació­n, mi señora empezó a reconocer la ropa. Sólo podíamos reconocer el cuerpo por la ropa, porque la mitad del cuerpo estaba quemado. Hasta que dimos con una marca de nacimiento y, dolorosame­nte, supimos que definitiva­mente era mi sobrino”, detalló Héctor.

Esa remera, que fue el primer indicio para empezar a confirmar el horror se la había regalado su tía para su cumpleaños, que había sido en agosto. “Nico era un nene tonto que quería volver a ver a su mamá y la buscaba. Que se escapaba y nosotros como familia lo salíamos a buscar”, relató Johana, prima de la víctima. “Él no sé merecía esto. A mí mamá le mataron a su hijo y a su compañero y a nosotros nuestro hermano”, se lamentó.

“Era un nene muy bueno, que si te veía haciendo algo te quería ayudar. Era un nene porque jugaba a las escondidas o a la Play con mi hija”, cuenta a PERFIL Johana.

En las imágenes de las cámaras de la zona se observa cuando la víctima y los dos acusados se reúnen en una esquina y comienzan a caminar sin inconvenie­ntes. El resto de la secuencia y el horror quedaría registrado en los celulares de los dos implicados en el crimen.

Para la familia del chico “todo

estuvo planeado”. Johana contó que Nicolás los había conocido a sus presuntos atacantes en agosto pasado, para su cumpleaños y “dos meses después lo mataron, porque le tenían bronca”.

“Nicolás nos contaba que en el grupo le decían que era un ‘huérfano de mierda’ y eso lo ponía mal. Ellos lo llevaron hasta ese lugar sabiendo que lo iban a matar, lo planearon todo”, aseguró Johana.

Los acusados tienen 14 y 17 años. El más chico se entregó en la comisaría 6ta de Merlo el miércoles pasado. Mientras que el adolescent­e de 17, fue detenido un día después y ahora se negó a declarar en la causa (ver aparte).

Ambos fueron identifica­dos y vinculados en el caso por conversaci­ones que mantuviero­n por redes sociales. Ahí fueron explícitos y hasta dejaron evidenciar cierto disfrute por el crimen, entendiero­n los investigad­ores.

“Por los audios que pudimos escuchar y por los textos que se escribían los autores, lo hicieron para divertirse y porque también le tenían bronca”, dijo a Télam un investigad­or que participó en la pesquisa. Por eso, se cree que el asesinato se produjo “por placer, diversión y odio” hacia la víctima.

Los acusados filmaron el ataque a Nicolás. Hasta se lo puede ver arrodillad­o, con media cara cubierta por un “cuellito” y el fuego a un costado. Los chats entre los implicados son elocuentes. “Lo encontraro­n en la zona donde lo dejamos”, dice uno de los textos. “Lo hicimos verga”, se autoincrim­inan en otro.

Ayer, familiares, amigos y allegados del nene le dieron el último adiós. “A Nicolás lo amaba todo el barrio –destacó su tío-, puede dar testimonio cualquier vecino de eso. Nicolás no estaba mucho en casa porque siempre estaba en búsqueda de la madre, que lo abandonó cuando era chico. Su meta siempre fue encontrarl­a”.

 ?? CEDOC PERFIL ??
CEDOC PERFIL
 ?? ?? REMERA. Los tíos de Nico pudieron reconocerl­o por una remera que le habían regalado.
REMERA. Los tíos de Nico pudieron reconocerl­o por una remera que le habían regalado.
 ?? ?? MOMENTOS. Nicolás rodeado de su primos, y su tío Héctor, quien tenía la guarda del menor.
MOMENTOS. Nicolás rodeado de su primos, y su tío Héctor, quien tenía la guarda del menor.
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina