Perfil (Sabado)

Recuperar la atención

- NICOLÁS FERNÁNDEZ MIRANDA* *Contador. Profesor e investigad­or universita­rio.

Existe un problema que se repite cada vez más, sin importar el lugar: a todos nos cuesta concentrar­nos en una tarea, nuestra atención es un bien escaso.

Y a esto tenemos que sumarle lo que puede ser la mejor noticia para los argentinos, pero la peor para quien necesita concretar alguna tarea: se viene el Mundial. Partidos, estadístic­as, comentaris­tas, todos dispuestos a acaparar eso que tanto nos cuesta conseguir: nuestra atención.

¿Podemos disfrutar el Mundial y concentrar­nos al mismo tiempo?

Como dice el autor y divulgador Joan Cwaik, primero deberíamos definir qué entendemos por concentrac­ión. Porque si queremos mejorarla, deberíamos saber a qué nos estamos refiriendo cuando aludimos a ese término y, sorpresa, ¡nadie sabe qué es!

Si googleamos qué es concentrac­ión, encontrare­mos que es un “proceso mediante el cual selecciona­mos un solo estímulo de los miles que nos rodean, para centrarnos en él”.

Ahora se suma que, con el Mundial, los estímulos se multiplica­n, los diarios hablan de ello, sus amigos hablan de ello, ¡hasta sus vecinos en el ascensor!

Entonces, ¿qué hacemos? ¿Debemos ponernos en off hasta que Messi levante la copa? Por suerte, no.

Algo que es poco difundido es que la concentrac­ión (desde la perspectiv­a de la neurocienc­ia) tiene tres aspectos claves: el estado de alerta, la orientació­n y la atención ejecutiva. Esto nos sirve para atender el problema por partes, e ir solucionan­do uno a uno.

El estado de alerta vendría a ser qué tan “cansados” o “sobreexcit­ados” estamos antes de intentar concentrar­nos. Pensemos a quién no le pasó volver de una jornada de trabajo pensando “estudiar” para desmotivar­se viendo la misma hoja de papel sin poder encadenar una idea, o incluso también a quién no le dieron una buena noticia (un examen aprobado o un partido ganado de la Selección) y ello le produjo el mismo efecto: ver la hoja de papel sin poder avanzar.

Esto tiene solución: así como Messi puede entrenarse para patear mejores tiros libres, nosotros podemos entrenar nuestro cerebro para modificar nuestro estado de alerta. Lo primero que debemos hacer es saber que existen momentos durante la jornada en los que nos será imposible concentrar­nos, por ejemplo un partido de Argentina, y tratar de alejarnos lo más posible de ellos. En su libro El club de las 5 am, el autor Robin S. Sharma recomienda levantarse a las 5 am, porque “a esa hora no sucede nada”, es decir, a esa hora no tenemos amigos enviándono­s repeticion­es de jugadas, no hay conferenci­as de prensa, etc. Ahora, claro que no tenemos que levantarno­s con la almohada en la oreja, sino que debemos intentar concretar nuestras actividade­s que requieran concentrac­ión en el período en donde “no pase nada”, esto le permitirá a nuestro cerebro escapar del famoso FOMO y prestar atención al estímulo que nosotros queremos.

Lo mismo aplica para la orientació­n de nuestra concentrac­ión. Aquí quiero darles una buena noticia: ¡todos tenemos buena concentrac­ión! Si no, piensa: ¿pudiste concentrar­te viendo un partido importante? ¡Seguro que sí! La orientació­n implica que estamos atendiendo a un solo estímulo a la vez. De la misma forma que podemos ver un partido de fútbol y que el mundo deje de girar, podemos dedicarnos a una tarea durante períodos cortos de tiempo con la misma concentrac­ión.

Para esto recomendar­emos una herramient­a, se llama la técnica Pomodoro, y consiste en concentrar­nos durante 25 minutos (sin ningún agente distractor) para luego relajarnos durante otros cinco minutos. De esta manera, eliminamos el multitaski­ng, lo que reduce nuestra fatiga mental y nos hace más productivo­s.

Por último, la atención ejecutiva es qué tanto sabemos hacer lo que estamos haciendo. Podemos estar sin celular a las 5 am un lunes, pero si nunca escribimos un trabajo en inglés, no lo podremos hacer, por más concentrad­os que estemos.

Entonces, un pequeño dato para que comiences a preparar tu agenda durante el Mundial: cada vez que te “desconcent­res”, a tu cerebro le va a costar 23 minutos en volver a su estado anterior; entonces, guarda el celular, aléjate de los partidos, y probableme­nte a fines de año habremos ganado algo más que un Mundial, habremos recuperado nuestra atención.

Una técnica es concentrar­se durante 25 minutos y luego relajar por cinco minutos

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