Economía cierra una semana de logros pero se vienen turbulencias
La meta del 60% de inflación anual para 2023 será una prueba de fuego
El ministro se acerca a cumplir sus primeros tres meses de gestión y computó varios éxitos pero desde los próximos días las miradas volverán a centrarse en la inflación mensual, la cotización del dólar y el nivel de actividad económica. Se esperan más tensiones dentro del gabinete para el cierre de un año con nubarrones.
El anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, cerrando el acuerdo con el Club de París coronó el final de una semana en temporada alta para el timonel del gabinete económico.
En solo siete días computó en su haber político la aprobación del Presupuesto 2023 en la Cámara de Diputados que, de paso, dejó en off side a varios referentes de la oposición. También, claro, que los aumentos energéticos serán en la práctica mayores a los que se esperan pero seguramente el grueso de esa suba se sentirá en los bolsillos en el verano 2023 y no en los próximos meses.
De hecho desde el Palacio de Hacienda prefieren enfocarse en el récord de 180 votos afirmativos que obtuvo esta gestión en la Cámara baja para darle luz verde en la madrugada del miércoles.
Ahora 30, el plan de cuotas fijas aunque indexadas para reactivar el consumo de fin de año y las ventas de productos nacionales, a una tasa que, tal vez hubiera sido menor si se hubiera lanzado a posteriori del acuerdo que se conoció ayer.
Entre otras cuestiones, tuvo guiños para el campo con anuncios productivos junto al secretario Juan José Bahillo. Un sector del gabinete económico no descarta que pudiera haber, a futuro, un programa gradual de retenciones que calme las tensiones de un sector clave para el ingreso de divisas, en especial en un año electoral.
Massa también visitó a la cúpula de la Cámara de Comercio, que conduce Mario Grinman, con la que monitoreó la temperatura que tendrán las vidrieras a fin de año.
Finalmente, la frutilla del postre con la renegociación por casi 2 mil millones de dólares del Club de París que el agrupamiento europeo salió a ratificar el mismo día señalando que es “compatible” con los compromisos asumidos ante el Fondo Monetario.
El fuerte de este acuerdo, desde la mirada del equipo de Massa, es que se mejora la tasa de interés pasando el 9% actual a una tasa stepup, que empieza en el 3,9% en las primeras tres cuotas y sube paulatinamente. Y que la tasa promedio ponderada es del 4,5%, lo cual es una buena tasa de interés para el contexto internacional actual caracterizado por el alza de tasas internacionales.
El otro punto que resaltó el gabinete económico es que el acuerdo implica que en los próximos dos años la Argentina devolverá un 40% del capital adeudado. Para dimensionar la mejora que esto representa, si se replicaban las condiciones del acuerdo de 2014 para este entendimiento, en los próximos dos años se habría devuelto el 58% del capital.
Sin dudas, el gran desafío ahora será que mejoren las tasas de interés en los préstamos para el sector privado que requiere bienes de capital más modernos para potenciar la economía del electoral 2023 y generar ingreso de dólares.
Son todos logros que un político como Massa no dilapidará, en especial cuando se acerca el plazo de los noventa días que el mismo ministro se impuso para informar sus logros a la sociedad. El próximo 3 de noviembre cumplirá tres meses desde que asumió, justo dos días después de que haya una nueva suba en las naftas.
Está por concluir un nuevo mes y comenzarán a conocerse las mediciones privadas de inflación: el talón de Aquiles argentino. A partir de entonces cambiaría el humor, otra vez y las miradas se concentrarán en si, esta vez sí (o, probablemente, no) el piso mensual perforará el 6%.
La suba en los precios no parece ceder donde más duele: alimentos y especialmente en el AMBA. En un año que se encamina a concluir con tres dígitos de inflación. Massa le habría prometido al Fondo Monetario que llegará al 95% y que esquivaría el impacto social de los tres dígitos.
Lo que pase ahora será un arrastre crucial sobre el comienzo de 2023, que necesitará muchísimo más que los esfuerzos conocidos hasta ahora. En especial para cumplir con una meta de 60% para el electoral 2023, como votaron por un récord de 180 votos afirmativos diputados oficialistas y opositores en la madrugada del miércoles: cuando el mismo Massa celebró con puño propio el apoyo de una proyección que su equipo realizó con más dudas que certezas.