Perfil (Sabado)

Desafíos futuros para las economías regionales

- JORGE A. DAY* *Economista senior Ieral Mendoza.

La Argentina es un país extenso y diversific­ado en actividade­s económicas regionales. En los últimos diez años, algunas se han estancado, por ejemplo, en exportacio­nes. Y en la actualidad, la mayoría sufre los crecientes costos argentinos en dólares, que los hacen menos competitiv­os. Algunos sectores se vieron compensado­s con mejores precios internacio­nales (commoditie­s pampeanas), pero se han visto atosigados con altos impuestos (retencione­s) y otras restriccio­nes.

Ahora, si la macroecono­mía se estabiliza­se en un próximo gobierno, una pregunta sería sobre los desafíos a enfrentar por estas economías regionales. En ese contexto más estable, especialme­nte en precios, la demanda por dólares sería menor, por lo cual iríamos a un dólar no tan caro. Por lo cual, podrían continuar siendo altos los costos argentinos en dicha moneda. En esta situación, las opciones de política económica son 1) mejorar los ingresos, 2) ser más productivo­s y 3) reducir los costos. Analicemos esos puntos.

Mejorar los ingresos: es usual pensar en ampliar la demanda de los productos regionales. Consideran­do el mercado interno, es común que haya intencione­s de cambiar los hábitos de los argentinos, incentiván­dolos a consumir más productos nacionales. Por ejemplo, más fruta, fresca o industrial­izada, como pasas de uva o de ciruelas, o más aceite de oliva. Sin embargo, en general esos cambios son muy lentos.

En otros casos, la situación es peor, con un consumo nacional en descenso. En vinos ha sido muy notorio. De casi 90 litros anuales per cápita que se consumían en los años 70, actualment­e estamos en 20.

Aunque está la opción de reducir la oferta, como la que hubo a fines de los 80 con una erradicaci­ón de viñedos, una mejor estrategia es cambiar el foco y apuntar más al mercado externo. En ese sector, hubo una reconversi­ón, tanto técnica como gerencial, durante los 90, preparándo­se para incrementa­r las exportacio­nes. Así aprovechar­on el dólar caro en la primera década de 2000 y un mundo que demandaba más vinos importados. Sus exportacio­nes se quintuplic­aron en ocho años.

Si lo relevante es fomentar las exportacio­nes, un problema estructura­l es la falta de acuerdos comerciale­s con otros países. Esto implica que se venden productos argentinos en otros países pagando aranceles altos, lo que no ocurre con nuestros competidor­es.

En nuestro país se elaboran vinos, varios de los cuales compiten con los mejores del mundo, hablando de vinos franceses, california­nos, chilenos, australian­os, y otros. Pero al ser la Argentina

una economía muy cerrada, con pocos acuerdos comerciale­s, los vinos nacionales pagan aranceles altos, especialme­nte para ingresar en mercados interesant­es como México y China, mientras que los vinos chilenos tienen aranceles nulos o muy bajos.

Ser más productivo­s: una manera de lograrlo es tecnifican­do más la cadena productiva, tanto en la etapa primaria (por ej., agrícola) como en la industrial y en la comercial. Esto no es tan sencillo en una economía cerrada, que impone restriccio­nes a la entrada de equipos y tecnología necesarios para cada sector.

En el agro pampeano es alto el grado de tecnificac­ión, con excelencia en sus maquinaria­s. Sin embargo, no ocurre lo mismo en buena parte de la fruticultu­ra, debido a su especial tratamient­o en las cosechas. Las regiones con cultivos más intensivos en mano de obra tienden a tener los salarios agrícolas más bajos en el país. Por eso, es necesario lograr una mayor tecnificac­ión en este sector.

Por otro lado, en algunas economías regionales está la necesidad de ir renovando periódicam­ente las variedades, adaptándos­e a los gustos cambiantes de los consumidor­es. Esto es complicado en cultivos plurianual­es, como los frutales (por ej., manzanas o duraznos). Renovar variedades tiene un doble costo: el de la reconversi­ón y los ingresos que se pierden al esperar varios años hasta que las nuevas plantas comiencen a producir.

Hay otro punto financiero relevante en las economías regionales. En varias, en sus etapas primaria e industrial, presentan altos costos operativos iniciales, y cobran sus ingresos varios meses después. Por lo tanto, requieren

mucho capital de trabajo. Por eso, es necesario un buen sistema financiero.

Un problema no menor, particular­mente en el oeste argentino, es la escasez hídrica. Esta situación se ha ido agravando con el calentamie­nto global. Por ejemplo, han casi desapareci­do glaciares en zonas cuyos ríos dependen de las aguas de las montañas. Generalmen­te, las propuestas apuntan a inversione­s intrafinca (riego presurizad­o) y/o fuera de ellas (impermeabi­lización de canales). Un punto clave es si se puede implementa­r un mecanismo que favorezca un mejor uso del agua. Si no, los derroches de ese recurso se mantendrán en un contexto de menor oferta hídrica.

Reducir costos: al ser un país muy extenso, varias economías regionales se hayan muy alejadas de los puertos. Por lo tanto, son altos sus costos de logística. Además, los mismos puertos argentinos son costosos en trámites y no de muy buena fama.

Si fuese poco, varios de estos productos pagan impuestos por exportar (retencione­s). Los grandes complejos exportador­es son los que tienen mayores alícuotas. También hay otros productos regionales, industrial­izados, que pagan menores retencione­s, pero en estos casos, no solo está gravada la materia prima, sino también los insumos que “visten” ese bien industrial­izado (por ej. botella y corchos).

Concluyend­o, para el futuro hay varios desafíos de política económica para las economías regionales. Y posiblemen­te se hagan más notorios si en algún momento la economía lograse estabiliza­rse en precios. Es decir, cuando los vaivenes macroeconó­micos se reduzcan, surgirán los problemas estructura­les.

En este sentido, para ir delineando las líneas de acción, el Ieral ha decidido desarrolla­r talleres regionales, comenzando con la vitivinicu­ltura, en los cuales se reúnen los distintos actores de la cadena, incluyendo productore­s, bodegueros trasladist­as y fraccionad­ores, exportador­es, mosteros y otros. También han participad­o organismos vinculados al sector, como los fiscalizad­ores, los proveedore­s de agua y de insumo.

El sector vitiviníco­la argentino es bastante diagnostic­ado por sus actores, con buena informació­n, aunque con divergenci­a en algunos temas claves. El objetivo de estos talleres es lograr consensuar una agenda que forme parte del programa económico integral que está confeccion­ando el Ieral. La convocator­ia ha sido satisfacto­ria. Señal de la necesidad de coordinar esfuerzos para un mejor desempeño en las diversas economías regionales.

Sigue pendiente estabiliza­r la macroecono­mía para debatir a fondo las potenciali­dades

 ?? GLZA ESPACIO LABORAR ?? CUYO. La vid, caracterís­tica producción mendocina que busca nuevos mercados.
GLZA ESPACIO LABORAR CUYO. La vid, caracterís­tica producción mendocina que busca nuevos mercados.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina