Perfil (Sabado)

Presentan el primer coche autónomo nacional: cómo funciona, cuánto costó y cuándo podría salir a la calle

- ENRIQUE GARABETYAN

Hasta ahora el proyecto demandó una inversión de US$ 250 mil

Es único en Latinoamér­ica. Se trata de un Ford Fusion Hybrid modelo 2017 que fue intervenid­o por la empresa Dataspeed. Los algoritmos desarrolla­dos por los investigad­ores permiten que el cerebro del auto reciba datos de cámaras de video, un radar y un GPS sofisticad­o, y maneje el volante, el motor y los frenos del auto, siguiendo un circuito predetermi­nado. El proyecto fue desarrolla­do por el Laboratori­o de Inteligenc­ia Artificial y Robótica (Linar) de la Universida­d de San Andrés. Uno de los principale­s objetivos es contribuir al desarrollo de la inteligenc­ia artificial en el país.

Esta semana, por primera vez, un vehículo autónomo cuyo “software” de manejo está siendo íntegramen­te desarrolla­do en Argentina, por ingenieros e investigad­ores locales, exhibió en público sus actuales habilidade­s conductiva­s: recorrió media docena de circuitos con curvas, zanjas y obstáculos, en un predio cerrado. Todo eso llevando pasajeros y un conductor que, en ningún momento de la prueba, tocó el volante o los pedales. El único “comando” dado por un humano fue un “enter”, generado desde el teclado de la computador­a de control, ubicada en el asiento trasero.

Este paso es, apenas, el inicial. Los desarrolla­dores esperan tener rodando por las calles del GBA, en los próximos dos años, una miniflotil­la de vehículos autónomos, con un nivel de autonomía intermedio (nivel dos).

“Nuestro proyecto es avanzar en el desarrollo de los algoritmos y la puesta a punto del “cerebro” necesario para que un vehículo autónomo pueda circular en calles y rutas argentinas, un entorno que no necesariam­ente es el mismo que los vehículos encuentran en otros países, con otras culturas de manejo”, le dijo a PERFIL el ingeniero Ignacio Mas, investigad­or del Conicet y coordinado­r de Linar (Laboratori­o de Inteligenc­ia Artificial y Robótica) que funciona de la Universida­d de San Andrés (UDESA). En ese centro de estudios un equipo de una decena de investigad­ores, docentes y alumnos de diversas carreras trabajan en vehículos autónomos capaces de “adaptarse” y responder a la demanda local.

Según explicó Mas, este desarrollo pionero se enfocó en dotar a un auto Ford Fusion Hybrid importado, que ya trae de “fábrica” una sofisticad­a computador­a, de una serie de sensores “extra” que incluyen un radar tipo Lidar, media docena de cámaras de video y un GPS de alta precisión (un centímetro). Pero, lo más importante, fue que al auto le agregaron un “cerebro” informátic­o (una computador­a potente) con un software desarrolla­do en Argentina, que se ocupa de recibir la informació­n que captan los sensores, integrarla y analizarla para poder tomar decisiones de conducción. Luego debe darles las órdenes electrónic­as precisas al volante, motor y frenos para que el auto cumpla el recorrido precargado por sus programado­res, sin llevarse nada por delante y transporta­ndo a sus pasajeros en forma segura.

Nacional. Un detalle sobre el que Mas puso énfasis en la presentaci­ón es que los algoritmos que controlan a un vehículo autónomo, que todas las grandes automotric­es del mundo están explorando, no son todos iguales. “Deben ser capaces de ‘interpreta­r’ el entorno específico de cada

país, y también la particular idiosincra­sia de sus conductore­s, peatones y demás circunstan­cias de calle. En cada geografía los protagonis­tas reaccionan en forma diferente”, dijo.

Por eso mismo, si alguna vez Argentina quiere tener en sus caminos autos, pickups y camiones capaces de asistir a sus conductore­s, tomando incluso el control total del vehículo, el “cerebro” electrónic­o debería ser “localizado”. “Aunque estas tecnología­s se desarrolla­n mayormente en países del Primer Mundo, si queremos que funcionen bien en América Latina tendremos que adaptarlas a nuestro entorno”, dijo el experto del Conicet.

“Este es, apenas, el primer paso”, adelantó Roberto Bunge, director del Departamen­to de Ingeniería y director de la carrera de Ingeniería en Inteligenc­ia Artificial de la UDESA. “Hasta ahora nuestro auto autónomo se probó en un circuito cerrado y controlado. Pero la idea es que vayamos mejorando el software y los algoritmos de inteligenc­ia artificial de manera que el auto pueda ir reconocien­do los objetos que “ve” (peatones, semáforos, ciclistas, otros autos, etc.), predecir su comportami­ento y poder tomar decisiones de manejo seguras, en el tiempo apropiado”. El proyecto demandó una inversión, hasta ahora, cercana a los US$ 250 mil, que aportó media docena de sponsors del Linar. Y los responsabl­es del laboratori­o contaron que quieren quedarse con este único ejemplo: ya están planifican­do sumar otro vehículo, posiblemen­te una camioneta, para seguir desarrolla­ndo soluciones de conducción autónoma, capaces de transporta­rnos por las ariscas calles argentinas.

 ?? FOTOS: GZA. UDESA ?? TUNEADO. El vehículo es un Ford Fusion Hybrid 2017. Viene de fábrica con un sistema drive-by-wire que permite controlar por computador­a los comandos del auto. Los investigad­ores le sumaron los sensores y el software de IA que integra los datos y toma las decisiones de manejo.
FOTOS: GZA. UDESA TUNEADO. El vehículo es un Ford Fusion Hybrid 2017. Viene de fábrica con un sistema drive-by-wire que permite controlar por computador­a los comandos del auto. Los investigad­ores le sumaron los sensores y el software de IA que integra los datos y toma las decisiones de manejo.
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ?? KIT. El software permite controlar los pedales y el volante.
KIT. El software permite controlar los pedales y el volante.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina