Dólares financieros no dejan de subir y complican la estrategia de Massa
En el cierre de una semana cambiaria negativa, el dólar CCL tocó los $ 339 y el Bolsa $ 320, mientras el blue se vendió ayer a $ 306. Continúa la caída de las reservas, pese a la anunciada ampliación del swap chino. El ministro de Economía, que cumple cien días de gestión, hizo un balance positivo de su trabajo y salió airoso de la renovación de la deuda en pesos. La inflación, otra de las cuentas pendientes.
“Fake” fue la palabra más usada por Rubinstein en la última semana
De regreso al país, el ministro de Economía enfrentó una semana de alto voltaje por cuestiones familiares, las versiones de renuncia sobre su vice, Gabriel Rubinstein, y un mercado que no da respiro en las cotizaciones de los dólares financieros. En el exterior cosechó elogios por sus cien días, haber evitado una hiper y las negociaciones con el FMI. La debilidad de todos y de siempre: la inflación que no cede, en especial entre quienes menos tienen.
“Lo que Massa trae a la mesa no es una especie de visión económica radical, sino el poder de tomar decisiones y llevarlas a cabo”. Es la reflexión sobre los cien días de gestión del ministro de Economía que tuvo una revista extranjera: Americas Quarterly (AQ) y que se conoció ayer en el país, entre otras razones debido a la difusión del gabinete económico.
Fue una cucarda que celebró el titular del Palacio de Hacienda, quien regresó junto a la comitiva presidencial de un viaje donde, desde la perspectiva oficial, cosechó fuertes logros.
Por ejemplo: haber duplicada las reservas de libre disponibilidad para el Banco Central a partir del swap con China que pasa de tener 5 mil millones producto de la recaduación del dólar soja a 10 mil millones por esta causa.
Otro ejemplo: la negociación con el Fondo Monetario que está a un paso de aprobar la siguiente revisión a pesar de las tensiones en torno a las metas de inflación.
Si los cálculos no fallan, la Argentina recibirá en diciembre próximo un desembolso de US$ 5.800 millones de parte del FMI, que le permitirá cerrar el año con calma. Eso es lo que espera Massa, quien monitoreará los siguientes intercambios entre técnicos del organismo internacional y su equipo que serán de modo virtual. Esta tercera revisión corresponde a la auditoría del FMI de las cifras de la Argentina del tercer trimestre del año y forma parte del programa que el país suscribió con el FMI en marzo de 2022 para refinanciar US$ 45 mil millones. Ahora bien, el regreso a la arena doméstica tuvo sus matices y en varios terrenos.
Por ejemplo, los mercados lo recibieron con temblores y un dólar blue que se disparó hacia el comienzo de semana y luego bajó, pero acelerando el alza de todas las cotizaciones financieras que volvieron a rozar los niveles que casi tenían al renunciar el ex ministro Martín Guzmán.
Con todo, ayer la Bolsa porteña finalizó la semana en alza por segunda rueda consecutiva y ganaron en promedio un 1 por ciento, mientras que en Wall Street operaron dispares y los bonos retrocedieron nuevamente, según los principales indicadores del mercado financiero.
Hablando de ex, Guzmán ayer habló por primera vez desde su renuncia y se despachó con ganas aunque siempre en tono de profesor (ver página 9). Aunque monocorde, el ex ministro admitió que con Cristina Kirchner “gestionar era una hazaña” y le disparó al hijo de CFK, el diputado Máximo Kirchner a quien calificó de “chico caprichoso”.
Massa, de regreso, también afrontó una embestida familiar que, en su entorno, sostiene le sacó furia e incluso llegó a pensarse en su entorno que fue instrumentado por sus adversarios intencionalmente. Todo en torno al polémico contrato de su hijo, Tomás, para generar contenido vinculado al Mundial, que finalmente “Toto” desestimó.
En la misma semana de éxitos internacionales, pero fangoso terreno local, el gabinete económico debió desmentir la supuesta renuncia del viceministro Gabriel Rubinstein.
El propio número dos del equipo del tigrense con seis caracteres como respuesta calificó como “fake” la versión que el jueves afirmaba que estaba fuera del gabinete cuando ni siquiera cumplió tres meses en su cargo. Una poltrona que ocupó más tarde que el resto del equipo debido a que, también por tuit, se conocieron sus consideraciones en torno a la vicepresidenta quien tardó unos veinte días para digerir su designación.
“Fake!!”, escribió Rubinstein, en respuesta a tuits donde se señalaba “Urgente: Presentó la renuncia el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein y su reemplazo sería Marco Lavagna”.
El tuit errado luego fue borrado por el usuario Felipe Núñez, quien en su descripción también figura como economista, y luego se disculpó por el mismo medio. Estos rumores crecieron luego de que Rubinstein disertó en el IAEF el martes último e hizo declaraciones tales como “no se puede hacer una maxidevaluación, si te sale mal es un rodrigazo. Para hacerlo bien se necesitan precondiciones”, y admitir que por la falta de dólares se debe “elegir a qué industria sostener”.
Al margen de estas cuestiones, lo que queda aún en el tintero es el freno a la inflación que sigue golpeando a quienes menos tienen.