Extienden a 200 metros la calle Palpa en Chacarita
Con la finalidad de favorecer la peatonal y vehicular del barrio popular Fraga, donde actualmente residen más de mil familias, la traza de la calle Palpa se extendió doscientos metros por lo que ahora llegará hasta la avenida Triunvirato.
Para llevar adelante esta movida, paso fundamental del plan de integración urbana y social de los barrios populares, se demolieron las viviendas que se encontraban en el “nuevo trayecto”, es decir, aquellas que formaban parte del “casco histórico” del Playón de Chacarita.
En este senti- do, las familias que alli vivían fueron relocali- zadas en nuevas viviendas que fueron construidas por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC). Además, y como parte de este plan, también se realizaron obras de infraestructura para la provisión de servicios básicos necesarios como agua corriente, electricidad, cloacas y pluviales. Se trata, en definitiva, de obras que permitirán conectar al barrio no solo con la red de servicios públicos, también permitirán el ingreso de medios de transporte y ambulancias.
El proyecto urbanístico además contempla la creación de pulmones de manzana, que permitirán mejorar tanto la iluminación como la ventilación del barrio.
Según explicaron funcionarios porteños, estas obras “fueron consensuadas y definidas en la Mesa de Gestión Participativa”, el espacio integrado por los vecinos del barrio, junto al IVC y el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat.
Con la apertura de la nueva traza de Palpa, ya son siete –de las ocho aperturas previstas– las arterias extendidas en esa parte del barrio de Chacarita, en el que se encuentra instalado el barrio Fraga, y donde viven 1.042 familias. Según explicaron las autoridades porteñas, Guevara será la próxima extensión prevista.
Cómo es el nuevo barrio Fraga. Como se recordará, en el nuevo barrio de Chacarita se construyeron 678 departamentos que presentan alturas de cuatro pisos y ocho pisos, y cuentan con una tira de 67 locales comerciales en la planta baja. Además, y al igual que en otros urbanizaciones de barrios populares, las viviendas tienen calefones solares, los que, no solo permiten reducir el consumo de energía, sino también lograr un aprovechamiento inteligente de los recursos naturales.
“La apertura de la calle Palpa demuestra que la integración es un ejemplo de que es posible una nueva política social: una que rompe la pobreza estructural y deja infraestructura para el futuro”, aseguró María Migliore, ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteño.