Michelle Obama habló de por qué no usó el pelo afro en la Casa Blanca
El éxito editorial que Michelle Obama logró con su primer libro Memorias le garantizó la publicación de un segundo texto que acaba de salir a la venta. Así, la exprimera dama de Estados Unidos comenzó una intensa gira para promocionar Con luz propia. Este recorrido mediático se sigue con atención, porque dada la situación de fragmentación que atraviesa Estados Unidos, interesa lo que ella diga sobre por la coyuntura de su país. Sobre todo teniendo en cuenta lo que opina sobre Trump; lo que ella diga sobre él incluye también a quienes lo respaldan.
“Me afectó muchísimo escuchar a la persona que reemplazó a mi esposo como presidente utilizar insultos étnicos de manera abierta y sin disculparse, hacer que el odio y el egoísmo fueran de algún modo aceptables, y negarse a condenar a los supremacistas blancos”, escribió Michelle Obama en su nuevo libro. “Me impactó escucharlo hablar de lo diferente como si fuera una amenaza”.
Estratega. En una charla promocional en Washington y con Ellen Degeneres como entrevistadora, Michelle Obama se refirió a un tema afroamericano que generó sonrisas: el cabello. Un detalle que puede denotar frivolidad, pero en su explicación adquiere otro matiz que también marca cómo los prejuicios raciales están presentes en un Estados Unidos que se autoproclamaba “modelo” de sociedad. Michelle Obama dijo que decidió alisarse el cabello cuando su marido asumió como presidente, porque su país estaba “internalizando que una familia negra estaba en la Casa Blanca”.
Entonces ella incluso descartó peinarse con trenzas, porque temía que su cabello afro terminara siendo una cuestión política y la prensa usara eso como distracción de lo que ellos (como matrimonio político) querían modificar como política de Estado. Cabe aclarar que en Estados Unidos todavía el Senado no aprobó la ley que prohíbe la discriminación por el tipo de peinado, algo que en marzo último ya sí aprobaron los diputados norteamericanos.