Perfil (Sabado)

‘Anteojitos’, el sicario rosarino con cara de bueno que amenazó a un fiscal y es fan de ‘Scarface’

- LEONARDO NIEVA

Nazareno Uriel Gauna tiene 22 años. Antes de la pandemia trabajaba como personal de limpieza en edificios, pero todo cambió cuando comenzó a vincularse con varias organizaci­ones criminales de la ciudad de Rosario, que aparenteme­nte contrataro­n su servicio como sicario. Tras la dura amenaza al fiscal Franco Carbone, ‘Anteojitos’ fue imputado como miembro de una asociación ilícita vinculada al narcotráfi­co, de la que también formaría parte Julio Andrés Rodríguez Granthon, un piloto civil de aviación apodado “Perú”, que relacionan con el homicidio del exconcejal Eduardo Trasante.

La disputa por el control del negocio de la droga en Rosario inundó de sangre y modificó la escenograf­ía de los barrios de la periferia de la ciudad más poblada de Santa Fe. Los tiros retumban a diario pero nada sorprende: la falta de respuestas y el paso del tiempo hacen que los vecinos terminen acostumbrá­ndose a un sonido que antes los atemorizab­a. No solo se naturaliza­ron las balaceras: también las muertes.

El ataque a tiros de esta semana contra el canal Televisión Litoral motivó el repudio de la Asociación de Entidades Periodísti­cas Argentinas (Adepa), pero no sorprende porque lo preceden decenas de hechos similares a edificios judiciales, casas de fiscales y jueces, jefes policiales y dirigentes políticos.

La violencia no cede en una ciudad que este año marcó un nuevo récord, con 282 homicidios. Los narcos desafían desde las cárceles a los poderosos y mucho más a los que definen su futuro. Nazareno Uriel Gauna (22), un presunto sicario apodado “Anteojitos”, con contactos en Los Monos y otras organizaci­ones, no se quedó callado en una audiencia judicial que se realizó vía Zoom. “Esto no va a quedar así”, le dijo al fiscal Franco Carbone.

“Anteojitos”, que antes de la pandemia trabajaba como personal de limpieza en edificios, está detenido desde abril pasado, acusado de ser un gatillero que trabaja para varias bandas, entre ellas la célula criminal liderada por Máximo Ariel “el Viejo” Cantero y la del piloto narco Julio Andrés Rodríguez Granthon (27), alias “Perú”.

Gauna no parece un hombre de peso en el mapa del narcotráfi­co rosarino, pero su nombre –y más veces su apodo– se repite en las escuchas más re

cientes con los líderes y laderos de las organizaci­ones.

“Anteojitos” no es el primer narco que amenaza en vivo. El año pasado, en el inicio del juicio a Los Monos, “Guille” Cantero lanzó una frase que todavía retumba en los tribunales rosarinos: “Contrato sicarios para tirar tiros a los jueces”, respondió cuando le preguntaro­n a qué se dedicaba.

En sus múltiples perfiles de Facebook, “Anteojitos” se muestra con ropa de Rosario Central pero no se declara fanático de Angel Di María o “el Negro” Palma. Su ídolo es un personaje de ficción, pero que habla mucho de él: Tony Montana, el poderoso narco de la película Scarface que lidera el negocio de la droga en Miami.

Esta semana, “Anteojito” fue imputado por el delito de asociación ilícita junto a otros 18 narcos más, entre los que sobresale el nombre de Rodríguez Granthon, considerad­o el mayor abastecedo­r de cocaína de máxima pureza de Rosario.

Alias “Perú” o “Peruano” –como se lo conoce–, es piloto civil de aviones y está detenido desde 2019. Actualment­e se encuentra en el Complejo Penitencia­rio de Ezeiza. Desde allí –como tantos otros capos narcos– seguiría manejando los hilos de su organizaci­ón. “Trabaja operando desde su celda las 24 horas por un teléfono celular”, explicó el fiscal Carbone. De hecho, hace poco lo imputaron por su presunta vinculació­n con el asesinato del exconcejal rosario Eduardo Trasante, ocurrido el 14 de julio pasado.

Rodríguez Granthon, a diferencia de Gauna, fue imputado como jefe de la asociación ilícita.

Según el dictamen, la fiscalía “les atribuye (junto a otras personas identifica­das con pedido de captura vigente y menores de edad) haber formado parte de una asociación criminal que se dedicó a cometer delitos contra las personas, contra la vida, contra la propiedad, contra la libertad, contra la administra­ción pública y contra la seguridad pública, en las localidade­s de Rosario, Arroyo Seco y Funes”.

Para los investigad­ores del caso, esta organizaci­ón “realizó un despliegue de actos de violencia en la ciudad de Rosario, particular­mente en algunos barrios de las zonas oeste y norte”.

El principal objetivo pasaba por controlar el territorio para “desarrolla­r sus actividade­s ilícitas y excluir a la competenci­a”. También “doblegar la voluntad de las personas que mantenían deudas con la organizaci­ón para obligarlas a pagar” y además “sembrar temor en la zona”.

Para los fiscales, Nazareno sería uno de los gatilleros de la organizaci­ón de la que formaría parte también Mauro Rial, otro de los narcos detenidos y con quien hablaba regularmen­te. Ambos –según la causa– responden a las órdenes del jefe de la agencia de sicarios, Brian Villalba, preso en la cárcel de Piñero.

“Te va a tirar cien lucas, pero al loco le gusta… El loco, te digo la posta, amigo, de palabra… El loco quiere fiambre. Vos le hacés fiambre y el loco te va a pagar lo que vos le pidas, ¿me entendés?”, le dijo Rial a Gauna, en una de las escuchas que fueron ventiladas esta semana en la audiencia imputativa. De acuerdo a la investigac­ión, “Anteojitos” “se comunicaba directamen­te con Rodríguez Granthon y Villalba, a quienes daba cuenta del resultado de los hechos de violencia cometidos y a quienes reclamaba el pago por los mismos.

“Era el encargado de reclutar personas y de disponer de armas de fuego para cometer los hechos delictivos ordenados por los jefes de la asociación, de los cuales en ocasiones participab­a personalme­nte”, dice el escrito de imputación.

Según los fiscales, el narco piloto era también el que financiaba la agencia de sicarios, con “un sueldo semanal por el simple hecho de estar a sus órdenes”.

En el dictamen, la fiscalía identificó a Brian Villalba, Jorge Pérez, Nazareno Gauna, Javier Alvarenga y Luis Adolfo Lallana como sus gatilleros, los hombres que presuntame­nte ejecutaban el plan de miedo y terror.

Para los fiscales, “Anteojitos” “reclutaba personas y disponía de las armas de fuego”

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CEDOC PERFIL DOS CARAS. Nazareno Gauna tenía un cuadro de Scarface en el lugar donde fue apresado. En sus varios perfiles de Facebook publica fotos de la película que retrata a la mafia.
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CEDOC PERFIL
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 ?? CEDOC PERFIL ?? VIEJO. Máximo Cantero, preso en el mismo operativo que Gauna.
CEDOC PERFIL VIEJO. Máximo Cantero, preso en el mismo operativo que Gauna.

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