Terror a bordo de un avión
El aeropuerto internacional de la ciudad mexicana de Culiacán (noroeste) reanudó operaciones ayer, tras ser suspendidas el jueves por la escalada de violencia que desató la captura de Ovidio Guzmán, hijo del encarcelado narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán, que incluyó escenas de terror dentro de un avión de pasajeros baleado por narcos.
“El Comité de Seguridad Aeroportuaria local ha evaluado las condiciones actuales y ha determinado la apertura del aeropuerto” a partir de las 10.00 hora local (16.00 GMT), señaló la terminal aérea en su cuenta de Twitter.
La detención de Guzmán el jueves en Culiacán desencadenó intensos tiroteos que se extendieron al aeropuerto, donde un avión de la empresa Aeroméxico recibió un impacto de bala en el fuselaje. También fueron impactadas dos aeronaves de la Fuerza Aérea. Aterrorizados, los pasajeros debieron tirarse al suelo para ponerse a salvo, según imágenes grabadas por ellos mismos y difundidas en redes sociales. Los trabajadores aeroportuarios también vivieron momentos de pánico y debieron abandonar a toda prisa los mostradores.
Las dos aeronaves oficiales impactadas realizaron aterrizajes de emergencia, dijo ayer el general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de Defensa. Debido al cierre aeroportuario, varios vuelos fueron suspendidos a lo largo del país.
Según cifras oficiales, México registra más de 340 mil asesinatos, la mayoría atribuidos a grupos criminales, desde que en 2006 el gobierno del entonces presidente, Felipe Calderón (2006-2012), lanzó una estrategia antidrogas con participación activa de fuerzas militares. A partir de ese año también se dispararon los casos de desaparecidos, que suman unos 108 mil. ■