Perfil (Sabado)

Cortocircu­ito peruano con América Latina

- R.P.

La salida del embajador peruano en Honduras, las críticas a la postura de Argentina, México, Bolivia, Chile y Colombia, la expulsión y la declaració­n como “persona non grata” al embajador mexicano Pablo Monroy, también son parte de una crisis que ha tomado dimensione­s internacio­nales.

Casi desde el mismo momento en el que miles de personas salieron a las calles de Perú, también comenzó un debate sobre la injerencia extranjera en los asuntos internos del país.

Invocando el principio de no intervenci­ón, la Cancillerí­a peruana fue respondien­do una a una las declaracio­nes de otros presidente­s. La resolución de la Liga de Naciones de 1936 fue el primer instrument­o internacio­nal en mencionar este principio, al afirmar que “todo Estado tiene el deber de abstenerse de cualquier intervenci­ón en la vida política de un Estado extranjero”.

Cada nación fue interpreta­ndo este principio de diferentes maneras y según su convenienc­ia a lo largo de la historia. Así, la Doctrina Monroe entendía como intervenci­ón la intromisió­n de Europa en los asuntos americanos, pero no considerab­a así la injerencia de los Estados Unidos en los temas del resto de los países, y la Doctrina Estrada, en México, establecía que ningún gobierno extranjero podía determinar si otro era legítimo o no.

Siguiendo esos preceptos de 1930, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, fue uno de los primeros en manifestar­se sobre la situación en Perú. El mismo 7 de diciembre, día de la destitució­n de Pedro Castillo, escribió en su cuenta de Twitter que, si bien el de no intervenci­ón y autodeterm­inación son principios fundamenta­les de la política exterior mexicana, “consideram­os lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas desde el comienzo de la presidenci­a legítima de Pedro Castillo se haya mantenido un ambiente de confrontac­ión y hostilidad en su contra”, algo que, según entiende, lo llevó a “tomar decisiones que les han servido a sus adversario­s para consumar su destitució­n”.

Desde entonces, una seguidilla de declaracio­nes de repudio a las manifestac­iones de López Obrador, el asilo otorgado en México a la familia de Castillo y la expulsión del embajador mexicano en Perú resintiero­n las relaciones diplomátic­as entre las partes.

Durante la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamer­icanos y Caribeños (Celac), el tema de Perú estuvo presente en los discursos de varios presidente­s. Uno de los más enérgicos en sus críticas fue el chileno, Gabriel Boric. El gobierno peruano respondió comunicand­o al embajador de Chile su malestar.

Con los gobiernos de Argentina, Bolivia, México y Colombia decidió ir más allá: el Ministerio de Relaciones Exteriores llamó a consulta a los embajadore­s de Perú en estos países, frente a lo que considera una “intromisió­n en los asuntos internos por parte de las más altas autoridade­s”. El llamado a los cancillere­s responde, más que a declaracio­nes aisladas, a un comunicado conjunto del 12 de diciembre en el que los presidente­s pedían que se priorice “la voluntad ciudadana que se pronunció en las urnas”. ■

 ?? APF ?? INTERCAMBI­O. La Cancillerí­a de Perú replicó a varios países.
APF INTERCAMBI­O. La Cancillerí­a de Perú replicó a varios países.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina