Perfil (Sabado)

En Precios Justos Barriales también hay faltantes

- PERFIL - AGUSTINA BORDIGONI

La dispersión de precios sobre un producto también la viven los comerciant­es

En un intento por fomentar el consumo y detener la suba inflaciona­ria, el Gobierno extendió el programa que ofrece bienes por valores menores y que ya rige en las grandes cadenas. Las denuncias en el debut, desde el 1° de junio, van en la misma dirección de siempre: hay faltantes de productos y precios poco claros, y hay algunos alimentos como la leche fresca, que únicamente estarán en CABA y GBA, pero no en el resto de las provincias. En el sector privado denuncian escasez en el suministro y que los funcionari­os nacionales no los convocaron. Desde Comercio prometen más controles.

El anuncio de la puesta en marcha de Precios Justos Barriales llega con faltantes, ya que productos básicos como el azúcar no están contemplad­os y otros como la leche fresca no se conseguirá­n en el interior del país. Dependiend­o de la provincia que se trate, el acceso a los más de cien productos anunciados por el Gobierno estará limitado o disponible a un precio mayor en el interior.

Con el objetivo de fomentar el consumo en negocios de cercanía y bajar la inflación, que las consultora­s privadas prevén que podría haber superado el 9% en mayo, la Secretaría de

Comercio extendió el programa Precios Justos a negocios de cercanía. Se trata de “una canasta con más de cien productos de consumo masivo que mantendrán un precio de referencia”, comunicaro­n desde la secretaría que dirige Matías Tombolini.

Al entrar al sitio web disponible, tanto para consumidor­es como para comercios, el listado parece más chico. En el AMBA es donde más productos se podrían encontrar bajo este programa. En total, en esa región del país, son 95. En el resto de las provincias el listado se achica a los 90 o 91 productos, pero en ningún caso llega a los cien.

Además, y salvo en AMBA, en ninguna otra región o provincia del país se conseguirá leche fresca a Precios Justos. Tampoco algunos tipos de queso y de yogur.

Una de las principale­s preocupaci­ones de los almacenero­s es precisamen­te la incorporac­ión de alimentos de primera necesidad. Entre ellos el azúcar: en lo que va del año, según la consultora Focus Market, aumentó un 48,3%. Se trata del alimento que más aumentó de manera interanual después del arroz: un 174,4% de mayo de 2022 a 2023.

Además de ser uno de los que más aumentó, también es uno al que los pequeños comerciant­es acceden con una diferencia importantí­sima respecto a los supermerca­dos. Pero, por ahora, no está en el listado.

“Fue una de las cosas que pedimos”, le comentó a PERFIL Fernando Savore, presidente de la Federación de Almacenero­s de la provincia de Buenos Aires (FABA). Explicó que un paquete de azúcar que en el supermerca­do se consigue a $ 700, en los supermerca­dos distribuid­oras se los venden a $ 560, e incluso a $ 670 dependiend­o de la zona del país.

“Tenés que vivir remarcando, el azúcar es una barbaridad lo que aumentó”, aseguró a este medio Héctor González Paván, representa­nte del sector en Entre Ríos. “En algunos lugares la están pagando de costo a $ 600, nosotros la tenemos a $ 565 todavía”.

Paván remarca la palabra “todavía” porque la semana que pasó fue notificado de otros aumentos. “Artículos de limpieza, higiene personal, harina, todo subió”.

Los comerciant­es del interior dudan de la implementa­ción del programa y de su efectivida­d. “A nosotros no nos consultaro­n para nada”, explicó Paván.

“Es vivir el día a día. Ir al mayorista y encontrar la mercadería con el precio cambiado”, comentó Savore. “Uno llega al negocio con la factura y es agarrar la calculador­a y empezar a cambiar los precios”. Por eso, espera que el acuerdo se cumpla y poder tener algunos de estos productos en su local.

“Esto es humo”, opinó por su parte Paván, en referencia a otros planes que se intentaron y que fracasaron. “No fuimos convocados para nada, ni virtualmen­te, nada”.

El día del anuncio pocos comerciant­es estaban enterados de los productos que iban a poder comprar, a qué costo podrían conseguirl­os y cuál era el precio sugerido por el Gobierno para la venta. Mucho menos en el interior, que no participó del proceso.

El aceite, que era otro de los productos por los que los comercios barriales reclamaban, está contemplad­o en el listado de Precios Justos. Si se cumple con el abastecimi­ento y los precios sugeridos, una botella de aceite de girasol de 900 cc se podrá conseguir a $ 363,30 en AMBA, a $ 376,02 en provincia de Buenos Aires, a $ 388,73 en Catamarca y a $ 383,28 en Córdoba.

Otros productos básicos, como la harina, se podrán conseguir hasta el 15 de julio desde $ 184,28 por kilo en el AMBA y a $ 197,18 en Tucumán. En el caso del arroz, el alimento que más creció en precio en mayo según consultora­s privadas, se podría conseguir a $ 332,33 el kilo en AMBA y a $ 343,56 en Salta.

Más allá de los precios y el abastecimi­ento, la Fundación Libertad y Progreso, en su informe sobre la inflación de mayo, cita al economista Santiago Casas: “Los programas de Precios Justos fracasaron y lo único que consiguier­on fue mayores distorsion­es en la economía”.

Mientras tanto, los comercios minoristas esperan que, aunque sea en menor cantidad y a precios diferentes, los productos lleguen a los precios acordados con mayoristas, empresas y distribuid­oras.

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TÉLAM ESTE MES. Los beneficios que tenían las grandes cadenas se llevaron a los negocios más pequeños.

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