RESUMEN FINAL PARA LA PREVENCIÓN DE LA CELULITIS
■ Beber mucha agua. Se recomienda el consumo diario de 8 vasos de agua que puede variar según las necesidades de cada persona. Su consumo ayuda a eliminar las toxinas sobrantes del organismo contribuyendo a la desaparición de los nódulos de grasa.
■ Evitar la sal. La sal ayuda a retener líquidos en el organismo, por lo cual no es nada aconsejable en los casos en que se padece celulitis. Para evitar la sal no solo hay que vigilar en echar poca cantidad a las comidas, sino que hay que poner especial cuidado con las comidas instantáneas, ya que suelen contener muchísima sal. Para sustituirla, se aconseja el uso de especies varias que no sólo evitan la retención de líquidos sino que pueden contribuir a deshacer las grasas.
■ Comer fibra. El consumo de fibra es muy importante, puesto que ayuda a eliminar los residuos sobrantes evitando que el organismo los absorba. La fibra es una sustancia que se encuentra sobre todo en los cereales (integrales) y los vegetales de hoja verde.
■ Evitar el consumo de grasas. Las grasas no solo son altamente engordantes, sino que, además, tienden a acumular toxinas, lo cual favorece enormemente a la aparición de más celulitis. Es importante evitar las grasas (sobre todo saturadas como la margarina o la manteca) y los fritos, ya que suelen estar cocidos con aceites de poca calidad.
■ Evitar las bebidas carbonatadas. Las sodas, colas etc. Están llenas de ingredientes químicos que no solo carecen de nutrientes, sino que además contribuyen a hinchar el cuerpo y añadir más toxinas acentuando más la celulitis.
■ Evitar las pastas y golosinas. Las pastas, panes y todos los productos de repostería tienden a contener altos porcentajes de harinas refinadas y grasas, los que favorecen mucho la aparición de la celulitis. Es importante evitar estas pastas y dulces de repostería y, en caso de consumir pan, es preciso moderar su consumo.
■ Hacerse masajes y automasajes. Los masajes ayudan a deshacer nódulos de grasas a la vez que activan la microcirculación y el drenaje linfático. Éstos masajes son mucho más eficaces si se hacen a diario y con la intervención de un masajista, aunque también son muy efectivos si se los hace uno mismo.