¿ EL ULTIMO VIAJE A PUNTA?
El fin de semana, Marcelo Tinelli (58) viajó a Punta del Este para descansar unos días junto a su familia. Acompañado por su mujer Guillermina Valdes (41) y por sus hijos Micaela (30), Candelaria (28) -quien viajó junto a su novio, el empresario Luca Bonomi- y Lorenzo (4); y por Helena (13), la hija de su pareja, el conductor de ShowMatch encontró la paz en Guanahani, la chacra que tiene en La Boyita y que está ubicada frente al mar. Desde hace 18 años que es el lugar preferido del clan Tinelli y al que acuden todos los años para veranear.
La casa tiene tanto valor afectivo que hasta el propio conductor considera que una de sus cábalas es festejar cada Año Nuevo allí y rodeado de amigos. Sin embargo, es probable que este verano sea distinto para la familia. ¿Por qué? Porque desde hace mucho tiempo que el conductor está con la idea de vender la chacra maritima, que entre las tantas visitas que hospeda cada año, los caseros que cuidan el lugar y los gastos típicos que lleva mantener una casa de esa magnitud, genera más costos de los que Marcelo está dispuesto a afrontar. Además, esta decisión apuesta al futuro: este año él admitió sus ganas de desembarcar en la política en 2019. “No lo descarto”, asegura cada vez que le consultan si se lanzará como candidato en las próximas elecciones. De ser así, el conductor preferiría pasar sus vacaciones en un lugar más tranquilo y, también, mostrarse veraneando en playas argentinas... Como por ejemplo Necochea, la ciudad en donde nació Guillermina, y que él dice “amar”. Lo cierto es que por ahora Guanahani sigue siendo de su propiedad: el elevado costo de la casa estaría dificultando su venta, ya que a principios de año estaba valuada en alrededor de 9 millones de dólares. Sus cinco hectáreas, su ubicación cerca de José ignacio y todas las instalaciones que tiene hacen que el valor aumente aún más con el tiempo. Es que cuando la compró, en 2000, le puso su impronta personal y reconstruyó sus dos plantas. Además, hizo una cancha de fútbol de 11, un beach club con acceso a una playa privada y una piscina inmensa con deck, entre otros arreglos. No hay dudas, entonces, que no es una casa fácil de vender y el conductor lo sabe. Por eso decidió tomárselo con calma. Hasta que la venta se concrete, la familia seguirá yendo con regularidad y aprovechará al máximo de su estadía porque no saben si esa será la última vez que estarán allí.
El conductor voló a Uruguay con Guillermina Valdés, y algunos de sus hijos. Su idea estas vacaciones es pasarla en Necochea, la ciudad de donde es oriunda su mujer. Ya no quiere ir a la chacra marítima a la que solía ir todos los veranos y de la que se quiere desprender