VIO LO QUE SE PERDIA “Y VINO A BUSCARME”
Va a ser un verano distinto para Celeste Muriega (29), quien por primera vez se quedará en Capital Federal y no hará temporada ni en Carlos Paz ni en Mar del Plata. Esta vez, la bailarina priorizó quedarse en Buenos Aires y formar parte de Bien argentino la evolución, que se presentará a partir del 9 de enero en el Teatro Apolo. “Después de habernos ganado el Carlos de Oro, vamos por todo y no nos quedamos en el área de confort. En Carlos Paz nos fue re bien y ahora redoblamos la apuesta en la calle Corrientes”, se entusiasma Celeste, quien está nuevamente en pareja con Alejo Clérici (43). ¿Qué tiene de nuevo Bien argentino? “¡De todo! Bajo la dirección de Angel Carabajal, ahora Adabel Guerrero no sólo va a cantar sino también que vuelve a bailar tras haber sido mamá de Lola, están Noelia Marzol y Fernando Bertona con unos cuadros espectaculares, Marcelo Iripino canta unos tangazos impresionantes y apela a la emoción y Zaúl Showman con todo su humor disparatado y familiar”, cuenta la bailarina.
-¿Tu primer verano en Capital?
-Sí. Nunca hice Calle Corrientes en verano; siempre fue en invierno. Es nuevo para mí no viajar, no hacer las valijas. Veo a todas mis colegas y amigas que están desesperadas armando la mudanza para instalarse tres meses en la costa o en Córdoba y yo estoy contenta porque voy a seguir durmiendo en mi cama. Fue un año muy intenso y me va a venir bien estar más tranquila.
-¿Intenso en qué sentido?
-En este 2018 no paré un minuto: viajé un montón por la gira de Bien argentino por todo el país y al mismo tiempo haciendo eventos, desfiles y demás. Y también grababa el programa de Bien argentino, que salía por Magazine, y participé en otro ciclo en Córdoba. Había semanas en las que me tomaba cuatro aviones; fue muy movidito en ese sentido. Un poco de vida sedentaria me va a venir bien. Además, sigo con mi marca @ malcriada_lenceria, con venta on line y showroom en Villa Luro.
-¿Cuántas temporadas tenés encima? -Desde que arranqué nunca frené y ya perdí la cuenta. Encima suelo repetir a las personas con las que voy trabajando. Por ejemplo, mi primera obra de teatro la hice con Iripino, quien me eligió a través de una audición, y hoy la vida nos volvió a unir a través de Bien argentino. Voy a tener un verano porteño y por suerte en casa tengo pileta.
-¿Y tu novio?
-Alejo se va a ir a Mar del Plata, como todos los veranos. Allí tiene mucho trabajo relacionado con el fútbol y está en el parador B12 de Punta Mogotes. El ama Mardel y puede fusionar sus compromisos laborales con las vacaciones en familia y con amigos. Yo me quedaré acá así que estaremos separados y buscando los huecos para viajar a vernos. -Te separaste y volviste a apostar a la pareja. ¿Cómo fue este 2018 en lo amoroso?
Tras un impasse, la bailarina le dio una nueva oportunidad al empresario deportivo. Esta vez, la pareja no convive, sino que hace vida de novios: “Es hermoso porque te extrañás, buscás el espacio para verte y tenés otros gestos para con la otra persona”, se entusiasma ella
-Estuvo buenísimo todo lo que nos pasó. Cuando nos separamos, los dos sentimos que nos extrañábamos y esa distancia nos sirvió para darnos cuenta de que queríamos volver a estar juntos. Nos valoramos más y siento un cambio muy grande en él. Cuando uno se separa, pueden pasar dos cosas: que no te vas a volver a ver nunca más, que era lo que pensaba yo, o que la otra persona reflexione, se dé cuenta de lo que perdió, redoble la apuesta y te vuelva a buscar.
-¿Y qué pasó?
-Lo segundo. Alejo volvió a buscarme y prometió que no iba a cometer los mismos errores. Pensé que nunca más lo iba a volver a ver pero él regresó, entablamos al comienzo un vínculo más de amistad pero fue difícil sostenerlo porque nos tiraban más los sentimientos y las ganas de volver a estar juntos. Sí sé que él puso más que yo para volver. -¿Por qué puso más él?
-Porque yo ya tenía asumido que la relación no había funcionado y no le puse demasiado de mí para revertirlo. Lo había dado todo en plena relación y después bajé la guardia. Esa energía que había puesto yo durante la pareja, la puso él después para reconquistarme. -¿Volvieron a convivir?
-No. Es una semi convivencia. Estamos más noviando. Hicimos todas las etapas invertidas, al revés de lo que hace la gente normalmente: primero estuvimos mucho tiempo a la distancia y viéndonos tres o cuatro veces por año cuando él estaba en Dubai y yo en Buenos Aires, de eso pasamos directo a convivir y ahora estamos noviando. ¡Todo al revés! Son etapas invertidas pero entiendo que nadie tiene un manual de cómo debe ser una relación de pareja.
-¿Cómo es noviar después de haber convivido?
-Hermoso porque te extrañás, buscás el espacio para verte, tenés otros gestos para con la otra persona. Que te pase a buscar todo perfumado y te saque a comer es re lindo. Es otra historia que no habíamos vivido porque pasamos de no vernos casi nunca por la distancia a convivir.
-¿Volverías a probar la convivencia plena?
-Sí, obvio, no descartamos la posibilidad pero no sabemos cuándo. Que las vueltas de la vida nos vayan llevando. Si el día de mañana formamos una familia, desde ya que vamos a convivir. Pero hasta tanto eso suceda, así estamos bárbaros.