CUANDO SUPE “LO DE THELMA EMPECE A TEMBLAR Y A LLORAR”
Las últimas semanas fueron muy movilizantes para Silvina Acosta (50). Parte activa de la colectiva de Actrices Argentinas y de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes (SAGAI), vivió muy de cerca la denuncia por violación de Thelma Fardin (26) contra Juan Darthés (54), ya que compartió elenco con ellos en Patito Feo. “Cuando supe lo de Thelma me mató. Empecé a temblar y a llorar. Fue muy duro”, explica la actriz, que hoy le da vida a Inés en Mi hermano es un clon, por El Trece. -Muchas colegas estaban al tanto de la denuncia de Thelma hace bastante tiempo, ¿vos cuándo te enteraste?
-No fui a la asamblea en la que Thelma contó lo que vivió. Me enteré unos encuentros después, cuando empezaron a organizar la exposición de la denuncia. No sabía de quién estaban hablando y cuando Laura Azcurra me dijo que era Thelma, me generó mucha impotencia por no haberme dado cuenta de lo que había pasado, no haber podido defenderla. Pero tampoco vale cuestionarse porque hay que entender que los violadores son lobos vestidos de cordero. -¿Eso quiere decir que nunca notaste una actitud fuera de lugar por parte de Darthés? Griselda Siciliani, quien también estaba en la tira, lo acusó de maltratador.
-Lo que le pasó a Griselda es un poco el modus operandi que él tiene con respecto al poder. En ese momento ella recién empezaba y como actriz no tenía el poder que tiene hoy en día. En cambio, él tenía 30 años siendo protagonista y se lo hacía saber. Quizá los malos tratos no eran tan perceptibles, pero sí se veía una mala relación. Creíamos que Darthés era soberbio por una cuestión de ego, sin darnos cuenta que actuaba así por el poder del hombre sobre la mujer. -Volviendo al caso de Thelma: cuando te enteraste lo que vivió, ¿hablaste con ella?
-En ese momento ella estaba de viaje en Nicaragua arreglando todo lo legal, así que la vi directamente en la conferencia. Yo no quería molestarla, pero a la vez quería contenerla por todos estos años en los que se tuvo que guardar lo que le había pasado. Así que nos fundimos en un abrazo infinito.
-¿Cómo manejaron el tema desde la colectiva?
-Con mucha responsabilidad, unión y sororidad. Decidimos que grabara un video contando los detalles de la violación para evitar el morbo posterior que sabíamos que se iba a generar. No queríamos que se revictimizara contando una
y otra vez los detalles que ya dio; que no reviviera lo mal que la había pasado y evitarle un dolor. Lo que se trató de visibilizar fue que existe una denuncia penal gravísima como la de violación a una menor de edad y al mismo tiempo, sacarle a Darthés el velo de galán de telenovelas padre de familia. A Thelma le creyeron porque había tres denuncias previas, pero hay que reconocer el rol que tuvieron Calu Rivero, Natalia Juncos y Anita Coacci, quienes se animaron a denunciarlo antes.
-¿Formar parte de la colectiva de actrices generó cambios en vos?
-Me cambió en mil cosas. Estar trabajando cotidianamente con mis compañeras me hizo aprender mucho de ellas y de mí misma como mujer, actriz y compañera. En la colectiva hay una horizontalidad que me hace sentir fuerte y acompañada, porque no nos estamos empoderando para tener poder sobre otro, sino para trabajar con el otro. ¿Reconociste situaciones de maltrato que antes naturalizabas?
-Sí, en el último tiempo me di cuenta que sí pasé situaciones de maltrato laboral que me hicieron sentir muy mal. En realidad, siempre sentí la desigualdad de poder, no con otro actor, pero sí con un productor. Pero también he tenido escenas de sexo en películas donde me han tocado los compañeros más amorosos y respetuosos.
-En los últimos días Verónica Llinás contó que en las asambleas de actrices se trataron las denuncias de Valeria Bertuccelli y Erica Rivas a Ricardo Darín por maltrato, pero que no hubo quórum para apoyarlas.
-Sí, porque para mí era sacar el foco de lo que está pasando con Thelma, quien pidió acompañamiento y contención ante una denuncia penal. Tiene otra relevancia. Obviamente que todas las denuncias son aceptadas y escuchadas, pero todo a su tiempo. Después podemos ir por los otros temas.
-En la conferencia de prensa se dijo que según una encuesta de SAGAI, el 66% de los intérpretes afirmó haber sido víctima de algún tipo de acoso y/o abuso sexual en el ejercicio de la profesión. Como miembro de la entidad, ¿cómo trabajan el tema?
-Esto es algo que se está visibilizando masivamente ahora, pero hace tiempo que estamos trabajando con respecto a la perspectiva de género en el ámbito laboral. Las cifras demuestran que lo que le pasó a Thelma no es una excepción. Por eso desde los sindicatos, productoras y canales de aire se tiene que armar una guía de recomendaciones o códigos de buena conducta con perspectiva de género. Es un trabajo enorme, pero siento que la sociedad está con ganas de apoyarnos no solo en el ambiente artístico, sino en todos los ámbitos laborales, para que todos tengamos los mismos derechos.
-Cambiemos de tema. Te acabás de recibir de psicóloga.
-Sí, ¡y me recibí con un diez! Fue hermoso porque estudiar de grande provoca otro entendimiento y otro compromiso. Lo recomiendo porque tuve muchos compañeros de 50, 60 años y cuando arrancamos nos queríamos matar porque pensábamos que no íbamos a poder. Y es increíble, pero vas entrenando la cabeza y al tener compañeros jóvenes te potencian. Te tiro un dato curioso: cursé
algunas materias con Martina Gusmán y con Patricia Palmer.
-¿En algún momento se te complicó compatibilizar tus estudios con tu trabajo y tu familia?
-Sí, sobre todo cuando hacía tira diaria, porque te citan para grabar el día anterior, entonces era más difícil organizarme. De hecho en 2013 tuve que dejar un cuatrimestre. Con mis hijos Camila (17) y Nicolás (19) fue muy lindo, porque yo estaba en la facultad y ellos en la secundaria. Entonces nuestras sobremesas se basaban en los distintos parciales, exámenes finales, el estrés, el no llegar con todos nuestros compromisos. Compartimos muchas cosas. Por momentos mi marido -el productor Marcos Gorbanno nos bancaba más (se ríe). Fue muy enriquecedor para toda la familia. -¿Cuándo te reconociste como feminista?
-En estos últimos años, gracias a mis hijos. En realidad puedo decir que tengo actitudes feministas desde siempre, aunque lo puedo verbalizar recién ahora porque las nuevas generaciones marcan todo el tiempo las estructuras patriarcales y está buenísimo. En casa los cuatro nos declaramos feministas y debatimos mucho. Mi hija canta hermoso y el año que viene termina el secundario y mi hijo está estudiando Producción Audiovisual en la Universidad de Tres de Febrero. Soy una mamá súper orgullosa. -Hablemos de Mi hermano es un clon. Ya están terminando las grabaciones. -Sí, fue hermoso haber participado en esta tira, porque es una comedia para toda la familia, con muchos condimentos y un elenco divino. La pasamos bárbaro. -¿Hay un buen clima en las grabaciones? Porque después del escándalo de Nicolás Cabré, Laurita Fernández y Flor Vigna se rumoreaba que no estaban tan bien.
-Nunca se vivió mal clima. Nicolás Cabré es un excelente actor y compañero. Yo no tengo escenas con él, pero cuando nos cruzamos tenemos buena onda. Es un tipo tímido, trabajador, pero nunca molesta ni le corta el rostro a nadie. En esta tira tiene dos personajes, así que no le queda tiempo para andar jodiendo. -¿Cómo vivieron el bajo rating de la novela?
-Yo ni sé cuánto mide (se ríe). Estuvimos siempre muy relajados y creo que tiene que ver con el cambio en los espectadores. Quizá no nos miran en la tele pero después nos buscan en YouTube.