BARRANTES ESTRENO EL TITULO DE PAPA
Después de su escandaloso divorcio con Carolina “Pampita” Ardohain hace quince años, Martín Barrantes (46) decidió alejarse de los medios y mantener el perfil bajo. “Para él, es una etapa superada. Rehizo su vida”, dicen quienes lo conocen. Es por eso que no suele dar entrevistas para que no se le consulte sobre su pasado y tampoco se muestra en eventos. Sin embargo, tiene asistencia perfecta a los partidos de polo y obviamente no perdió el 125º Abierto Argentino, donde alentó a su amigo Adolfo Cambiaso, quien lidera el equipo La Dolfina. A diferencia de otras oportunidades en las que Martín asistía solo o con su mujer Kateryna Wurzel, esta vez fue acompañado también por su pequeño heredero: Felipe. Ahora que llegaron los días calurosos, la pareja sale con el niño, que ya cumplió los cinco meses. Claro que toman los recaudos necesarios y lo protegen del sol con un gorrito y pantalla solar.
Durante la jornada deportiva, se mostró muy sonriente y también se la pasó haciendo sociales con quienes se acercaban a felicitarlo por su flamante paternidad, ya que algunos hacía mucho que no lo veían. Durante un largo tiempo, el ex modelo estuvo radicado en el exterior y recién volvió este año para que su mujer, a quien conoció por amigos en común y con quien se puso en pareja hace dos años, diera a luz al pequeño Felipe en Argentina, en donde viven sus seres queridos. Y si bien Martín suele viajar bastante seguido por trabajo -se dedica a la clonación de caballos-, ahora vive en una cómoda casa ubicada en Lobos junto a su familia.
Luego de su recordada separación de Pampita Ardohain, el ex modelo bajó el perfil y casi no apareció en eventos sociales. Pero su amor por el polo puede más y el fin de semana fue a ver a La Dolfina de su amigo Adolfito Cambiaso con su mujer Kateryna Wurzel y el pequeño Felipe, de 5 meses