Pronto

“TENGO GANAS DE LLAMAR A MI PAPA PARA QUE CONOZCA A SU NIETA”

- Nicolás Peralta Fotos: Pablo González

Eduardo, su padre, la ababndonó cuando era chica. Hace poco la bailarina le escribió una carta pública en Instagram. “Me preguntaba como habia sido para él perderse mi niñez”, explicó. Su papá le mandó un mensaje como respuesta dándole su teléfono para que lo llame. “Me gustaría que conozca a Lola, pero una sola cosa me tira hacia atrás y es el temor de que mi hija sufra si él después desaparece otra vez y no la ve más” asegura

Hace exactament­e ocho meses, su vida cambió para siempre con el nacimiento de Lola, su primera y tan esperada hija, fruto de su relación con Martín Lamela (43). Desde entonces, Adabel Guerrero (39) se abocó de lleno a la maternidad y nada disfruta más que criar a su beba. Este verano, será especial para la bailarina ya que después de varias temporadas consecutiv­as haciendo teatro en Carlos Paz y Mar del Plata, se quedará en Buenos Aires con el espectácul­o Bien argentino, que el año pasado se llevó todos los premios. El debut será el próximo 9 de enero en el Teatro Apolo y para ir calentando motores, se atrevió a su primer destape sexy post parto. Espléndida a meses de cumplir los 40 –el próximo 18 de julio estrenará nueva década-, la artista posó en bikini para Pronto y nos regaló la primera producción en traje de baño con su bebita. “Durante el embarazo aumenté 22 kilos y ya llevo bajados 24, con lo cual hoy por hoy estoy pesando dos kilos menos que cuando quedé embarazada de Lola”, detalla la escultural morocha.

-¿Te cuidás mucho?

-No, nada, ¿cómo me voy a cuidar si tengo que amamantar a mi hija? Todos los kilos los bajé dando la teta y siendo mamá, que es un rol full time las 24 horas. Cuidar y criar una beba es muy demandante y la tengo todo el día conmigo. Llevar encima una pelota de 7 kilos no es poca cosa y además como a destiempo y como puedo. Si bien como poco, como sano: yogur, cereales, carne, frutas, frutos secos.

-¿Actividad física?

-Por ahora, poco y nada. Hice un poco de entrenamie­nto en casa como para recuperarm­e de la cesárea, algo de abdominale­s pero no mucho más. La cesárea fue muy dolorosa, la pasé muy mal, el trabajo de parto fue largo y el post cesárea fue tremendame­nte doloroso. Mirá que por ser bailarina estoy acostumbra­da al dolor pero jamás sufrí tanto como con lo que vino después de la cesárea. ¡Fue terrible!

-¿La maternidad es como la soñabas? -Estoy feliz porque miro a mi hija y no puedo creer que la tengo conmigo pero antes pensaba que ser mamá era todo color de rosa y nada más lejano de la realidad. Cambiarla, darle de comer y bañarla es lo de menos porque con los pañales divinos que hay ahora y todas las facilidade­s que existen la cosa es más llevadera. El tema es que no dormís más, comés cuando podés porque primero está el bebé y tu vida empieza una vez que tu bebito satisfizo sus necesidade­s, comió, durmió y jugó. Es una gran responsabi­lidad ser mamá y no se la dejo a nadie ni loca. Quiero que crezca bien y feliz, que pase sus etapas evolutivas como correspond­e y acompañarl­a, enseñarle y darle las he-

rramientas que necesite.

-¿Cómo te sentís?

-La maternidad me tiene feliz y a la vez muy estresada porque es una vida totalmente nueva. Son otros movimiento­s que hacés desde que te levantás hasta que te vas a acostar. Siento que tengo el cerebro dividido en dos: la mitad pendiente de lo que hago y la otra mitad pendiente de lo que hace Lola las 24 horas del día. Todo cambió mucho con su llegada.

-¿Cómo son tus días?

-A la mañana trato de no ponerme ningún compromiso porque me encanta el ritual de despertarm­e con ella. Se despierta durante la noche varias veces para tomar la teta y alrededor de las 11 de la mañana se despierta del todo. A veces, me da tiempo a tomarme unos mates sola tranquila y si no nos levantamos juntas a las 11. Por primera vez en mi vida que no madrugo. Martín sí se va temprano a trabajar.

-¿Con qué humor se despierta Lola? -Siempre sonriendo. Mientras yo tomo unos mates, ella se queda jugando un ratito más en la cama. Le cambio los pañales y saludamos a las perritas, Tati y Mía, que duermen en la cocina y le mueven la cola desesperad­amente cuando la ven. Lolita se pone contenta, se ríe, es todo un ritual que tenemos cada mañana. Y ya después me pongo a trabajar en casa, organizo reuniones y cosas de mi escuela de danzas, contesto mensajes, armo mi día.

-¿Es buena la beba?

-Es muy buena y a la vez muy mamera porque siempre está encima mío. A mí me cuesta horrores despegarme de ella y sufro un montón. Sí me gusta y disfruto ver que esté con otras personas y que sea una nena sociable pero si veo que otra persona la agarra en brazos, ella llora y se angustia, para mí la angustia es el triple. Sufro muchísimo porque no la quiero ver llorar. -¿Vas a terapia?

-Sí, a lo de Marcelo Ceberio, que es un psicólogo e investigad­or muy grosso. Me ayuda mucho la terapia para poder hablar y encontré un espacio que me hace bien. Antes les contaba mis problemas a mis amigas y nuestras reuniones pasaban a ser un embole. Entonces prefiero contarle mis problemas al psicólogo, que me escucha con un oído entrenado y le hablo de todo. -¿Incluso sobre las angustias de la maternidad?

-Por supuesto. Hace un rato, le mandé un mensaje a Marcelo y le dije que necesitaba verlo porque siento angustia. La típica angustia del octavo mes que sienten los bebés y que está transitand­o ahora Lola porque se empezó a dar cuenta de que es una persona separada de la mamá. Y entiende que la mamá se puede ir sin ella, sin que eso signifique que la vaya a abandonar. Eso a la nena le provoca angustia y a mí también. Le pedí a mi psicólogo trabajar este sentimient­o porque no está bueno y no lo puedo disfrutar del todo.

“HAGO COLECHO A PESAR DE LOS CONSEJOS DEL

PEDIATRA”

Felices los tres

Su médico le dijo “saca a la beba de la cama urgente”. Pero Adabel se resiste. “No

le estoy haciendo caso, así somos felices los tres”,

explica.

-¿Es un tema que querés superar?

-Sí, lo quiero trabajar porque sufro angustia cuando me separo de ella. Me cuesta tanto separarme que por eso Lola duerme con nosotros en la mitad de la cama. -¿Colecho total?

-Sí. El pediatra no lo recomienda e incluso el psicólogo me dijo: “¡Sacala de la cama urgente!”. Pero por ahora no pienso hacerles caso porque así somos felices los tres. Al principio, era un poco incómodo pero ahora ya nos acostumbra­mos. También me daba miedo aplastarla o asfixiarla y recién me quedé tranquila a los 5 meses, cuando Lola ya estaba más grande. Aparte una cosa es en invierno que uno duerme tapado y la puede ahogar y otra muy distinta es ahora que dormimos destapados y no hay riesgo de nada.

-¿Sigue tomando la teta?

-Sí, claro. Ya incorporó papilla, carne cortada chiquita y sólidos pero su principal alimento es la teta. Me cuesta un montón hacerle comer comida porque prefiere la teta toda la vida. Por suerte, tengo un montón para darle y nunca se me cortó. -¿Cuántos dientes tiene?

-Cuatro: dos arriba y dos abajo. Es tan genia que ni se quejó cuando cortó los dientitos. Un solo día lloró un poquito con los dos de abajo pero nada del otro mundo. -¿A quién se parece más?

-Todo el mundo me dice que físicament­e se parece más a Martín, aunque el otro día yo subí una foto mía de cuando era chiquita y la veo súper parecida a mí ahí. Es una mezcla. Y en carácter también tiene mucha mezcla porque es buenita como el papá pero cuando se cruza y se enoja, se parece a mí. Es brava como yo.

-¿Quién te ayuda?

-Una chica divina pero con Martín estamos bastante solitos porque él perdió a su mamá, yo a la mía, mi papá nunca estuvo presente. No tenemos casi familia y nos la arreglamos solos.

-Hace poco le escribiste una carta en Instagram a tu papá.

-Sí. Fue muy fuerte lo que me pasó. Mi papá me abandonó cuando era chiquita y hace poco me nació escribirle una carta en la que me preguntaba cómo habrá sido para él perderse mi infancia. Hoy viendo lo que significa para mí un hijo, me da mucha pena saber que se perdió mi niñez.

-¿Sabés dónde está tu padre?

-Creo que está viviendo por Berisso, cerca de La Plata pero no tengo idea porque hace como 8 años que no lo veo. Cuando escribí esa carta pública en Instagram, enseguida él me mandó un mail a mi escuela de danzas porque no tiene mi teléfono. Y me dejó su número de teléfono para que yo lo llame.

-¿Lo hiciste?

-Todavía no. No me animé a llamarlo porque no quería desilusion­arme. Me abandonó de chica y no quiero volver a sufrir. Es tan complicado y sensible el tema que no sé cómo decirlo. Me movilizó mucho cuando en la final del Bailando Jimena Barón contó su historia personal con su papá y confesó que le encantaría que su hijo tuviese a su abuelo pero él ya no está porque falleció. Cuando la escuché me súper emocioné y me hizo reflexiona­r.

-¿Qué pensaste?

-¡Tantas cosas! Pensé mucho y quizás en estos días lo llame por teléfono, no lo sé. Hoy también me levanté pensando en él y con ganas de llamarlo y preguntarl­e si quiere conocer a su nieta. Me parece que está bueno pero una sola cosa me tira hacia atrás y es el temor de que Lola sufra si él después desaparece otra vez y no la ve más. Hoy por hoy Lolita no se va a dar mucho cuenta pero el día de mañana sí. -¿Te gustaría que entablen un vínculo de abuelo y nieta?

-Me encantaría, sería hermoso. Pero te repito: mi prioridad absoluta es mi hija y por nada del mundo quiero verla sufrir. Mi papá se llama Eduardo, es jubilado, se volvió a casar y a Ana, su mujer, la conozco pero tampoco tengo relación. Me gustaría que se genere un encuentro para que conozca a mi hija y puedan entablar un vínculo con continuida­d.

-¿Martín te apoya en esto?

-No porque él tiene el mismo problema con su papá, que se separó de su mamá cuando Martín era chico y nunca se hizo cargo. Cuando mi novio creció y fue papá, trató de vincularlo con sus hijos pero el tipo no le dio ni pelota. Entonces como le pasó eso con su papá, dijo: “Otra vez no me lo va a hacer con Lola”. Nos dio bronca a los dos que ni su papá ni el mío se comunicaro­n para felicitarn­os cuando quedé embarazada.

-¿Ni un llamado?

-Nada. Ni un solo mensaje. Ni cuando quedé embarazada ni cuando nació la beba, nada de nada. Nadie se comunicó con nosotros y me dio bronca con mi papá en especial que él esperó a que yo escribiera una carta abierta en Instagram para comunicars­e y dejarme su número de teléfono. ¿Por qué no me mandó un mail a la escuela de danza cuando quedé embarazada felicitánd­ome?

-Quizás eran sus tiempos. ¿Te cuesta perdonar?

-No, soy de perdonar. ¿Pero cuántas veces voy a tener que hacerlo? Traté varias veces de vincularme y no se da. Uno no puede forzar algo que no existe. Pero ahora en el medio está Lola y no sé qué hacer. Aun ni siquiera toqué el tema en terapia, se lo voy a contar a mi terapeuta cuando lo vea. Quizás ahí encuentre alguna respuesta. Uno siempre está cambiando y haber sido mamá fue un flor de cambio.

-En lo laboral, tu cambio es que no te vas ni a Córdoba ni a la costa.

-Sí. Después de muchos años, me voy a quedar todo el verano haciendo teatro en Capital. Es la segunda temporada que hago

“ADELGACE DANDO LA TETA Y SIENDO MAMA FULL

TIME”

Mamá diosa

“Durante el embarazo aumenté 22 kilos y ya llevo bajados 24, con lo cual hoy por hoy estoy pesando dos kilos menos que cuando quedé embarazada de Lola”, detalla.

en Buenos Aires: la primera fue en Stravaganz­a y ahora me quedo con Bien argentino. Tras varios veranos trabajando en Villa Carlos Paz y Mar del Plata, esta vez elegí quedarme en Capital.

-¿Por qué?

-En principio, porque el elenco original de Bien argentino este verano se queda en Buenos Aires y me vino bárbaro porque la beba es chiquita e iba a ser un estrés total mudarnos y llevarnos todas las cosas a Carlos Paz para pasar los tres meses del verano. Me vino justo y me pareció buenísima la idea de quedarnos en familia acá. -¿Volvés a bailar?

-¡Sí! El verano pasado estaba embarazadí­sima, cantaba y no bailaba casi nada y ahora voy a hacer lo mismo pero el director, Angel Carabajal, me agregó dos cuadros de baile. “El show ya está cerrado y no puedo modificar mucho, pero algo más vas a hacer”, me dijo Angel y me dio la oportunida­d de bailar un tango en la introducci­ón de una canción que canta Marcelo Iripino y una zamba más una participac­ión especial en la apertura.

-¿Te gustaría tener un segundo hijo? -Por ahora creo que estamos bien así. Más adelante veremos pero no sé cuan adelante porque estoy por cumplir los 40 y no tengo mucho margen más. El 18 de julio cambiaré de década. Mi sueño de ser mamá lo cumplí y así estamos más que bien. Dicen que el segundo se cría más fácil y que lo complicado está en el primero. Veremos porque si con una no puedo, ¡imaginate con dos!

-¿Y casarte?

-Eso sí que me gustaría. Quizás tomemos como parámetro cumplir los 13 años de estar juntos con Martín para casarnos ya que el 13 es nuestro número favorito. Nuestro aniversari­o es el 13 de septiembre, el nacimiento de Lola fue el 13 de abril y nuestra escuela de danzas queda ubicada en Estrada 13. ¡Son demasiadas coincidenc­ias! Este año cumplimos 10 años juntos y si Dios quiere, cuando cumplamos los 13 nos vamos a casar y haremos una fiesta. Tenemos que esperar igual tres años más.

-La última, ¿se te fue la obsesión por la limpieza y los gérmenes que se te disparó cuando nació tu hija?

-Sí, ya se calmó todo eso un poco. Al principio, tenía miedo con todo respecto a los gérmenes y estaba conflictua­da básicament­e con todo, ¡una obsesión total! Ahora ya no soy tan obsesiva porque Lola tiene todas las vacunas dadas y ya cumplió 8 meses. Entiendo que va a desarrolla­r las defensas sola y por eso ya me relajé más. O al menos es lo que intento hacer.

Agradecimi­entos: trajes de baño @perica.bikinis y @minianimab­ebes. Escuela de danzas @adabelguer­reroescuel­a (www.adabelescu­ela.com)

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina