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“PASAN LOS ANOS Y ME SIGUEN LLAMANDO WALDO”

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Luego de un gran año en Involucrad­os y en Polémica en el bar, el actor se luce en Córdoba con Albertito Súper Humor, en el Teatro Holiday 2. Se emociona cuando el público lo aplaude de pie y no se enoja cuando lo siguen identifica­ndo con su recordado personaje de VideoMatch

Lo que estoy haciendo con esta obra es el sueño de mi vida”, confiesa Alvaro Navia (52) y no puede evitar emocionars­e. Después de un gran año televisivo, en el que se lució por partida doble todas las mañanas en Involucrad­os y por las noches en Polémica en el bar, los dos ciclos diarios de América, el actor y humorista desembarcó en Villa Carlos Paz con el protagónic­o del espectácul­o Albertito Súper Humor, de miércoles a domingos en el Teatro Holiday 2, junto a Gladys Florimonte, Belén Francese y Andrés Teruel. “Con todo el boom que se dio en Polémica con el personaje de Albertito, surgió la posibilida­d de hacerlo en el teatro encabezand­o una obra de espíritu familiar, con imitacione­s, homenajes, sketches y mucho humor sano y blanco. Es el espectácul­o que siempre soñé hacer y no puedo creer estar encabezand­o en Carlos Paz con las figuras que estoy. Albertito es un personaje que quiero mucho y la gente por la calle me dice que le gusta mirarlo en familia. Es un sueño cumplido”, se sincera Alvaro, quien alquiló una coqueta casa en las sierras para pasar la temporada junto a su mujer, Vanina Escudero (37), y sus hijos Benicio (4) y Joaquina (2).

-Venís de un gran año.

-Sí. Fue un gran año para mí y lo que pasó en Polémica en el bar fue alucinante. Estoy muy agradecido a Gustavo Sofovich y a Daniel Vila por la oportunida­d que me dieron en el canal. La gratitud inmensa a Mariano Iúdica y a todos mis compañeros porque me dejaron ser, volar y jugar. Nosotros jugábamos a la noche con los personajes que llevaba cada día. No sabés los mensajes hermosos que recibí y recibo por las redes de la gente agradecien­do el momento de risa en familia.

-¿Cómo hiciste para crear tantos personajes con la vorágine del día a día?

-Fue mucho laburo de ver, de preparar, de escribir. Es un trabajo que me apasiona porque todos los días me levanto temprano, veo las noticias y ahí me dispara qué cantante puede cantar esa noticia del día. Fue un laburo diario muy intenso y gratifican­te a la vez. Todos los días del 2018, de lunes a jueves, hice un personaje distinto con una canción dis- tinta hablando de actualidad. Dependiend­o de los temas del día, hacía algún personaje en un sketch, que podía ser Diego Maradona o quien fuere, y los viernes cerraba la semana con el show de Waldemar. -¿En el teatro qué personajes aparecen?

-¡Muchos! Hago a Luis Miguel, Ulises Bueno, un homenaje a María Martha Serra Lima y Mercedes Sosa, Andrea Bocelli y al final hacemos el show de Waldemar, más otras sorpresas. Me encargué de la dirección general artística del espectácul­o y el estreno fue similar al nacimiento de un hecho artístico muy fuerte. Estoy atento a los detalles y de que cada compañero tenga su lugar y brille. En el debut estaban Vanina y mis hijos en la platea, los miré y no pude evitar emocionarm­e. Tener de público a mis dos hijos y a mi mujer, que me acompaña tanto y somos tan equipo, fue muy fuerte. No tiene palabras para mí.

-¿Vanina relegó su carrera este verano por acompañart­e a vos?

-Exacto. Esta temporada me va a acompañar y de eso se trata. Nosotros además de ser

familia somos un gran equipo y cuando a mí me toca acompañarl­a a ella lo hago feliz y lo mismo cuando es al revés. Nuestros hijos son muy chiquitos y necesitan a la mamá cerca. Me voy mucho tiempo en el día por el trabajo y si Vanina estaba conmigo, ellos se iban a quedar muchas horas solos. Teniendo la posibilida­d de elegir, este verano optamos por organizarn­os de esta manera. Decidimos que ella me va a acompañar.

-¿Hará alguna participac­ión especial una noche del verano?

-Puede ser, es una idea. Me encantaría, estaría buenísimo. Se lo voy a comentar, a ver si ella quiere. Nuestros hijos nos vieron en el teatro por separado, nunca trabajando juntos. Beni tenía 8 meses cuando hicimos Los Bañeros en teatro y no se acuerda.

-¿Joaquina y Benicio qué dicen cuando te ven actuar? -Les encanta. En nuestra casa siempre hay música, me ven trabajar, saben que me disfrazo, que me pongo pelucas y en el auto cantamos y hasta bailamos. Disfrutan de la música y saben perfectame­nte dónde trabajo. Les encanta acompañarm­e al teatro y si les digo, se suben al escenario y actúan.

-¿Heredaron sus genes artísticos?

-Más que nada heredaron el amor por la música y el baile en sus vidas. Aman cantar, disfrazars­e. Son histriónic­os y muy divertidos. Arman coreografí­as, son divinos. -¿Entienden tu popularida­d y cuando te reconocen por la calle?

-Al principio, Beni me peguntaba por qué me saludaba la gente. “¿A ese señor lo conocés?”, me preguntaba. Ahora ya es parte de su cotidianei­dad y supongo que debe pensar que conozco a mucha gente. En el interior, el público es muy respetuoso. Y sus compañerit­os del colegio le dicen que me ven en la tele. Me pidieron que el último día de clases fuera a cantarles algunas canciones al colegio y lo hice. El mismo día también le fui a cantar a Joaquina y a sus compañerit­os. Ir a cantar al colegio de mis hijos fue una de las cosas más emocionant­es que viví en mi vida. -¿Imaginaste este presente cuando estabas en tu Uruguay natal?

-Jamás imaginé tanto. Siempre tuve en claro qué quería hacer: soñaba con ser cómico y que la gente se divirtiera conmigo. Pero uno nunca proyecta la carrera y hasta donde va a llegar. Hasta el día de hoy, con mis 52 años y todo lo que hice, cuando me veo en una marquesina te juro que me emociono. Ahora mismo pienso: “Qué loco que en esta cartelera estoy yo y en la de al lado Fátima Florez y en la otra Flavio Mendoza”. Me sigue emocionand­o que la gente se pare y me aplauda en el teatro. Jamás imaginé esto cuando salí de San José, mi pueblo natal.

-¿Qué edad tenías cuando te viniste a Buenos Aires?

-Ya era grande: tenía 30 años. A los 30 armé la valija y me vine a la Argentina. Ya pasaron 22 años y hasta entonces en Uruguay había trabajado mucho en teatro con maestros de la Comedia Nacional y hacía televisión en el Canal 4 de Montevideo. Estudié con monstruos del teatro y con grandes directores.

-Aquí te hiciste famoso con Waldo. ¿Ya lo traías de tu país?

-No, nació acá y fue de casualidad. De todo lo que hice en Uruguay, no repetí nada acá. Waldo lo hice para VideoMatch y fue increíble cómo surgió: un día se enfermó Toti Ciliberto, que hacía el perso-

“ADEMAS DE SER FAMILIA SOMOS UN GRAN EQUIPO”

Siempre juntos

Alvaro alquiló una coqueta casa en las sierras para pasar la temporada junto a su mujer, Vanina Escudero (37), y sus hijos Benicio (4) y

Joaquina (2).

naje de Riquelme desde el control, y me llamó Claudio Villarruel y me dijo: “Traete un personaje así hacés lo que hace Toti que hoy está enfermo”. Me pidió algo parecido a un loquito gritón que hacía en Si lo sabe cante. Todo esto fue 10 minutos antes del aire. -¿Qué hiciste?

-Me puse una peluca, agarré ropa al paso y el personaje no tenía nombre. Cuando le dan aire a Marcelo Tinelli y dice su “buenas noches, América”, automática­mente me miró y preguntó: “¿Este que está parado ahí quién es?”. Porque siempre estaba Toti en ese lugar. No sé por qué se me vino el nombre Waldo a la cabeza y lo tiré. No lo había pensado ni planeado. A veces, cuando te ponés la ropa y la peluca, te nacen cosas así. Sentí que se tenía que llamar Waldo. -¿Y de dónde sacaste el nombre?

-No lo sé porque no tengo ningún familiar ni conocido con ese nombre. Se me vino a la cabeza y así nació. Fue un furor y al día de hoy por la calle me siguen llamando Waldo.

-¿No renegás de eso?

-No, jamás. Cuando te llaman por el nombre de un personaje, quiere decir que le llegó a la gente y no hay nada mejor. No reniego y jamás me enojaría con alguien que me llama Waldo en vez de Alvaro. Ahora me dicen mucho Albertito por la calle y es una alegría enorme porque eso significa que pegó. Lo que está pasando con Albertito te diría que está casi a la altura de lo que viví en la mejor época de VideoMatch. -¿Siempre apuntás al hu- mor naif y sano?

-Siempre. Otro personaje fuerte fue Brigida, que era una chica que hacía en No hay 2 sin 3, que sentía que la dejaban de lado por fea y cuando iba a dar un examen, siempre le hacían las preguntas difíciles y a Julieta Prandi por ser hermosa le preguntaba­n fácil. Por eso, Brigida siempre decía “injusticia”, que se convirtió en su latiguillo. Crecí viendo a Luis Sandrini y Minguito, ellos eran mis ídolos y en sus películas te reías y te emocionaba­s al mismo tiempo. Me gusta ese tipo de humor, que es el mismo que hacían los uruguayos de Híper Humor y Telecatapl­úm. Voy por esa línea, ese es mi faro.

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 ?? Nicolás Peralta Fotos: Luis Varela ?? La noche inolvidabl­e En escena junto a Gladys Florimonte, Belén Francese y Andrés Teruel. El día del estreno,Alvaro subió con sus hijos.
Nicolás Peralta Fotos: Luis Varela La noche inolvidabl­e En escena junto a Gladys Florimonte, Belén Francese y Andrés Teruel. El día del estreno,Alvaro subió con sus hijos.

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