LA CEREMONIA NOS “ HIZO EMOCIONAR A TODA LA FAMILIA”
Lupe, de 2 años y 9 meses, recibió el Primer Sacramento en un hotel de Nordelta donde además se hizo la fiesta para casi un centenar de invitados. Luego del acto religioso, la feliz mamá posó junto a su marido, José Fortunato, y las hijas de ambos: la recién bautizada y Zoe, de 9 meses. “Hacía tiempo que queríamos bautizarla y estamos súper felices de haberlo concretado”, cuenta conmovida
En un hotel de Nordelta, Mariana de Melo (38) y su marido, José Fortunato (44), bautizaron a su hija mayor, Lupe (2 años y 9 meses). La actriz y el empresario -quienes también son padres de Zoe (9 meses)- decidieron hacer la ceremonia religiosa y la fiesta posterior en dos salones contiguos del lugar e invitaron a casi 90 personas para que compartieran con ellos ese momento tan importante en la vida de la nena. Entre los invitados estuvieron Ximena Capristo, Gustavo Conti, Laura Teruel y Gabriela Trenchi, mientras que el músico Ariel Pucheta hizo un show con sus canciones más famosas, Martín Demichelis junto a sus hijos Bastian, Lola y Emma, acompañaron a Evangelina Anderson, íntima amiga de Mariana que fue elegida como madrina de la nena. Pedro Fortunato, uno de los hermanos de José, fue el padrino y el padre César Scicchitano, más conocido como el cura rockero, fue quien hizo el oficio. “Nos emocionamos cuando empezó la ceremonia y la disfrutamos mucho. Hacía tiempo que queríamos bautizar a nuestra hija y estamos súper felices de haberlo concretado”, afirma la feliz mamá con una gran sonrisa.
-¿Por qué elegieron a Eva como madrina?
-Porque es como mi hermana. Nos conocimos hace años y tengo un vínculo con ella de familia. Desde que yo llegué a Buenos Aires que no nos separamos nunca más, porque por más que ella viva en Europa estamos todo el tiempo en contacto y cuando pasa algo estamos pendiente de la otra. Por eso se que va a ser muy buena madrina. La
quiero mucho.
-¿Te costó decidir a quién elegir? -No, para nada, ella siempre fue mi primera opción. Eva sabía de la lucha que tuve para ser mamá y siempre estuvo presente. Antes de Lupe tuve otros embarazos que no llegaron a término, lo cual fue muy duro para mí, pero ella estuvo al lado mío acompañándome y dándome aliento en todos esos momentos. Además cuando supe que estaba embarazada de Lupe y se lo conté fue a la iglesia a pedir por mí y por mi bebé. Le prendió una vela a la virgencita y pude tener a mi hija. Así que por todo eso para mí Eva siempre fue madrina de Lupe.
-¿Por qué quisieron bautizarla ahora?
-En realidad desde que cumplió un año que queríamos hacerlo pero se postergó justamente por Eva. Primero porque no coordinábamos los tiempos para que viniera de Europa, y después porque cuando ya teníamos todo arreglado ella quedó embarazada de Emma y no podía viajar. Finalmente coordinamos para esta fecha.
-El padre Scicchitano fue el cura. ¿Cómo llegaron a él? ¿Lo conocían? -No, nunca lo habíamos visto pero nos lo recomendó la chica que nos ayudó a organizar el evento así que lo llamaron